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Clara victoria de Massa por delante de Hamilton y Kubica en el decepcionante estreno, en lo que a espectáculo deportivo respecta, del Valencia Street Circuit que acabó deparando una de las carreras más aburridas que se han visto en muchos años. Sin cambio alguno en las primeras plazas de salida a meta, los únicos hechos destacables fueron negativos: el día negro de Raikkonen, con atropello a un mecánico en boxes y rotura de motor poco después y la breve actuación de Alonso, embestido por Nakajima en la primera vuelta.

   

Será que uno es cada día más escéptico, pero cuando se le da tanto 'bombo' previo a algo como se le ha venido dando al 'Valencia Street Circuit' desde que sólo era poco más que un dibujo sobre el plano de la ciudad del Turia, uno no puede por menos que mostrarse, cuando menos, muy cauto en cuanto a que se puede esperar realmente de una pista así. Si a ello se une la experiencia previa en casos similares, como los igualmente muy publicitados y ya hace mucho olvidados urbanos de Bilbao o Helsinski, por no hablar que de los dos últimos que nacieron y murieron tras un único y poco exitoso uso, la verdad es que no me acababa de creer todo eso que se decía sobre lo tremendamente espectacular que iba a resultar la nueva pista valenciana.

Clara victoria de Massa que le sitúa segundo en el campeonato por delante de Raikkonen

Hamilton tuvo que conformarse con la segunda plaza pero sigue líder del mundial

Kubica completó el podio aunque nunca pudo inquietar a los dos primeros

El antecedente de la prueba inaugural celebrada el mes pasado, con los F3 y GTs como protagonistas había, incluso, aumentando mis dudas. La pista era, si, muy ancha en su mayor parte, pero la tan anunciada rapidez de la misma se reflejaba sólo en los largos tramos rectos (bueno ... ¡no muy curvos!), mientras que los virajes se me antojaban demasiado lentos y 'sosos' como para ofrecer ese tan anunciado espectáculo. Los 'libres' del viernes, primera vez en que los F1 rodaban sobre el nuevo trazado, incrementaban aun más, si cabe, la sensación de que 'nos habían querido vender una moto' con eso de los numerosos puntos propicios para adelantar. Si acaso podía haber uno, máximo dos, y ninguno parecía especialmente adecuado para ello precisamente. Ambos estaban en la 'parte de atrás' de la pista, el primero tras la larguísima 'recta-curva' tras el puente y el segundo en la siguiente derecha que venía precedida de otro tramo de 'fondo'. En ambos casos eran dos curvas muy lentas y demasiado cerradas como para permitir más de una trazada y, con ello, una opción de pasar.

Así las cosas, la calificación se me antojaba mucho más importante de los esperado, ya que las posiciones difícilmente iban a cambiar en una pista así salvo a base de esos 'adelantamientos virtuales' que suelen ser, por desgracia, los más usuales en esta fórmula 1 moderna. Eso y las estrategias y su mayor o menor adecuación a los presumibles periodos de safety car que eran de esperar en una carrera en la que los muros de hormigón están tan cerca, y que, mal menor si no había 'adelantamientos reales', podían suponer la variable más interesante, por lo impredecible, que podía tener el gran premio ... ¡mal asunto depender de que haya algún golpe para que la cosa se anime!


Kovalainen le ganó la partida a Raikkonen en la salida y al final acabó cuarto

Trulli volvió a ser el mejor Toyota, terminando quinto

Magnífico fin de semana de Vettel y el Toro Rosso, sextos en la meta

El primer asalto del fin de semana, el que acabaría por ser el más decisivo, se disputaba, por tanto, el sábado, y en él Felipe Massa imponía su Ferrari por delante de Hamilton y su Mclaren y de Kubica y su BMW-Sauber. Tres coches diferentes en las tres primeras plazas siempre son buena noticia, por aquello de dar más variedad a las posiciones de cabeza, pero la tremenda cercanía de tiempos entre todos a lo largo de la sesión acababa por confirmar muchos de mis temores en cuanto a la pista: esta no era apenas selectiva y se componía, básicamente, de una continua sucesión de tramos de 'todo a fondo' seguidos de bruscas frenadas para pasar las lentísimas curvas, de segunda velocidad en su mayoría. Apenas había una zona con una mínima dificultad técnica, de esas en las que los mejores pilotos o las máquinas más afinadas pueden marcar la diferencia. Si acaso, la secuencia final, con una serie de curvas leves, en frenético 'crescendo' de velocidad que se debía estrangular, de golpe, antes de tener el coche derecho para encarar el angosto giro a izquierdas que daba paso a la línea de meta. Demasiado poco, en todo caso, para poder definir el circuito como espectacular por mucho que uno siguiese sintiéndose un poco 'raro' leyendo y escuchando las continuas alabanzas al mismo que llegaban por todas partes ... ¿será cosa mía? ¿estaré siendo demasiado negativo o mirando el Valencia Street Circuit con demasiados prejuicios? Desde luego, no puedo negar que de estos últimos tenía unos cuantos, más que nada por el absurdo que, en mi opnión, representa gastarse una enorme millonada en montar una pista 'provisional' cuando a apenas 20 kilómetros hay un trazado permanente y con todas las homologaciones en regla para que rueden en él los F1 ... aunque también es verdad que se trata de un circuito tan lento y tortuoso que tampoco es que en él se pudiese esperar un gran espectáculo por parte de los protagonistas de la máxima categoría y, publicitariamente, seguro que lo 'novedoso' del semiurbano del puerto es mucho más vendible ... y eso al final es, desgraciadamente, lo que más importa en estos casos.

Glock fue el que mejor aprtido sacó de ir a una parada, clasificándose séptimo

El último punto se lo quedó Rosberg en un gran premio en el que los Williams mejoraron algo

Heidfeld volvió a fracasar en calificación y se quedó fuera de los ocho mejores en carrera

Tras el ya comentado trío Ferrari-McLaren-BMW que ocupaba las primeras posiciones de la parrilla, Raikkonen volvía a mostrar como sigue sin poder extraer del Ferrari, a una sola vuelta, todo lo que Massa es capaz de conseguir en similares condiciones ... y eso le condenaba a sufrir de nuevo en carrera y ver como sus opciones en el campeonato se van comprometiendo cada día más, a la vez que ve peligrar la posición de 'número 1' de Ferrari que su título del 2007 debía haberle garantizado a poco que no llevase tan larga serie de prestaciones grises de un tiempo a esta parte. Con Kovalainen quinto al volante del segundo McLaren, la gran sorpresa de la calificación podía ser la sexta posición de Vettel y el Toro Rosso. Pero, realmente, la buena clasificación del joven alemán apenas si sorprendía a nadie a la vista de los espléndidos cronos que Vettel, y también su compañero Bourdais, habían marcado durante todas las sesiones previas, confirmando la buena forma de los Toro Rosso. Por contra, la gran decepción del fin de semana eran los Renault, con ambos pilotos quedándose fuera de la Q3, lo cual no es tanta noticia en el caso de Piquet pero si en el de Alonso. Aparte de que el circuito valenciano sacase a la luz las mayores carencias del R28 (falta crónica de tracción y potencia), Fernando tampoco es que estuviese especialmente brillante en el momento decisivo de la Q2, subiéndose más de la cuenta al bordillo exterior tras el puente en su desesperado último intento de colarse entre los diez mejores. Con el puesto 12 en parrilla, las opciones del asturiano pasaban ya por una 'carrera loca' en la que los safety car le permitiesen conseguir una campanada como la de Nelsinho en Hockenheim.

Tras no entrar en la Q3, la carrera de Alonso apenas si duró una vuelta ...

,..para decepción de sus miles de fans en las tribunas...

...y en los balcones de las casas de Valencia

Pero la carrera no iba a ser propicia para campanadas, ni siquiera para la más mínima sorpresa, al menos en lo que respecta a la lucha por la victoria. Cuando, con buen criterio, se decidía cambiar la absurda idea inicial de hacer partir la fila del poleman del lado sucio (¡que en Valencia era sucísimo!), se cerraba la última posibilidad de algún cambio en cabeza. Desde el lado limpio, Massa conservaba con facilidad la primera plaza ante un Hamilton que, patinando como todos los de la fila de los pares, bastante tenía con contener al siguiente de 'los impares', el BMW de Kubica. Algo que no conseguía el siguiente de la 'línea lenta' en la arrancada, Raikkonen, comprometiendo aun más sus posibilidades al verse superado por Kovalainen y condenado a sufrir un notable tapón por parte del McLaren de su compatriota, que acabaría por ser quien más tarde repostase del grupo de cabeza.

Si por delante todos pasaban el temido 'embudo' inicial, en el centro del grupo había el usual 'movimiento' en estos casos ... y el peor parado era Alonso para despesperación de los miles de espectadores que habían pagado el carísimo precio de las entradas actuales de la F1, teniendo encima, en muchos casos, que sufrir una nefasta colocación de las tribunas que apenas si les permitía atisbar unos pocos metros de pista. Bourdais salía un poco fuera de sitio de uno de los primeros virajes, Glock y Alonso, que lo seguían, tenían que frenar más de la cuenta para no golpearle ... y el siguiente en la fila, Nakajima, no tenía ya casi opción, 'tragándose' la trasera del Renault de Fernando con el frontal de su Williams. El abandono del español era inevitable y, viendo como fue después de la carrera, tampoco era tan terrible para sus escasas opciones de haber hecho algo, casi diría que le libraba del sufrimiento de hacer toda la carrera 'con el cuchillo entre los dientes' para, como muy mucho, sacar un punto ... que difícilmente hubiese conseguido.

En todo caso, con Alonso fuera y sin la más mínima variación en las posiciones de delante, la afición española que acudió in situ a la carrera, padeció más que disfrutó de tan esperado gran premio ... y no sólo por la ausencia de Fernando. Y es que los algo más de noventa minutos de carrera no ofrecieron prácticamente nada digno de mención. Los tan anunciados 'lugares para adelantar' se revelaron aun incluso más inexistentes de lo que mis peores vaticinios de la víspera temían, y no sólo nadie pasaba a nadie sino que, ni siquiera, había posibilidad de intentarlo ya que los largos tramos curvos que precedían a las fuertes frenadas impedían por completo que los aerodinámicamente hipersofisticados monoplazas de la F1 actuales rodasen mínimanente cerca unos de otros.


En el 'Mónaco español' también hubo yates, incluso alguno de los grandes...

... y no faltaban las vistas llamativas como la del puente giratorio...

... o la ofrecida por los originales boxes...

Los únicos cambios se produjeron, prácticamente, en boxes ...y aun ahí hubo pocos, con lo que el mayor protagonismo en cuanto a acontencimientos inesperados lo acabó acaparando Raikkonen. Primero con una 'ansiosa' arrancada cuando su repostaje no estaba completado, en su intento por salir a pista delante de Kovalainen. Un intento que acababa con un mecánico de Ferrari por los aires, por fortuna con más susto que daño, y con Kimi perdiendo mucho más de lo que hubiese podido ganar con esas milésimas que intentó arañar al crono sin esperar al semáforo verde del futurista sistema de control de parada en boxes de Ferrari. De todas formas, el mal día del campeón mundial iba a empeorar aun apenas unos minutos después cuando, por segunda carrera consecutiva, un motor Ferrari explotaba en plena recta principal. Si en Hungría le había tocado al propulsor de Massa, a punto de completar el 'segundo ciclo', esta vez le llegaba la hora, antes de tiempo, al de Raikkonen en idéntica situación ... y por lo que se sabría después, debido a la misma causa: una partida de bielas defectuosas que se habían montado en ambos motores y que acababan por ceder de forma similar, en el como y en el cuando.

El otro 'sobresalto' de la carrera, en lo que respecta a los puestos de cabeza, también se produjo en el box Ferrari. Poco antes del caótico repostaje de Raikkonen había efectuado el suyo Massa ... y su retorno a pista casi le cuesta un disgusto. Cuando Felipe buscaba situarse cuanto antes en el carril de aceleración para retornar al circuito, allí ya estaba el Force India de Adrian Sutil y faltaba poquito para que ambos se tocasen, viéndose obligado el ferrarista a 'levantar el pie' para evitar tanto el golpe contra el otro monoplaza como contra el safety car que ocupaba el poco espacio disponible a la derecha entre el Force India y el muro. Aunque el enigmático cartel de 'el incidente será investigado por los comisarios tras la carrera', mantenía la clasificación en suspenso por un tiempo tras terminar la prueba, al final esa sería el mayor preocupación que tendría Massa en todo el día. En pista, su carrera fue impecable, como la de Hungría pero sin 'sorpresas' de última hora, consiguiendo una merecida victoria que, unida al abandono de Raikkonen, le sitúa como 'mejor Ferrari' en la general del campeonato y como más cercana amenaza de Hamilton, que sale de Valencia más líder de lo que entró. El británico pasó un fin de semana complicado por problemas de salud, pero cumplió con su parte en carrera, presionando siempre a Massa por si aparecía la más mínima opción de hacerse con la victoria, pero siempre consciente de que el segundo puesto era un botín preciado y, en realidad, lo máximo a lo que podía aspirar.


...pero entre los muros de hormigón que delimitaban la pista el espectáculo fue nulo

Massa, Hamilton y Kubica festejan sus tres primeras plazas en calificación...

...y repiten exactamente en las mismas posiciones en el podio final

El podio lo completaba el tercero en parrilla, Kubica, que sufría unas primeras vueltas algo preocupantes, cuando no podía seguir el ritmo de los de cabeza, al parecer por habérsele enganchado una bolsa de plástico en la intrincada aerodinámica de su BMW. Ello le hizo perder contacto con los dos de cabeza y para cuando el problema se resolvió sólo, al rasgarse la bolsa, la diferencia era demasiado grande como para pensar en nada más que en contener a los que venían detrás. De estos, con Raikkonen autoeliminándose en el repostaje, sólo Kovalainen era amenzana, pero aunque llego a rodar unos metros por delante del polaco nada más cumplir su primer repostaje, este restableció de inmediato la situación y a partir de ahí ya no cambió nada en ninguna posición relevante de la clasificación, con el adelantamiento de Nakajima a Barrichello por la decimoquinta plaza como única variación de posición en pista en lo que quedaba de carrera ¡que aburrimiento!

Tras los cuatro primeros, las posiciones se definireron también pronto. Trulli se hizo con la quinta en detrimento de Vettel, magnífico sexto en todo caso con el Toro Rosso, y Glock fue el que mejor partido sacó de la fallida 'apuesta al safety car' que hicieron muchos de los que no entraron en la Q3 y optaron por ir a una sola parada. El germano, que había pasado a Alonso nada más arrancar, rodó siempre a buen ritmo y acabo por situarse en los puntos por delante de Rosberg y Heidfeld, que se disputaron el punto restante, con ventaja para el de Williams por delante del de BMW, de nuevo tremendamente flojo en calificación.

Se acababa así, ¡por fin!, una carrera que, quizas, por tan esperada y publicitada acababa por resultar probáblemente todavía más decepcionante ... por mucho que tanto en la retransmisión en directo como, luego, en la mayoría de la prensa nacional, todos se empeñasen en 'poner por las nubes', no se si confundiendo éxito publicitario (indudable) con deportivo (inexistente) o, lo que es peor, aplicando eso que no se que gurú americano de la prensa decía de 'no dejes que la verdad te estropee una buena noticia'. Pero bueno, ya sabemos todos, o deberíamos saber, como son estas cosas. Al menos, ahora viene Spa, una 'pista de verdad', en la que pilotos y monoplazas pueden expresarse al máximo de sus posibilidades, cosa imposible en trazados tan artificiales como el del 'Valencia Street Circuit'.