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Sergio Vallejo dio en Córdoba un paso casi decisivo camino del título tras ganar un rallye en el que sólo Fuster le presentó batalla por la victoria. La retirada por salida de carretera del levantino, permitió un tranquilo 'doblete' para el Team Nupel, con Xevi Pons guardando las espaldas de Vallejo y Aviñó completando un podio cien por cien Porsche.
CRONICA

Con sólo uno de ‘los míos’ en la bastante escasa lista de inscritos del Sierra Morena y un buen montón de trabajo pendiente en la oficina (muchos ya están pensando en la próxima temporada y toca ir preparando dossieres para convencer a los siempre esquivos patrocinadores), decidía a media semana cancelar mi reserva de hotel en Córdoba, ahorrarme el largo desplazamiento hasta la ‘capital de los califas’ y dejar en manos del amigo César (al que, desde Madrid, el rallye le quedaba más cerca... o en su caso, ¡más o menos igual de lejos que el resto de los del calendario!) la labor de sacar fotos en la novena prueba del campeonato de España. Una decisión que me permitía adelantar tarea durante el fin de semana mientras mantenía ‘un ojo’ en la web de tiempos del rallye cordobés y, de paso, informaba de cómo iba la prueba a mi ‘enviado especial’ a las cunetas de la cita andaluza del nacional de rallyes, antepenúltima del año, con el campeonato aun si decidir y, sin embargo, me da la sensación que sin levantar excesiva expectación.

Con su victoria en Córdoba, Vallejo dio un paso casi decisivo hacia el título, un triunfo en el Costa Brava ya le coronaría campeón

En su retorno al Porsche, Pons estuvo en su papel de 'escudero' y el segundo puesto le da un liderato más virtual que real

Fuster se lo estaba poniendo difícil a Vallejo hasta su salida de carretera en el primer tramo de la tarde

Y es que, a decir verdad, la situación de la tabla provisional del nacional antes del Sierra Morena, con Ojeda y Pons por delante de Vallejo y Fuster, no dejaba de ser un tanto engañosa, ofreciendo un panorama más igualado de lo que era en realidad. Los dos primeros, los pilotos de los N plus, tenían ya el cupo de siete resultados cubierto y pocas opciones de mejorarlos en lo que quedaba, mientras que los dos siguientes, los de los Porsche GT, entraban en terreno favorable y podían aun sumar tres resultados completos, en el caso de Vallejo, y dos en lo que respecta a Fuster. Con todo ello en mente, ya era significativo que el teórico líder del campeonato, Enrique García Ojeda, no fuese de la partida en Córdoba, consciente de que contra los Porsche poco o nada iba a tener que hacer en un terreno en nada favorable a su Subaru y en el que, para incrementar su cuenta en el campeonato, debía clasificarse como mínimo tercero… y ello para conseguir nada más que un par de puntos. Algo que, con los Porsche de Vallejo y Fuster más el añadido de la unidad ‘exNupel’ en manos de Xevi Pons (el EVO X parece ser que ya se va a quedar en casa lo que resta de temporada) y la presencia del también rápido 911 del levantino Aviñó (de retorno al campeonato tras su desventurada expedición a Canarias) se presentaba como ‘misión imposible’. Un quinto Porsche, el de Entrecanales, completaba un quinteto de GTs alemanes que eran la punta de lanza de una lista de inscritos, en la que faltaba también el Fabia S2000 de Hevia (que no tenía previsto el rallye andaluz en su mini programa 2009), y en la que Monarri quedaba poco menos que como único representante de los N plus, esa ‘solución de emergencia’ de la federación para que los GT no arrasen que, con el paso de los meses, está perdiendo fuelle en vez de ganarlo. El Subaru del madrileño sólo estaba acompañado en la categoría por el EVO IX del local Caballero, mientras que el otro EVO IX de la parte alta de la lista de participantes, el del veterano Emilio Segura, estaba encuadrado en la categoría de Producción, para la que partía como claro favorito ante un Esteban Vallín que acudía a Córdoba con su Suzuki, aunque la prueba no fuese valedera para la Copa Swift, en busca de los puntos para la categoría que le privó de sumar la avería de Llanes.

Los Clio R3 de Vinyes, los asturianos Pérez, Arias, Cima y Palacio, el cántabro Mantecón y el portugués Oliveira, y los S1600 de los andaluces David Pérez (Peugeot 206) y Javier Galán (Fiat Punto) completaban la nómina de aspirantes a un puesto entre los diez mejores en un rallye que presentaba sólo 35 participantes con coches homologados para competir en el Campeonato de España, cifra realmente pobre pero que, por desgracia, ya no es novedad esta temporada y que debiera hacer reflexionar a quien elabora los reglamentos técnicos y las normativas que rigen en un campeonato cada día más restringido en cuanto a vehículos que pueden participar en él, cada año más caro en todos sus aspectos para pilotos y organizadores y, para colmo, cada vez con menos difusión en los medios de comunicación… toda una ‘pescadilla que se muerde la cola’ que está llevando al, en teoría, certamen nacional más importante, a una situación cada vez más triste y, lo que es peor, sin que se vea ni siquiera la más mínima esperanza de que las cosas mejoren a corto plazo.

Aviñó acabó subiendo al podio pero nunca estuvo en los tiempos de los otros Porsche

Cuarta plaza para Monarri que apenas si tuvo oposición entre los N plus

El quinteto de Porsches en el Sierra Morena lo completaba el de Entrecanales, que volvió a durar poco en carrera

Con una lista así y una previsión meteorológica llena de soles sobre el mapa del tiempo de la zona, las apuestas estaban claras: el rallye iba a ser una especie de ‘copa Porsche’ y el duelo por la victoria, si es que lo había, se debería centrar entre Vallejo y Fuster, con Pons en presumible papel de ‘escudero’ del gallego. Esto último se podía deducir del comunicado previo a la prueba del equipo Nupel, que definía el papel de Xevi con frases como “el objetivo de ayudar al equipo más que nunca, ha llevado al actual líder del certamen, Xevi Pons, a tomar la salida en este Rallye Sierra Morena con el Porsche GT3” o “es básico el trabajo en equipo”. Vamos, en el más puro estilo ‘Ferrari-Schumacher-Barrichello’ de los viejos tiempos… algo, por supuesto, perfectamente legítimo, que aquí no existe esa absurda normativa que prohíbe las ordenes de equipo, pero que, desde el punto de vista del aficionado no deja de ser un tanto decepcionante, ya que, por mucho que se puedan entender los intereses publicitarios del patrocinador, resulta cuando menos injusto que un piloto con claras opciones al campeonato deba renunciar prácticamente a ellas para ayudar a su compañero de equipo a conseguir un título que también podría ser suyo si tuviese ‘libertad de acción’.

Dispuesto a comprobar si esos pronósticos se cumplían, me levantaba el sábado por la mañana a tiempo de seguir por internet los resultados de la primera especial del rallye, Pozoblanco, pero sin tener que pegarme el madrugón que César y Antonio se daban para estar a pie de tramo y empezar a sacar las fotos que ilustran esta crónica. Mientras ellos tomaban posiciones en la cuneta yo me situaba ante el ordenador y, antes, de acceder a la página de los tiempos en directo de la prueba cordobesa, hacía mi habitual rápido repaso por la prensa nacional, lo que significaba toparme con una de esas noticias que nunca quieres leer, la del repentino fallecimiento de Andrés Montes. El baloncesto siempre ha sido ‘mi primer amor’ en esto de los deportes, aunque últimamente lo siga bastante menos asiduamente de lo que acostumbraba hasta hace unos años. Y para alguien que ama el basket, con la NBA como referencia máxima del mismo, la voz de Andrés (como antes que él, la de Ramón Trecet) han sido siempre tanto un referente como una forma de entender el deporte con la que siempre he estado de acuerdo: como un divertimento y un espectáculo (quitándole mucha de esa artificial trascendencia que a veces se le da a algo que no debería ser más que un puro y simple pasatiempo) sin por ello perder nada del rigor a la hora de narrarlo, haciéndote vivirlo, si cabe, con más pasión e intensidad. Así que con la tristeza de ser consciente que ya no le voy a escuchar más eso de ¡¡jugoooón!! cuando un habilidoso base hace una diablura con la pelota, o aquello de ¡¡¡ratatatatataaaa!! cada vez que un tirador encesta otro triple imposible, no podía por menos que pensar en una de sus frases favoritas, la de ‘la vida puede ser maravillosa’… efectivamente, Andrés, tenías toda la razón, puede serlo… pero, y me temo que cuando lo decías tu ya lo tenías muy claro, no siempre lo es… ¡descansa en paz crack!

Joan Vinyes volvió a dominar con autoridad entre los Clio R3, acabando además quinto de la general

Segunda plaza en la Copa de Renault para el primero de los cuatro R3 astures, el de Miguel Arias

César Palacio completó en Córdoba su mejor rallye desde que pilota el nuevo Clio, acabando tercero de los Renault y octavo scratch

Con el ánimo un tanto gris tras conocer tan triste noticia, abría por fin la página de tiempos en directo, que ante la ausencia de radio para seguir la prueba desde aquí (la única prevista para retransmitir por internet se quedaba enseguida sin ancho de banda, lo mismo que la web oficial de la prueba) iba a ser, junto con mis conversaciones vía telefónica con César, mi principal fuente de información sobre lo que pasaba en tierras cordobesas. De entrada, el primer paso por Pozoblanco dejaba un resultado que, según como lo mirases, se podía calificar hasta de sorprendente: scratch para Fuster con 5.6 sobre Vallejo. Y digo, según como lo mirases, porque la lógica y la experiencia de pruebas anteriores indica que, por lo general, Vallejo está prácticamente siempre delante de Fuster con el Porsche pero, por otro lado, uno se imaginaba al gallego ‘usando la calculadora’, consciente de que no se podía permitir otro ‘resbalón’ como el de Llanes, por lo que tampoco se podía esperar que fuese ‘a por todas’ ya desde la salida. Pons y Aviñó, separados por menos de un segundo, cedían ya en torno a 15, mientras que el quinto Porsche, el de Entrecanales, no conseguía completar el quintuplete (¡o como se diga!) de los GT alemanes al ser superado por el Subaru de Monarri, que perdía un segundo por kilómetro con su N plus, lo que significaba dejarse ya casi medio minuto en los 25290 metros del tramo inicial.

En la sexta plaza estaba el granadino David Pérez, que ya el año pasado demostró su buen andar en esas carreteras con el Peugeot del Desafío y que esta vez venía ‘mejor armado’, con un 206 S1600 con el que, de entrada, superaba a todo el pelotón de los R3, entre los que, como es norma, Vinyes ya empezaba a marcar diferencias, seguido por los integrantes de esa especie de copa clio astur que forman Arias, Pérez, Cima y Palacio, quienes, por ese orden, seguían al andorrano en la primera clasificación del día.

El siguiente tramo era el que había sido mi ‘punto de observación’ el año pasado en el Sierra Morena, el de Cerrobejuelas, del que recuerdo sus ondulantes enlazadas surcando los campos de olivos de la zona. Un terreno ideal para los Porsche, especialmente con buen tiempo y piso perfectamente seco como era el caso este año, y en el que los dos 911 del Team Nupel contraatacaban tras verse superados en la especial anterior por la unidad con los colores de la ‘comunitat valenciana’. Eso si, de nuevo con relativa sorpresa, ya que el scratch era para Pons, en sólo su tercer rallye con el GT, y además la unidad más veterana y menos evolucionada de las dos que lucían los colores azul y blanco del equipo gallego. De todas formas, Vallejo sólo cedía cinco décimas ante su compañero de equipo, pero le sacaba casi ocho segundos al inmaculado Porsche blanco de Fuster y eso le permitía hacerse con el liderato, aunque fuese con apenas un par de segundos de ventaja. La lucha Vallejo-Fuster por la victoria estaba servida, con Pons, a 8.5, como ‘vigilante’ a la espera de acontecimientos, Aviñó ya descolgándose, a 25.6 y Monarri haciendo ya suya sin agobios la quinta plaza ante el temprano abandono de Entrecanales, al que le volvía a fallar su siempre frágil 911, que acababa el tramo ‘renqueante’ y ya no iría más lejos.

Un pinchazo retrasó a Fran Cima, que pese a ello acabó ganando la Junior...

...por delante de Jonathan Pérez, que también pinchó y perdió más tiempo en el lance

El granadino David Pérez cuajó un muy buen rallye, acabando sexto scratch con su 206S1600

Tras informar por teléfono a César de los tiempos de los dos primeros tramos, y escuchar sus sensaciones a pie de cuneta, que coincidían bastante con como iba la carrera, ya que los que le habían dado más sensación de ir fuerte en Pozoblanco habían sido precisamente los autores de los dos mejores cronos allí, Fuster y Vallejo, tocaba pausa hasta el siguiente bucle, lo que aprovechaba para ir completando otras tareas antes de volver, a eso de las 12:20, a ponerme delante de la pantalla de tiempos para ver cuales habían sido los resultados de la segunda pasada por la especial que había abierto el rallye, que arrancaba a las 12:07 y los primeros debían recorrer en apenas 15 minutos. Pero pasaba el rato y no salía ningún crono, con lo que ya empezaba a pensar en una posible neutralización (César me había comentado que, pese a lo temprano de la hora, había mucho público en las cunetas), cuando a eso de las 12:40 surgían los primeros tiempos, ¡sorprendentemente tres minutos mejores que los de la pasada anterior! Y aunque es obvio que en la repetición de un tramo siempre se suele mejorar, hacerlo en tal magnitud sobre menos de treinta kilómetros es algo imposible. Algo raro pasaba, y un vistazo a la longitud de la especial en la cabecera de la clasificación me daba una pista: si ‘Pozoblanco 1’ figuraba con 25.29 kilómetros de longitud, ¡resulta que al lado de ‘Pozoblanco 2’ aparecía un 20.99! La explicación llegaba poco después, en forma de comunicado de prensa de la organización relatando como el exceso de público en las paellas de la parte inicial había hecho tomar la decisión de ‘mover’ la salida algo de más de cuatro kilómetros, como ‘solución salomónica’ para evitar la neutralización de la especial. Algo que, en un rallye con sólo 8 tramos, pero todos ellos de notable longitud, iba a dejar la prueba ciertamente algo coja de producirse. Así que, del mal el menos, se salía un poco más adelante, ‘escapando’ de los siempre sufridos y diría que cada día menos apreciados espectadores, y se seguía adelante, librándonos al menos de perder un tramo por tercer rallye consecutivo.

Pero con 21 o con 25 kilómetros, el resultado era el mismo, scratch de Fuster, que recuperaba el liderato ante un Vallejo al que, de nuevo, volvía a superar Pons en el parcial. Las distancias entre los tres primeros se mantenían ciertamente apretadas, ahora con el levantino en cabeza, el gallego segundo a 2.4 y el catalán manteniéndose tercero y exactamente a la misma distancia del líder, 8.5. Unas diferencias que se ‘encogían’ aun más tras el último tramo de la mañana, segundo paso por Cerrobejuelas, en el que Pons repetía scratch, recortando siete décimas a Fuster, mientras este extendía ligeramente su liderato, al sacarle otras seis a Vallejo, lo que dejaba la general a mitad de rallye con Miguel líder, Sergio a 3.0 y Xevi a 7.8. Una situación que sería de ensueño en otras circunstancias, con tres pilotos luchando por la victoria con tres coches muy similares, pero que, en realidad, era bastante menos apasionante, ya que Vallejo no se la podía jugar, y Pons debía de seguirle sin pasarle, con lo que el duelo, aunque cerrado, no lo era tanto como hubiese podido ser sin los puntos del campeonato como objetivo último para el de Meira y sin las presumibles ‘consignas desde el box’ para el catalán.

Emilio Segura se llevó la categoría producción al volante de este EVO IX

El local José Antonio Caballero acabó decimosegundo con el único Mitsubishi Nplus presente

Muchos problemas para el cordobés Javier Galán, decimosexto con su Punto S1600

Tras el trío de cabeza, Aviñó seguía viajando en tierra de nadie, ya casi a un minuto y ‘con un ojo en el retrovisor’, no fuese a ser que Monarri, que le seguía a poco más de veinte segundos, le pudiese dar algún susto. En ‘otra guerra’ venía Vinyes, con cerca de un minuto de ventaja sobre su más cercano rival entre los R3, que era Arias, quedándose poco menos que sólo en la ‘persecución en la distancia’ de Joan, una vez que tanto Jonathan Pérez como Fran Cima habían perdido toda opción tras sendos pinchazos. Johnny se dejaba cinco minutos en Pozoblanco, al tener que parar a cambiar la rueda, y Fran cedía más de tres en Cerrobejuelas, al hacer diez kilómetros con la goma ‘fuera de combate’. Entre los dos primeros Clios se intercalaba David Pérez, que seguía marcando buenos cronos con esa especie en extinción que son en nuestro campeonato los otrora omnipresentes Súper 1600.

Si el rallye tenía algún interés, aunque fuese el en cierto modo ‘morboso’ de ver, a igualdad de coche, al a veces excesivamente vilipendiado por la afición Fuster ir por delante del mucho más popular en las cunetas Vallejo, este se acababa en el rasante de Posadas. Miguel ‘volaba’ más de la cuenta, aterrizaba con el Porsche descolocado, y no podía evitar acabar golpeando la trasera del GT contra unos arbustos para acabar quedando ‘fuera de juego’, con el precioso 911 reposando dañado entre los árboles que bordeaban el asfalto. Ahí se acababa toda la incertidumbre que podía haber respecto al nombre del ganador. Vallejo se hacía con el scratch y el liderato, seguido por Pons, a 1.8 en el parcial y 6.6 en la general, distancia que, por si quedaban dudas de que ‘funcionaba la pizarra’ en el Team Nupel, se incrementaba de forma exponencial en el siguiente tramo, en cuyos 22.8 kilómetros Pons cedía nada menos que 26.5 segundos.

Esteban Vallín cumplió su objetivo de sumar puntos para el certamen de Producción, acabando segundo de la categoría con el Suzuki Swift

La expedición asturiana a Córdoba la completó José Antonio Suárez, que tuvo que abandonar por rotura de motor cuando estaba haciendo un buen rallye

El local Juan Camacho fue decimotercero con un Mitsubishi EVO VIII grupo N

De ahí al final ya no había nada que contar en lo que respecta al primer puesto. Vallejo marcaba los dos restantes scratchs, Pons seguía dejándose su buena cantidad de segundos en cada tramo, y al final del rallye el de Meira sumaba una victoria crucial en sus aspiraciones al campeonato, mientras que el catalán, con su segunda plaza, accedía al liderato del mismo. Un liderato tan o más virtual que el que tenía Ojeda tras Llanes, ya que Xevi no sólo tiene que descontar más puntos (sólo le valen ya las victorias para sumar algo y, aun así, cada triunfo le daría sólo cinco puntos) sino que, en buena lógica, su labor en lo que resta de temporada será la misma que en Córdoba, hacer de ‘guardaespaldas’ de Vallejo camino de un título que el gallego parecía iba a ganar sin problemas a inicio de año, pero que se le complicó más de la cuenta después… aunque ahora se le vuelve a poner de cara, ‘gracias’ en buena medida a ese sistema de puntuación que permite descontar nada menos que cuatro resultados y contra el que su equipo clamaba ruidosamente la pasada campaña… pero del que ahora nadie tiene nada malo que decir aunque, personalmente, nos siga pareciendo igual de desafortunado que entonces, beneficie o perjudique a quien sea.

Con Fuster fuera, Aviñó ocupó el tercer escalón del podio, completando el segundo triplete Porsche en el Campeonato de España 2009 y significando la sexta victoria del 911 esta temporada. Unos resultados que, hablo de memoria, debe de ser la primera vez que se dan en tal cantidad y calidad, porque no recuerdo si ni siquiera en los más gloriosos tiempos de los 911SC, con Zanini, Beny o Etchebers entre otros, llegase a producirse tal dominio de los espectaculares GT alemanes. Si eso es bueno o malo para nuestros rallyes se puede estar discutiendo horas y horas. Como ‘porchista’ que siempre he sido, me encanta ver estos coches en acción y sigo pensando que cuantos más ‘aparatos’ que puedan dar ‘sensaciones’ al espectador, mejor que mejor… pero también parece claro que el de los ‘GT a la española’ es un camino que no lleva muy allá, y los ‘parches’ para evitar un pseudo monomarca Porsche, como ha sido la aparición del grupo N plus, no dan sensación de ser solución alguna. Entre eso y lo inaccesibles económicamente que son los S2000 para las depauperadas economías de los contendientes en nuestro nacional, el panorama no es ciertamente halagüeño… o al menos eso me parece a mi, aunque también puede ser que yo vea el vaso medio vacío en lugar de verlo medio lleno, ¡no digo que no!

Decimocuarta plaza para el Clio Sport del andaluz Oscar Gil

Sólo dos participantes en clásicos, con fácil victoria para Vicente Cabanes y su Opel Manta GT/E

Entre los regionales, el primer puesto fue para el cordobés Martinez Saco con este EVO V

Volviendo al desenlace del Sierra Morena, los tramos de la tarde no trajeron novedad alguna en las posiciones tras los Porsche, salvo la obvia de que todos ganaron un puesto con el abandono de Fuster. Monarri, completó un muy buen rallye con el Subaru, acabando cuarto a tres minutos dieciocho segundos, lo que es algo más de segundo por kilómetro, bastante menos de lo que le separó de los GT en sus anteriores participaciones con el Impreza. Vinyes fue quinto, dominando de nuevo la Clio sin agobios, pese a estar algo griposo, tener un susto con una piedra que le golpeó el cubrecarter y tomarse la tarde con relativa calma. David Pérez acabó sexto y claramente destacado en cabeza a efectos del Campeonato Andaluz, luego de un convincente rallye con el Peugeot 206S1600. Arias se impuso en la oficiosa ‘copa Renault asturiana’, siendo séptimo de la general por delante de César Palacio (en franca progresión con el R3 y obteniendo su mejor resultado desde que estrenó el coche), de Fran Cima (que se llevó, como consolación, la victoria en la Junior) y de Jonathan Pérez (que siendo segundo de los más jóvenes se aseguró ya el título, aunque seguro que le resultó más satisfactorio el hecho de rodar toda la tarde en los tiempos de Vinyes).

Los cuatro Clios astures completaron el top ten de un rallye que finalizaron 27 coches en la clasificación del nacional, a los que acompañaron en la llegada a Córdoba siete de la categoría regional, entre los que el más rápido fue el EVO V del fugazmente mundialista Martínez Saco, que sigue en la brecha con objetivos evidentemente más modestos pero no por ello deja de ser siempre protagonista en su tierra, Córdoba. Una bonita ciudad que este año no visitamos, por primera vez en unas cuantas temporadas de asistir tanto a la subida a Trassierra como, el año pasado, al rallye Sierra Morena, pero a la que espero volvamos el año próximo. Ello sería señal de más participación y más interés en una prueba que el nacional necesita, aunque sólo sea para que haya un mínimo reparto geográfico en un certamen que, por muy cómodo que nos resulte a los del norte, está demasiado centrado en la esquina superior de la península como para pretender que tenga un amplio seguimiento en el resto de España… especialmente si no hay ni una televisión que le dedique siquiera unos míseros minutos, si no es en contadas ocasiones y, la mayoría de las veces, para sacar a la luz los aspectos más negativos de una especialidad, los rallyes, que no acaba de cuajar en eso que se llama ‘el gran público’. Aunque, me temo, que eso es, desde hace mucho tiempo, una batalla que tenemos que resignarnos a dar por perdida.
ASÍ QUEDA EL CAMPEONATO DE ESPAÑA A FALTA DE LOS DOS ÚLTIMOS RALLYES

El resultado del Sierra Morena deja el campeonato casi visto para sentencia aunque un vistazo a la clasificación general del certamen no de esa sensación. El caso es que el título podría quedar decidido ya matemáticamente en el Costa Brava, y ello sería además en favor del que, ahora mismo, figura como tercero en la tabla, Sergio Vallejo. Pero, en virtud de la controvertida norma de los 'siete resultados válidos', un triunfo del de Meira en tierras catalanas elevaría su total de puntos a 240, cifra que ya sería inalcanzable para los otros pilotos que continúan con opciones: Fuster, aun siendo segundo en el Costa Brava y ganando el Shalymar, sumaría un máximo de 235, mientras que con iguales resultados, Ojeda llegaría a 233.5 y Pons se quedaría en 230, por lo que ninguno podría superar a Vallejo aunque este no puntuase en Madrid. Realmente, a Sergio no le hace falta siquiera ganar ninguno de los dos rallyes que restan, ya que con sumar 35 puntos entre ambos se pondría fuera del alcance del que más alto total puede conseguir, Fuster, cuyo máximo es de 240 si vence en las dos pruebas que restan. Algo que de conseguir Ojeda le llevaría hasta los 238.5 y de hacerlo Pons significaría un total de 235. Y para totalizar esos 35 puntos, a Vallejo le sería, de sobra, con dos cuartos puestos. Así que, salvo sorpresa mayúscula, en forma de debacle para el piloto número uno del Team Nupel, el campeonato 2009 parece ya más que decidido en su favor, sólo le falta rematar la faena.

   
VIL.
CAN.
CANT.
RIAS
ORE.
FER.
PRI.
LLA.
S.M
TOTAL
1 PONS
30
37.5
30
30
30
0
37.5
(25)
30
225
2 OJEDA
25
34.5
35
27
-
27
45
27
-
220.5
3 VALLEJO
0
52.5
0
0
35
30
52.5
0
35
205
4 FUSTER
35
45
25
35
0
0
0
30
0
170

Esta 27ª edición del Rallye Sierra Morena podríamos definirla como una pequeña copa Porsche. Todos teníamos claro antes de empezar que los coches de la marca alemana iban a dominar la prueba de principio a fin, y así fue. La única emoción era ver si Miguel Fuster podría plantar cara a un Sergio Vallejo que, sacando la calculadora, no necesitaba ganar. Por si fuera poco, el gallego llevaba como refuerzo a Xavi Pons que abandonaba un Mitsubishi que de forma inexplicable había perdido todo su rendimiento, para ponerse a los mandos de un Porsche sin tantas evoluciones como los de Fuster o el propio Vallejo. A pesar de todo, Pons estaba en los tiempos, lo que nos hace pensar en si las evoluciones de los GT alemanes sirven para algo, o es que realmente su compañero de equipo simplemente pretendía asegurar un resultado, y se encontró luchando con Fuster sin quererlo.

El caso es que el rallye se terminó con el abandono del piloto alicantino, dejando todo en manos de la pareja del equipo Nupel. Pons comenzó a perder tiempo de forma escandalosa, dejando claro que, a pesar de que el nacional podría ser suyo, en caso de que finalmente gane uno de los coches del equipo será el de Vallejo.

De quien si esperaba algo más fue de Manuel Aviñó, sobretodo tras su gran inicio de temporada tanto en el Rallye Vilajoiosa como en Canarias hasta que sufrió aquella salida de pista. Tal vez la precaución por no contar con el mismo presupuesto que sus rivales, y no jugarse nada en el campeonato le llevaron a no tomar riesgos excesivos.

Se confirma también el error que cometía al principio de la temporada, y que ya comenté en esta misma columna hace algunos meses. Los grupo N Plus no pueden con los GT. De acuerdo que el único coche con alguna posibilidad dentro de esta categoría era el de Monarri, y que su Subaru no está tan preparado como el de Ojeda, por ejemplo, pero es que el piloto madrileño no se acercó a los tiempos de los Porsche más que cuando ya estaba todo decidido, y estos empezaron a bajar un poco el pistón.

En cuanto a la organización, podemos hablar de una cara y una cruz. La cara sería la sabía decisión de mover la salida en la segunda pasada por Pozoblanco, en lugar de anular el tramo debido al exceso de público. La cruz, es el motivo que llevo a que hubiese ese exceso de público, y es que entre cada una de las pasadas se abrían los tramos al tráfico, y estos estaban completamente abarrotados, lo que provocaba atascos, y muchos problemas a la hora de volver a ubicar a todos esos coches que se desplazaban. Además, no se permitía a los Ouvreurs hacer su trabajo de una forma adecuada, ya que se veían envueltos en el atasco, y era imposible que viesen gran cosa en los tramos.

En definitiva, se esperaba un rallye propicio para los GT, y tuvimos un rallye dominado por completo por ellos, lo cual justifica perfectamente la ausencia de uno de los candidatos al titulo, Enrique García Ojeda, que además, ya ha participado en dos pruebas en las que no estaba prevista su participación. Hubiera estado bien poder medir en una prueba como esta el rendimiento del Skoda Fabia de Alberto Hevia frente a los Porsche, aunque probablemente en este terreno el asturiano habría tenido muy poco que hacer.