| Año IV | 2005
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 Ordino-Arcalís | Campeonato de España de Montaña 2005 | 8ª prueba
La subida a Ordino era la única que nos faltaba por conocer del nacional y nos causó muy buena impresión. El trazado, con sus doce paellas en la parte inicial, es muy agradecido para el espectador que puede ver "mucha carrera" desde diferentes puntos, la carretera ancha y con buen piso propicia que la seguridad sea notable y las amplias instalaciones de la estación de esquí que se usan como zona de salida permiten ubicar con comodidad todo lo necesario para hacer más cómodo el trabajo de todos.
El muy anunciado cronometraje en tiempo real por internet se quedó finalmente en una "demo". El punto de paso intermedio no pudo montarse por premura de tiempo y no todos los coches llevaban transponder, por lo que los tiempos eran meramente orientativos al no reflejar a todos los participantes. El equipo utilizado en Andorra se probará de nuevo en Denia e Ibiza con vistas a su posible implantación en el nacional para el año que viene. Tras las pruebas llevadas a cabo en Santo Emiliano y Riego de Ambrós, este era el tercer sistema que se pone a examen este año así que, sea uno u otro el que se utilice, lo importante es que finalmente sea una realidad ya que las ventajas de conocer los tiempos realmente "en directo" son notables.
A nivel deportivo la gran novedad del fin de semana era, sin duda, el debut de Gorka Apalantza como piloto de SpeedCar tras su polémica salida del equipo BRC-LMC. El piloto vasco llevaba el SpeedCar del fabricante catalán, Delfín La Hoz, quien se encargaba directamente de la asistencia. Se da la circustancia de que precisamente en Andorra, hace un año, Gorka había debutado con BRC tras pilotar un SpeedCar los meses anteriores así que el ciclo se cerraba por completo en Ordino.
Los tiempos del ya casi campeón de la copa CM (todavía le falta un punto, al menos según nuestras cuentas) decepcionaron un tanto ya que no sólo no pudo con el BRC de Guitart ni el sábado ni el domingo sino que, además, fue ampliamente superado por el SpeedCar de Román. De todas formas, lo atípico de la subida andorrana no permite sacar todavía muchas conclusiones respecto a si Gorka ha salido ganando o perdiendo con el cambio de marca.
Al volante del BRC con los colores de Guttrans que pilotó Gorka hasta La Trona, se sentaba el andorrano Marc Gutiérrez. El piloto del equipo Mitsubishi-RACC en el nacional de rallyes se mostraba supermotivado y tan afable y extrovertido como siempre, enseñando "los trucos" de la subida a sus ocasionales compañeros de equipo en BRC los días anteriores a la prueba. "El Guti", como le llaman en la zona, se conoce la carretera que sube a Ordino como nadie ya que trabaja en las pistas de la estación invernal como instructor de esquí, así que entre eso, sus innegables "manos" y las ganas de triunfar en casa, partía entre los favoritos. El sábado Marc ya marcaba buenos cronos pero era el domingo cuando parecía a punto de dar la campanada, luego de ser el más rápido en entrenos. Lástima que un problema con el cambio en la subida oficial arruinase todas sus posibilidades relegándolo a la sexta plaza.
Otra novedad en la filas de los Bango Racing Cars era la presencia del canario Francisco Hernández que pilotaba la unidad hasta ahora utilizada por Fran Suárez mientras este estrenaba un nuevo BRC. En principio debía de haber sido el campeón canario Lauren García quien tomase parte en la prueba andorrana, pero un accidente de quad la semana anterior dejaba a Lauren con un brazo en cabestrillo y aunque acudía a la pruena lo hacía como espectador.
El "otro Fran" acusaba su falta de experiencia en mojado el sábado ("¡en canarias llueve poco!") y el domingo ya progresaba algo más mostrándose satisfecho con su primera experiencia competitiva fuera de las islas que, en principio, no tendrá más continuidad, al menos este año.
La lluvia del sábado hizo que se permitiese a los CM montar gomas de agua aunque no estuviesen marcadas entre las seis elegidas por cada piloto de cara a todo el fin de semana. Una decisíon lógica que debería pasar ya definitivamente al reglamento ya que es un tema estrictamente de seguridad. Independiente mente de que cada coche tenga a sus disposición 6 cubiertas marcadas para seco las de mojado deben de ser libres y poder montarse cuando se estime oportuno.
Tras la controvertida exclusión de los tres BRC ganadores en La Trona, el ambiente entre los dos fabricantes mayoritarios de los CM era ciertamente tenso. Y más cuando, al acabar la subida oficial del sábado, Jesús Bango presentó reclamación contra dos de los SpeedCar (los de Griñó y Gorka) por espesor insuficiente de la luna del parabrisas. Según el reglamento dichas lunas han de ser de 5mm y en los SpeedCar sólo tienen 4 por lo que la exclusión fue inevitable. Al no ser una verificación de oficio, los otros SpeedCar, incluido el del ganador Román, que presumiblemente montaban los mismos cristales, no se vieron afectados. Por si acaso, el domingo varios eran los coches del fabricante catalán que habían cambiado sus parabrisas mientras reinaba la sensación de que aquello podía acabar realmente mal, con Bango y Delfín reclamando cada uno al contrario, ¡lo que podía terminar con todos los CM excluidos!
Finalmente se impuso la cordura y esperemos que a partir de ahora las aguas vuelvan a su cauce, algo a lo que también ha de contribuir la Federación Española, ya que parece claro que entre lo que dice el reglamento y la realidad constructiva de las dos marcas hay una serie de discrepancias, la gran mayoría de ellas simplemente detalles como el de las lunas, que en poco o en nada afectan a las prestaciones de los vehículos pero que, llegado el caso, pueden acarrear la exclusión de cualquiera. De hecho por unos minutos nos temimos también lo peor en las verificaciones de oficio del domingo, cuando los coches de Fran y Gorka (curiosamente uno de cada marca esta vez) se demoraban más de la cuenta bajo la tienda en la que eran revisados. Al final todo quedó en nada, pero el fantasma de dos nuevas exclusiones flotó en el aire por unos minutos y eso tal vez hubiese sido ya demasiado.
Lo que está claro es que en este clima de sospechas y suspicacias en el que ha entrado la categoría no se puede seguir.