Cita de Campeones

Tras cuatro subidas con sol, la lluvia hizo finalmente acto de presencia en Lena complicando notablemente la subida y haciendo que el número de espectadores fuese menor que otros años. Por si fuera poco, la noticia del fallecimiento, por infarto mientras presenciaba la prueba, del popular Ovidio Martínez "El Flequi", vino a ensombrecer la jornada dejando en segundo plano lo estrictamente deportivo.

Entrenamientos: La subida de entrenos se disputó a partir de las 11:30 suelo seco y con buen tiempo aunque ya se veían nubes amenazadoras por lo que casi todo el mundo tenía claro que esta manga no iba a permitir sacar muchas conclusiones de cara a las subidas oficiales. Un total de 47 participantes completaban el recorrido con el mejor tiempo siendo para Victor Abraham en una subida con zonas rápidas en las que, muy bien llevado por su piloto, el chasis de su Fórmula Nissan empezaba ya a mostrar sus cualidades. En el mismo segundo que Víctor se colocaba Adolfo Posada al que ya vimos más acoplado a la Osella. En el siguiente segundo entraban otros dos aspirantes a la victoria, Bango e Iván Suárez. El piloto del BRC era de los que preferían que no lloviese ya que apenas si contaba con un muy gastado juego de ruedas de agua para su coche. En peor situación se encontraba el otro BRC de Oscar Palacio, sin ruedas para mojado y que además golpeaba ligeramente en un bordillo dañando la carrocería de su BRC aunque sin mayores consecuencias. Otro de los punteros con problemas en esta subida era Candas que se marcaba un espectacular trompo a la salida de la última paella aunque podía seguir sin tocar con nada. Entre los carrozados, Cardín ya era el más rápido seguido de cerca por un muy agresivo "Parrao", superando ambos al Fórmula Toyota de Menéndez que, en sólo su segunda subida con este coche ya se mostraba bastante competitivo. "Chemari" era, como de costumbre el mejor Grupo S y eso que en esta ocasión tenía dura competencia en el espectacular R5 Turbo 2 del gallego Silvio Fernández que, en seco, podía exprimir a gusto la caballería de su precioso vehículo para deleite de los aficionados.