La temporada 2012 de fórmula 1 inició ya su segunda mitad con un enorme susto que añadir a la incertidumbre que la lleva caracterizando desde que empezó la temporada. En el ‘sprint’ antes del verano fue Alonso el que tomó ventaja, a base de aprovechar al máximo con su extraordinaria clase las virtudes de un Ferrari que no es el monoplaza más rápido pero si el más adaptable a las muy variables condiciones que se están dando en cada carrera, propiciadas en gran medida por lo difícil que resulta para los equipos sacar el máximo partido a los siempre enigmáticos Pirelli.

Que en un campeonato marcado por los altibajos de los principales favoritos sea el asturiano quien lidere, con cierta claridad incluso, no deja de ser lógico teniendo en cuenta que Fernando es, con diferencia, el piloto que mejor sabe aprovechar cualquier oportunidad que se le presenta, sea esta en forma de aguacero en calificación, como ocurrió en Silverstone y Hockenheim, o en forma de errores de sus rivales, bajones inesperados de rendimiento de los monoplazas, fallos clamorosos en estrategias o paradas en boxes y hasta simple mala fortuna en forma de pinchazos o accidentes provocados por terceros.

De todo eso ha habido este año en grandes cantidades, y el que menos afectado se ha visto por todo ello ha sido el español (pese a que, finalmente, le ha tocado ser víctima, en Spa, de la peor ‘carambola’ del año), apoyado en un monoplaza que no es el más rápido (realmente eso del ‘coche más rápido’, así, en absoluto, no existe este año, cambiando casi de carrera a carrera) pero si el que muestra un comportamiento más predecible y unas prestaciones con menos altibajos una vez superado el ‘desastre’ inicial de Australia. Todo ello, unido a un trabajo impecable de Ferrari, cuyo ‘muro’ está funcionando mejor que en mucho tiempo, a tener un compañero de equipo que no le restará nunca un punto, como si le ocurre a todos sus rivales (el mal rendimiento de Massa es malo para el mundial de constructores pero ideal para las opciones de Alonso en el de pilotos) y a un pilotaje sin fallo alguno y con enormes aciertos como la sensacional remontada de Valencia, o la fantástica gestión del liderato en Hockenheim, mantienen a Alonso al frente de la tabla con casi una carrera de ventaja, incluso después de sumar el pasado fin de semana el primer cero del año por culpa de las prisas de Grosjean. Qué todo eso sea suficiente para lograr el título dependerá en gran medida de que el campeonato siga como hasta ahora, sin un equipo que domine de forma constante. Si es así, no tengo dudas de quien se llevará el título, será el que menos falle, y ese suele ser Alonso… aunque ni eso basta si te llevan por delante como en Spa.

Afortunadamente, la tremenda ‘montonera’ que propició el agresivo cerrojazo del francés a Hamilton en los siempre conflictivos primeros metros que llevan a la cerrada horquilla de La Source se saldó con más susto que daño (al menos en lo que respecta a lo más importante, el físico de los pilotos) y la sensación que me deja la posterior sanción al galo (reincidente, además, en esto de verse mezclado en incidentes de primera vuelta) es que al piloto de Lotus le va a tocar ser la ‘cabeza de turco’ para tratar de cortar de una vez esa peligrosísima tendencia a ‘tapar huecos’ como sea que la absurda regla del ‘un movimiento’ ha venido propiciando casi en cada carrera desde hace ya demasiado tiempo. Sólo espero que esa ‘tarjeta roja’ a Grosjean sirva de algo y que, de repetirse maniobras de ese estilo, la reacción de los comisarios sea la misma, independientemente del nombre del infractor. Si es así, lo del domingo habrá servido para algo más que para arruinarles la carrera a Alonso, Hamilton y los dos pilotos de Sauber, Pérez y Kobayashi, que se encontraban ante una gran oportunidad de subir al podio tras sus magníficas prestaciones en calificación.

Otro que vio arruinada su carrera en los primeros metros tras una fantástica actuación en la Q3 fue Maldonado pero, en su caso, el venezolano no puede culpar a nadie más que a si mismo. Su llamativa ‘salida falsa’, con la que parecía haber recuperado, de golpe, los cinco puestos de sanción (¡una más!) que recibió por obstaculizar a Hulkenberg en la Q1, sólo fue el adelanto de su posterior embestida al Marussia de Glock que le dejó definitivamente fuera de carrera… y añadiendo dos sanciones más a su ya larga lista de ‘multas’. O Pastor se calma un poco o incluso su innegable rapidez y la gran cantidad de petrodólares que aporta la PDVSA del Presidente Chaves van a ser insuficientes para garantizarle un futuro en la F1.

Ajeno a todos esos líos, Button dio un recital en Spa con un McLaren que, cuando funciona bien, es imparable, sea en sus manos o en las de Hamilton. Pero con  Jenson manteniéndose vivo en el campeonato (aunque con pocas esperanzas) gracias a su triunfo y a los ceros de Alonso y Hamilton, es precisamente este último el que sale más perjudicado del caos de La Source, al no sumar nada y, encima, ver como su compañero de equipo se le acerca y, por eso mismo, tendrá argumento para no echarle una mano y quitarse de en medio si hace falta, algo que nadie duda que será lo que ocurra en Ferrari si, por cualquier circunstancia de carrera, Massa se encuentra por delante de Alonso (algo poco probable, por otra parte, viendo el ritmo de uno y otro). De todas formas, si el McLaren se muestra en lo que queda de temporada, tan competitivo como ya lo ha sido en las tres últimas carreras, la diferencia de puntos que separan a sus dos pilotos del liderato de Alonso puede derretirse como nieve al sol, otra cuestión será poner orden entre ambos para priorizar quien es el que debe de liderar esa caza al piloto de Ferrari.

Similar ‘problema’ al de McLaren lo siguen teniendo en RedBull, con Vettel otra vez por delante de Webber y ambos como más inmediatos perseguidores de Alonso y restándose puntos uno al otro prácticamente en cada carrera. En Spa, Webber tuvo otra de esas carreras grises que protagoniza de vez en cuando (viéndose superado incluso por Massa) mientras que Vettel volvió a dejar en ridículo a todos esos que se empeñan, no entiendo muy bien por qué, en restar méritos a los dos títulos logrados por el alemán. Saliendo el once tras una floja calificación, viéndose incluso retrasado un puesto más por el barullo que se formó en el golpe inicial y con un Red Bull que no tenía suficiente velocidad punta para pasar en Les Combes, Vettel se las arregló para ganar posiciones adelantando por fuera en la chicane y siendo capaz, lo mismo que Button, de hacer toda la carrera a una sola parada para lograr un segundo puesto convincente y que debiera disipar todas las dudas que puedan existir sobre su capacidad para remontar desde el fondo del grupo aun no contando con un coche superior como el que sólo él hizo invencible el año pasado. Por ello, y por estar ya a ‘sólo’ 24 puntos, el más joven bicampeón de la historia se presenta como el principal candidato a dar caza a Alonso en la frenética persecución que ya se ha iniciado en Spa y que continuará este próximo fin de semana en Monza, punto final de la fantástica ‘temporada europea’ que ha producido esta espectacular fórmula 1 2012.