Daniel Ceán-Bermúdez
@daniel_cean

EL MISMO RESULTADO PARA UN AÑO MUY DIFERENTE

Campeonato del Mundo de Fórmula 1 del 2020

Nunca vamos a olvidar el año 2020. Nos ha traído un repentino cambio en nuestras vidas que cuesta trabajo aceptar. Nos ha recordado que la salud siempre es lo más importante. Nos ha llevado a replantearnos hábitos y actitudes. Nos ha mostrado lo mejor y lo peor de la condición humana como sólo las situaciones límite son capaces de hacer.

Inevitablemente, la Fórmula 1, como cualquier otra actividad, se ha victo afectada por la pandemia. Eso sí, aunque obviamente ayudada por su inmenso potencial económico, ha tenido el mérito de salir adelante adaptándose a una situación inesperada que amenazó con arruinar por completo la temporada cuando (como muchos gobiernos, como muchas personas) no supo reaccionar a tiempo ante lo que nadie quería aceptar como inevitable aunque se viera venir con meridiana claridad a poco que se echara un vistazo.

El brusco frenazo de marzo en Australia pudo ser un adiós al 2020. Finalmente acabó siendo sólo un hasta luego. Un molesto retraso para un mundo que siempre tiene prisa, no en vano se basa en la velocidad. Casi cuatro meses después volvió a arrancar, con un calendario que se fue completando a medida que pasaban las semanas y en el que se acabaron incluyendo varios escenario inéditos o felizmente recuperados después de ausencias más o menos largas. Aunque sólo fuera por eso, por ver a los Fórmula 1 actuales rodar en el fascinante Mugello, el espectacular Portimao la inusual variante exterior de Bahrein, el histórico Imola, el siempre evocador Nürburgring o el desafiante Estambul Park, ya hay motivos de sobra para haber disfrutado de una temporada que, por momentos, dábamos por perdida.

Además, en una época en la que resulta tan difícil que ocurra, dos pilotos han estrenado su palmarés de ganadores de Gran Premio. Y, por si fuera poco, lo han hecho al volante de monoplazas que no pertenecían a las escuderías dominantes. Los inesperados triunfos de Gasly con el Alpha Tauri en Monza y de Sergio Pérez con el Racing Point en Sakhir serán dos de los momentos memorables de un año que ha dejado unos cuantos de esos que recordaremos durante mucho tiempo, más allá de lo inolvidable que, por otros motivos, va a ser para todos los que lo vivimos este extraño 2020.

Personalmente, el simple hecho de sentir, en diecisiete ocasiones, ese hormigueo en el estómago que sigo experimentando cada vez que los monoplazas esperan impacientes en la parrilla de salida a que se apaguen las luces rojas del semáforo, ya es suficiente regalo en un año que nos va a dejar pocos momentos de esos en los que olvidarse de todo y simplemente disfrutar.

Por si fuera poco, el 2020 ha deparado unos cuantos hitos históricos, aunque sea sólo en el apartado estético, por el reivindicativo color negro de los Mercedes, o en el meramente estadístico, como el nuevo record de participaciones, establecido por Raikkonen, o de triunfos, logrado por Hamilton, que ha igualado además el de títulos mundiales con la consecución del séptimo de forma más que rotunda.

Camino de esos logros, el insaciable (y todavía increíblemente cuestionado por algunos) genio de Stevenage ha protagonizado instantes para el recuerdo, como la victoria en tres ruedas en Silverstone o su extraordinaria demostración de virtuosismo en el resbaladizo asfalto turco que, por sí solos refrendan lo que las cifras indican.

Porque, como los números claramente muestran, el binomio Hamilton-Mercedes ha vuelto a ser el mejor en un deporte que, inevitablemente, tiene en la importancia del medio mecánico un factor que siempre habrá quien considere injusto, desdeñando tal vez el incuestionable hecho de que los más grandes suelen acabar siempre al volante de los mejores coches por méritos propios y, por tanto, se han ganado a pulso esa ventaja que, obviamente, supone el hecho de contar con el material más competitivo.

De todo eso y del resto de lo que me ha llamado la atención en cada carrera, he ido comentando mis impresiones a lo largo del año a través de mi página personal de Facebook. Han sido unos textos redactados a los pocos minutos de terminar cada Gran Premio, basados en lo visto por la tele y que nunca han pretendido ser resúmenes exhaustivos ni sesudos análisis. Se trata, más bien, de una colección de sensaciones 'en caliente', acompañadas de algún que otro frío número, que ahora, con la temporada ya concluida, he recopilado en este artículo, mínimamente editados a nivel sintáctico y con el complemento de los vídeos oficiales de cada carrera.

La ides es que, leídos uno a continuación de otro, sirvan ahora como mi personal resumen del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 del 2020. Una temporada que, aunque haya acabado deparando el resultado más previsible, ha sido muy diferente a lo esperado y, con el feliz desenlace del terrible accidente de Grosjean en Bahrein, nos ha recordado algo que debemos seguir teniendo muy presenta aunque haya a quien parece que ya se le empieza a olvidar en nuestro día a día de esta muchas veces absurda 'nueva normalidad': cuando la vida está en peligro cualquier precaución es poca.

GRAN PREMIO de AUSTRIA

1ª prueba - 5 de julio del 2020 - A1 Ring

Un par de intervenciones del coche de seguridad al más puro estilo americano y una tasa de abandonos propia de los viejos tiempos acabaron por producir un retorno de la Fórmula 1 cargado de alternativas y con un resultado final llenó de sorpresas, más allá del previsible triunfo de un Mercedes (aunque haya sido el de Bottas).

Ferrari salió del primer envite con una segunda posición muy por encima de las prestaciones actuales del monoplaza gracias a Leclerc, que aprovechó la ocasión al máximo. Sacar más partido era imposible y conseguir lo que logró más que difícil.

En cambio, Red Bull, pese a ser los que estaban más cerca de las 'flechas negras', se fueron de vacío entre la mala fortuna de la avería de Verstappen y el toque entre Albon y Hamilton. Al respecto, diría que fue tal vez demasiado impaciente el tailandés y me pareció rigurosa la penalización al británico. Para mi es el típico incidente de carrera, pero ya sabemos que hoy día se hila muy fino con estas cosas Eso sí, con dos sanciones en dos días a Lewis, no creo que se puedan quejar los que siguen empeñados en que la FIA favorece el séxtuple campeón mundial.

Capítulo aparte me merece la actuación de Norris, que confirmó lo ya apuntado el año anterior. Esta vez salió bien, su gran punto debil hasta ahora, y a partir de ahí estuvo magnífico. Su defensa final ante Sainz (que me sigue pareciendo poco incisivo en los cuerpo a cuerpo) y el decidido ataque a Pérez (de quien esperaba más pero acabó completando una carrera discreta con el Racing Point) son de piloto de raza. En McLaren tienen una apuesta segura para unos cuantos años con el joven británico.

Del resto poco que comentar. Enésimo error de Vettel en su intento de aprovechar un hueco que no existía. Presencia casi anónima de Renault, más allá de algún destello de Ricciardo hasta su abandono, y puntos afortunados para los dos Alfa, Tauri y Romeo, lo que deja sólo sin estrenar su cuenta a Red Bull (inesperado) y Williams (previsible, pese a que Russell parece capaz de mezclarse en la lucha del grupo de atrás este año).

En conjunto, una carrera extraña pero, después de todo, entretenida. Y más luego de tantos meses de espera.

GRAN PREMIO de ESTIRIA

2ª prueba - 12 de julio del 2020 - A1 Ring

Una semana después, la segunda carrera consecutiva de Fórmula 1 en Austria fue muy diferente, no tan impredecible pero no por ello carente de emoción.

El máximo espectáculo lo propició la lluvia el sábado, con una intensa sesión de clasificación remtada por una vuelta absolutamente fabulosa de Lewis Hamilton para conseguir la pole position y sentar las bases de un dominio claro al día siguiente.

El Mercedes sigue siendo el coche más competitivo y en manos del británico es imbatible salvo problemas, errores o circunstancias externas fuera de su control, al estilo de los 'safety car' que esta vez no aparecieron. De todas formas, su compañero Bottas mantiene el liderato del mundial gracias a conseguir al final la segunda posición pese a la heroica resistencia de Verstappen, fantástico el sábado en agua y único capaz el domingo de intentar mezclarse entre las 'flechas negras' en seco. La diferencia del holandés con el segundo piloto de Red Bull, Albon, no sé si deja más claro el gran nivel de 'Mad Max' (es un auténtico fuera de serie) o lo lejos que aún está el coche de la bebida energética de poder pelear de tú a tú con los de la marca de la estrella.

Por detrás de los dos equipos que están un paso por delante, destacar el cara y cruz para los pilotos de McLaren. Brillante Sainz en la Q3, con una gran vuelta final para salir tercero, pero muy desdibujado en carrera. Más allá de que la parada en boxes no fuera buena a causa de una rueda 'rebelde', no tuvo ritmo y volvió a ser escasamente incisivo en las luchas cuerpo a cuerpo. La vuelta rápida final, con gomas blandas, es una buena jugada del equipo que 'maquilla' el decepcionante noveno lugar, sobre todo comparado con el magnífico quinto de Norris, que no salió demasiado bien pero remontó a paso de carga y acabó en tromba, con esa garra y agresividad que cada vez saca más a relucir.

Del resto, mucho mejor esta vez los Racing Point, sobre todo con Pérez, aunque al final no pudiera completar su extraordinaria remontada por el toque con Albon. Pero había que intentarlo y el mexicano es de los que no se rinden. Progreso también en Renault, con Ricciardo de nuevo mucho mejor que Ocón. O Esteban espabila o el año que viene lo va a pasar más que muy mal con Alonso al lado.

Capítulo aparte merece el absoluto desastre de Ferrari. El sábado, el 'desheredado' Vettel le 'mojó la oreja' en agua al 'predestinado' Leclerc, con un resultado igual de malo para el equipo que el de la semana pasada, décimo y undécimo. El domingo, el monegasco tenía prisa por superar al alemán y se lo llevó por delante, acabando en apenas unos metros con la carrera de ambos. ¡Va a ser una temporada muy larga en Maranello!

GRAN PREMIO de HUNGRÍA

3ª prueba - 19 de julio del 2020 - Hungaroring

La pista húmeda de las primeras vueltas animó el Gran Premio de Hungría y evitó lo que hubiera sido un claro doblete de los Mercedes. Lo que el agua no podía evitar era un triunfo de Hamilton porque sobre piso deslizante es aún mejor que sobre seco. Un abrumador dominio como el suyo hoy es inevitable cuando se junta un piloto de inmenso talento con el mejor coche y un piso de adherencia delicada. La vuelta rápida en el giro final fue la puntilla a la carrera y la demostración de que, salvo circunstancias ajenas a su control, va a conseguir su séptimo título mundial a final de temporada... o bastante antes incluso.

El segundo puesto de Verstappen hace disculpar su imperdonable error en las vueltas de preparrilla. No tengo duda de que, además del británico, el joven holandés es el otro fuera de serie de esta Fórmula 1... y si la pista resbala esa sensación se confirma todavía más. Nadie que no sea él hubiera acabado segundo hoy con un monoplaza que no fuera un Mercedes.

Por el contrario, la tercera posición de Bottas y la quinta de Albon, respectivos compañeros de Lewis y Max, dejan claro que el factor humano sigue teniendo influencia por mucho que las mecánicas sean (como siempre han sido, por otra parte) lo más decisivo en el deporte del motor. La distancia entre ellos y los números 1 de Mercedes y Red Bull es la enorme diferencia que hay entre dos buenos pilotos y dos que son extraordinarios.

Del resto, destacar la buena actuación de Stroll, que no es un fenómeno, por supuesto, pero tampoco una nulidad como algunos se empeñan en calificarlo. Hoy, en una carrera complicada, ha ganado con claridad a su mejor valorado compañero, 'Checo' Pérez, después de haberle batido también ayer en la sesión de clasificación para completar esa segunda línea ocupada por los Racing Point ante disgusto del resto de equipos, cada vez más enfadados ante el evidente paso adelante que la 'copia rosa' del Mercedes del año pasado supone para el equipo del padre de Lance.

Y, por supuesto, inevitable comentar el nuevo fiasco de Ferrari, especialmente en el caso de Leclerc, justo por detrás de Vettel ayer y muy lejos del alemán hoy hasta acabar fuera de los puntos, superado cerca del final por Sainz con el McLaren mientras Sebastian terminaba sexto.

El resultado del español es esta vez el único punto para McLaren, ya que Norris, su piloto mejor clasificado ayer (van dos a uno para Lando en ese apartado), volvió a reincidir en su apartado más débil casi desde que empezó en la Fórmula 3, la salida. El británico arrancó fatal y ahí se acabaron sus opciones. El madrileño partió mejor, y aunque le volvió a costar tiempo la parada en boxes (como a muchos, por otra parte, en el caótico primer cambio de neumáticos de intermedios a 'slicks') dificilmente habría terminado mucho más arriba, ya que parece poco probable que hubiera podido con Ricciardo (de nuevo lo único positivo de Renault).

Si acaso Sainz podría haber concluido por delante de Magnussen, que hizo de necesidad virtud cuando comprobó que partir con las gomas de lluvia era un error, montó las lisas justo antes de la salida y, partiendo desde el pitlane, llegó a rodar tercero para ir luego cediendo terreno con el poco competitivo Haas pero, al menos, sumar un par de puntos tan merecidos como inesperados.

Ahora viene una semana de pausa después de este inicio con tres carreras consecutivas en el antiguo Imperio Austro Húngaro, dominadas por los actuales emperadores de la Fórmula 1, los Mercedes. Lo peor para sus rivales es que, visto lo visto, esa va a seguir siendo la situación en las siguientes, pocas o muchas, que se disputen en este atípica temporada. La diferencia a su favor es tal que, salvo sorpresas en forma de lluvia, incidentes que hagan salir al coche de seguridad o averías, ninguno del resto tiene ahora mismo opción a batirles. Así que sólo queda la incógnita de si Bottas, aunque sea a base de regularidad, podrá poner en algún aprieto a Hamilton en la lucha por el campeonato. Sinceramente lo dudo y, es más, sería hasta injusto que el finlandés acabara ganando de ese modo, que me parece el único posible. Porque, simple y llanamente, Lewis es muy superior.

GRAN PREMIO de GRAN BRETAÑA

4ª prueba - 2 de agosto del 2020 - Silverstone

La Fórmula 1 es un espectáculo tan extraordinario que puede acabar siendo absolutamente imprevisible y emocionante incluso cuando parece más previsible y aburrida.

El final de carrera en Silverstone pasará a la historia por el triunfo de Hamilton resistiendo en cabeza con una rueda que se iba desintegrando. Al final, a base de manos y con el corazón en un puño, logró cruzar la meta como ganador de una carrera que era suya desde su prodigiosa vuelta para lograr la 'pole position' y que, sin embargo, hubiera perdido de no resignarse en Red Bull a la derrota antes de tiempo.

El doble pinchazo de los Mercedes convirtió en error fatal la decisión de optar por el premio menor del punto extra de la vuelta rápida con Verstappen en lugar de haberlo dejado seguir cerca de los líderes por si ocurría lo que al final acabó pasando, que surgiera una oportunidad de última hora gracias al desgaste de las gomas duras. Algo que no era nada descartable, ya que fueron llevadas más allá del límite por todos a causa del temprano cambio de neumáticos propiciado por la segunda intervención del 'safety car' en la parte inicial de la carrera.

Por detrás de los inalcanzables Mercedes y del Red Bull del fantástico Verstappen, un mundo de diferencia con el siguiente grupo, siempre liderado con solvencia por Leclerc, capaz de sacar partido de un Ferrari con el que Vettel se hunde cada vez más. El podio final del monegasco fue afortunado, por las circunstancias en que se produjo, pero muy merecido por su constancia y talento.

A continuación del coche rojo, que brilla tan poco como esa pintura mate que lleva ahora, cara y cruz para McLaren, con Norris mejor el sábado y Sainz más incisivo el domingo en la primera vuelta para ponerse por delante, resistir el primer ataque de su compañero y aguantar al final hasta que, con Lando cada vez más cerca pero dando la sensación de que no iba a llegar a alcanzarle, fue otra de las víctimas de esas Pirelli que, una vez más, no resultaron la mejor publicidad para las bondades del producto de la marca italiana.

GRAN PREMIO del 70 ANIVERSARIO

5ª prueba - 9 de agosto del 2020 - Silverstone

Para batir a los hasta ahora invencibles Mercedes había que hacer algo diferente a nivel de estrategia y contar con un piloto tan fantástico como es Max Verstappen. Red Bull y el holandés se la jugaron clasificando con los neumáticos duros (o, más bien, los menos blandos , duro realmente no era ninguno de los tres compuestos utilizados este fin de semana) y en carrera aprovecharon a la perfección el mayor desgaste de las gomas en los Mercedes para romper el monopolio de las 'flechas negras' en lo que iba de esta atípica temporada.

El triunfo de 'Mad Max' es otra muestra de su descomunal talento y anima el campeonato situándole segundo en el mundial tras Hamilton. El británico no pudo lograr la 'pole position', superado por Bottas, pero se 'vengó' de su compañero rebasándolo en la parte final de la carrera tras retrasar al máximo la segunda parada en boxes pese al mal estado de sus neumáticos traseros. Un riesgo que le permitió poder atacar más en los últimos giros para terminar segundo y, de paso, sumar el punto extra de la vuelta rápida.

La otra prestación más que reseñable del segundo Gran Premio consecutivo en Silverstone fue la de Leclerc, que volvió a sacar el máximo (y algo más) del Ferrari para terminar cuarto a base de hacer un solo cambio de gomas mientras Vettel completaba otra carrera anónima, con nuevo error al principio y sin ritmo ni garra después, para acabar duodécimo.

Notable actuación también la de Albon, obviamente no al nivel estelar de su compañero en Red Bull pero remontando con agresividad y eficacia para acabar quinto por delante de los dos Racing Point. Los 'Mercedes rosa' volvieron a prometer mucho el sábado para acabar decepcionando el domingo, con mención especial en ese sentido para Hulkenberg. El alemán estuvo magnífico en Q3, clasificando tercero y haciendo pensar en que, por fin, iba a lograr el podio que se le resiste pese a llevar más de 175 carreras disputadas. Pero en la carrera enseguida cedió esa posición de privilegio y acabó por ser superado incluso por su muy criticado compañero Stroll, que termino siendo el mejor del equipo en un lejano sexto lugar.

El resto de puestos con derecho a puntos los completaron Ocón, esta vez el mejor de Renault muy por delante de un Ricciardo inusualmente fallón, Norris, que volvió a batir con claridad a Sainz el sábado y también terminó delante el domingo (incluso sin el tiempo perdido en boxes por el español tras otro mal cambio de neumáticos de McLaren es bastante dudoso que Carlos hubiera concluido delante de Lando) y Kvyat, que se impuso por poco en el duelo entre los Alpha Tauri.

GRAN PREMIO de ESPAÑA

6ª prueba - 16 de agosto del 2020 - Montmeló

La máquina es fundamental en el deporte del automóvil en general, y puede que incluso especialmente más en la Fórmula 1. Sin embargo, carreras como la de Barcelona demuestran que el factor humano sigue contando y, en última instancia, marca la diferencia.

No hay duda de que el Mercedes es el mejor monoplaza... pero sin Hamilton al volante no habría ganado esta vez. Y parece claro que el Red Bull-Honda es el siguiente en competitividad... pero sólo en manos de Verstappen.

Que el británico y el holandés terminaran en las dos primeras posiciones, y ocupen esos mismos puestos en la clasificación del mundial me parece, por tanto, muy significativo de la valía de ambos, más allá del excelente nivel de sus monturas. Los dos son ahora mismo el presente y el futuro más inmediato en los Grandes Premios.

Tras ellos, Bottas volvió a evidenciar sus límites, ser tercero con un Mercedes tiene más sabor a fracaso que a éxito. A continuación concluyeron los Racing Point, en su mejor actuación conjunta del año, con Pérez por delante en la línea de meta pero siendo Stroll el cuarto en la clasificación a causa de la penalización de 5 segundos al mexicano por no estar suficientemente atento a las banderas azules.

Sexto terminó Sainz, completando su mejor fin de semana del año, primero en el que supera a su compañero Norris tanto en la clasificación como en la carrera. El ritmo del español fue bueno y eso, junto a una decidida defensa de la posición tras la segunda parada en boxes, le permitió acabar por delante de Albon, de nuevo decepcionante con el Red Bull pese a algún que otro destello, El tailandés se tuvo que rendir y al final conformarse con ser octavo por no ser capaz en las últimas vueltas de superar al único Ferrari en meta, el de Vettel. El alemán se clasificó séptimo a base de oficio y sufrimiento, con una sola detención en boxes para de ese modo, en un todo o nada desesperado, sumar al menos algún punto que, de haber hecho el segundo cambio de neumáticos habría sido imposible. Triste consuelo para la 'Scuderia', con Leclerc fuera de combare y tampoco en situación de haber terminado mucho más arriba de donde acabó Sebastian.

Cerraron los diez primeros Gasly, otra vez el mejor de los Alpha Tauri, y Norris, que volvió a perder posiciones en la salida y luego no fue lo rápido e incisivo que hubiera hecho falta para terminar en un puesto mejor.

En conjunto, el Gran Premio de España resultó la típica carrera de casi cada año en Montmeló, un circuito que todos los equipos se conocen al dedillo y cuyo trazado, magnífico para pilotar y probar, no es precisamente el más atractivo desde el punta de vista del espectáculo. En ese sentido, las perspectivas son mejores para la siguiente cita del mundial en el majestuoso Spa-Francorchamps.

GRAN PREMIO de BÉLGICA

7ª prueba - 30 de agosto del 2020 - Spa Francorchamps

Finalmente no apareció la anunciada lluvia sobre Spa-Francorchamps durante el Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1. Con agua podía haberse producido alguna sorpresa, en seco era imposible salvo que los neumáticos Pirelli hicieran de las suyas como en Silverstone. Pero las gomas aguantaron o, más bien, los de cabeza las hicieron aguantar controlando el ritmo.

El resultado fue, por tanto, el esperado, nueva victoria de Hamilton, que acabó venciendo al estilo Fangio, el de 'ganar corriendo lo menos posible'. En su caso eso significa dar el máximo sólo el sábado, con una vuelta de vértigo para conseguir la 'pole-position'. Alucinante como pasó por 'Pouhon' la que es desde hace unos años 'la curva' del circuito belga, muy por encima de la famosa secuencia de 'Eau Rouge' y el 'Raidillon'. El domingo ya no hacían falta tales alardes y el británico se limitó a controlar sin problemas a su compañero Bottas para conseguir su quinta victoria del año.

El finlandés completó el doblete Mercedes pese al empeño de Verstappen, que no se rindió hasta casi el final aunque eso por poco le cuesta ser alcanzado por Ricciardo, brillante con un Renault en línea ascendente. El australiano acabó a paso de carga, cuarto a escasos segundos del holandés y marcando la vuelta rápida. Tras él, su compañero Ocon confirmó la progresión de los coches franceses logrando la quinta posición al superar en la última vuelta a Albon, otra vez muy lejos de sacarle al Red Bull el rendimiento que consigue 'Mad Max'.

Séptimo concluyó Norris, que se quedó como único representante de McLaren después de la desafortunada avería que privó a Sainz de tomar la salida tras haber sido séptimo el sábado, tres puestos por delante de su compañero.

El resto de posiciones de puntos las consiguieron Gasly, octavo con el Alpha Tauri a base de arriesgar con una estrategia diferente, empezando con los neumáticos duros, y los dos Racing Point, que van a menos y esta vez sólo fueron noveno y décimo, con Stroll por delante de Pérez, muy perjudicado el mexicano por no hacer el cambio de neumáticos durante el periodo de coche de seguridad.

Destacable, en el plano negativo, que el mejor clasificado con motor Ferrari fuese Raikkonen, duodécimo con Alfa Romeo por delante de los dos pilotos de la 'Scuderia' de Maranello, entre los que Vettel terminó delante de Leclerc en los puestos 13 y 14. Un desastre que anuncia otro similar o incluso peor la semana que viene en la carrera de casa, Monza. Esta Ferrari recuerda cada vez más a la de aquel año calamitoso con Alesi y Capelli que convirtió en pesadilla el sueño del italiano de pilotar un monoplaza del 'cavallino'.

GRAN PREMIO de ITALIA

8ª prueba - 6 de septiembre del 2020 - Monza

¡Monza tiene mágia! Ver las tribunas del templo de la velocidad sin público hacía que pareciera una desolada catedral en el desierto. La superioridad de Hamilton iba camino de convertir la carrera en una lucha por esa posición que los ganadores definen como 'ser el primero de los perdedores'. Una pelea interesante por terminar segundo pero sin el extra de emoción que supone batallar por la victoria.

Entonces ocurrió lo inesperado. Un 'safety car' al más puro estilo USA, con 'pit lane' cerrado incluido, pilló por sorpresa al piloto número 1 de Mercedes y le supuso una sanción imposible de compensar por mucho que su ritmo en pista fuera absolutamente bestial.

Con Hamilton condenado a remontar hasta donde pudiera, pero sin opción de recuperar el liderato salvo que sucediera alguna otra incidencia fuera de lo previsto, y Bottas más gris que nunca, la carrera quedaba increíblemente abierta. Mercedes aparte, la igualdad es grande, y las circunstancias hicieron además que las posiciones se mezclaran. Los que habían salido más beneficiados por la intervención del coche de seguridad y la interrupción por bandera roja tras el tremendo batacazo de Leclerc iban por delante de los que habían sido los más rápidos tras los Mercedes desde el principio. Entre los primeros estaban Gasly y Stroll, entre los segundos Sainz, Norris y Pérez.

Dos grupos que se redujeron enseguida a un dúo, el francés y el español. El Alpha Tauri parecía presa asequible para el McLaren a la vista del ritmo de unos y otros durante el fin de semana, pero Gasly sacó a relucir ese talento que había mostrado cuando ganó la GP2 en el 2016. Aunque Sainz fue recortando poco a poco, enseguida se vio que no iba a ser suficiente salvo que el sorprendente líder fallara. Gasly no falló y consiguió su primera victoria en Fórmula 1 y la primera para su equipo con el nombre actual, segunda tras la alcanzada en el mismo escenario por Vettel cuando la escuadra nacida como Minardi en Faenza se llamaba Toro Rosso. Una victoria sensacional y completamente impredecible, justo lo que la Fórmula 1 necesitaba para demostrar que, incluso en su época de mayor dominio por parte de un mismo equipo, todavía hay espacio para las sorpresas, la incertidumbre y la emoción hasta el último metro.

Para Sainz, en su fin de semana más brillante desde que debutó en Fórmula 1, quedó finalmente esa segunda posición que odian los ganadores y con la que no se conformó en ningún momento. Un resultado de esos agridulces, con la alegría de ser su mejor resultado hasta la fecha y la frustración de ver como se le escapaba por un suspiro una oportunidad de oro para lograr el tan ansiado y tan difícil triunfo.

El podio lo completó Stroll, que tiró por la borda sus opciones con una pesíma segunda salida y otro error poco después. Su tercer puesto sería un éxito en cualquier otra carrera pero tiene sabor a derrota para el canadiense.

Cuarto acabó Norris, con menos ritmo que Sainz todo el fin de semana pero el suficiente para servir de excelente escudo defensivo a su compañero y aguantar a Bottas y su escaso ímpetu, a Pérez, desafortunado al final, y a los Renault, mucho menos competitivos que en Spa. Entre Ricciardo, sexto, y Ocón, octavo, terminó la rabiosa remontada de Hamilton que, de todas formas, distancia más en el mundial a Verstappen, retirado después de una de sus carreras más anónimas en mucho tiempo con un RedBull que no funcionó tan bien esta vez.

Así que, después de todo, sin público y sin Ferraris en meta (y casi mejor que fuera así a la vista de su pobrísimo rendimiento), el Gran Premio de Italia acabó haciendo honor a su historia y el templo de la velocidad hizo vibrar a los fieles de la Fórmula 1, aunque fuese en la distancia de la televisión.

GRAN PREMIO de TOSCANA

9ª prueba - 13 de septiembre del 2020 - Mugello

El estreno del mundial de Fórmula 1 en un trazado tan al viejo estilo como es la magnífica pista del Mugello acabó deparando una carrera a la antigua en cuanto a incidencias, número de abandonos y salidas. Creo recordar que no se daban tres arrancadas en un Gran Premio desde el de Austria del 1987 en el trazado entonces conocido como Osterreichring.

Esta vez, Hamilton falló en la primera, se rehizo en la segunda y no cometió errores en la tercera para completar otro fin de semana perfecto, con pole-position, vuelta rápida y victoria. Asegurarse el séptimo mundial antes de que acabe esta atípica temporada es sólo cuestión de tiempo para el británico... y no creo que necesite mucho. Verlo tomar a fondo en la Q3 la vertigionsa sección de 'Casanova-Savelli' y las dos 'Arrabbiatas' fue, con diferencia, lo mejor del fin de semana y de lo más impresionante que recuerdo desde una cámara interior de un Fórmula 1.

Bottas también rodó fortísimo, incluso más rápido en muchas ocasiones a lo largo del fin de semana, y contó con una gran ocasión de batir a su casi imbatible compañero pero finalmente se tuvo que conformar con el segundo puesto en otro doblete Mercedes.

El mejor del resto el sábado había sido Verstappen pero su RedBull falló en los primeros metros de la carrera y provocó uno de los dos accidentes múltiples que diezmaron el grupo. Con el holandés fuera, el tercer puesto fue para su compañero Albon, por fin en el podio después de una carrera muy trabajada.

El tailandés dejó fuera del 'cajón' a Ricciardo, que sigue sacando el máximo partido del Renault y fue esta vez el primero del 'segundo grupo' por delante de los Racing Point. De los dos 'Mercedes rosa', iba mejor situado el de Stroll hasta su fuerte golpe al final que dejó libre el quinto puesto para 'Checo' Pérez.

Sexto, tras partir undécimo, acabó Norris, favorecido por los abandonos para ganar posiciones que difícilmente hubiera podido recuperar con un McLaren mucho menos competitivo que en Monza. Dos puestos por delante del inglés se había situado Sainz el sábado. El español hizo una estupenda primera salida pero arruinó sus opciones poco después con un trompo en pugna con Stroll y luego fue una de las víctimas de la caótica reanudación tras la intervención del coche de seguridad.

El séptimo puesto fue para el Alpha Tauri de Kvyat, mejor todo el fin de semana que el ganador en Monza, Gasly, otro de los que apenas duraron unos metros en competición.

A continuación cruzó la meta Raikkonen, situando otra vez el Alfa Romeo por delante de los Ferrari aunque una sanción de cinco segundos por entrada irregular en boxes le costó un puesto ante Leclerc. El monegasco logró un milagroso quinto puesto en parrilla a base de jugarse el todo por el todo el sábado, pero el SF1000, muy bonito en su decoración conmemorativa, no tenía ritmo alguno y aunque llegó a rodar tercero fue presa fácil para prácticamente cualquiera que se situara por detrás.

Completó los puntos Vettel, dando de nuevo la sensación de que está con la mente cada vez más lejos de lo que tiene entre manos este año. Apenas si contuvo a Russell, que estuvo cerca de puntuar con el Williams pero acabó desperdiciando una gran ocasión con una mala arrancada en la tercera y definitiva cerca del final.

GRAN PREMIO de RUSIA

10ª prueba - 27 de septiembre del 2020 - Sochi

El Gran Premio de Rusia en el sosísimo circuito de Sochi se decidió en buena medida antes incluso de empezar la carrera. Un doble error de Hamilton, al practicar la arrancada en dos ocasiones fuera del sitio permitido, le costó una penalización de 10 segundos que hizo inútil su muy trabajada 'pole-position' y la magnífica defensa del primer puesto en la salida.

Con Lewis fuera de juego, condenado a remontar para llegar tercero, Bottas aprovechó a la perfección la oportunidad. Su buena salida le permitió rebasar a Verstappen, que le había ganado el sábado, y a partir de ahí el mejor ritmo del Mercedes ya fue un obstáculo insuperable para el holandés, que se tuvo que conformar con ser también segundo el domingo.

Cuarto acabó Pérez, excelente todo el fin de semana con el Racing Point, que situó tanto en clasificación como en carrera justo por delante del Renault de Ricciardo, otro de los destacados del fin de semana. El australiano fue quinto los dos días, pese a una penalización de cinco segundos el domingo que no le impidió acabar por delante de Leclerc. El monegasco concluyó sexto después de sacar otra vez el máximo, y hasta algo más, del poco competitivo Ferrari, con el que batió al Renault de Ocón... y sacó de la pista al Racing Point de Stroll en la tumultuosa primera vuelta.

Octavo y noveno, a base de estrategias muy diferentes pero buen ritmo, cruzaron la meta los Alpha Tauri, con el 'local', Kvyat, por delante de Gasly. Completó los diez primeros Albon, otra vez muy lejos del rendimiento de su compañero de RedBull y, además, perjudicado por una penalización de cinco posiciones en parrilla debido a la sustitución de la caja de cambios.

Del resto, destaca en lo negativo la enésima floja actuación de Vettel, deseando que acabe su trayectoria en Ferrari, y la ausencia en las posiciones con derecho a puntos por primera vez en lo que va de temporada de los McLaren. Sainz había logrado una notable sexta posición en parrilla pero, por segundo Gran Premio consecutivo, cometió un error en los primeros metros de carrera. Un fallo que pudo tener consecuencias graves y demuestra lo peligrosas que son esas zonas con escapatorias de asfalto y 'atajos' más o menos tortuosos para volver a pista perdiendo el menor tiempo posible. El golpe de Carlos condicionó además la actuación de su compañero, Norris, que había clasificado peor que el español otra vez (ya está por detrás en la 'batalla de los sábados' que había empezado dominando). Con su muy temprana entrada en boxes para montar los duros, Lando nunca tuvo ritmo y, encima, no se ahorró parar otra vez al final.

GRAN PREMIO de EIFEL

11ª prueba - 11 de octubre del 2020 - Nürburgring

Los records están para ser superados y, tarde o temprano, acaban cayendo por difícil que parezca. El de victorias en Grandes Premios de Fórmula 1 establecido por Michael Schumacher era uno de esos que resultaba poco menos que inalcanzable. Lewis Hamilton ha acabado por igualarlo ganando en uno de los escenarios con más historia del automovilismo mundial, Nurburgring. El 'nuevo' circuito del Eifel (ya cercano a cumplir los 40 años) nada tiene que ver con el legendario Nordschleife pero no es una pista fácil. Y menos con las bajas temperaturas bajo las que estuvo todo el fin de semana.

El sábado, Bottas había batido a su compañero de Mercedes y al siempre rápido Verstappen en un emocionante desenlace de la Q3. El domingo, el finlandés replicó con decisión al británico cuando este le superó en la salida. Pero luego bastó un momento en el que chispeó muy brevemente para que Valteri cometiera un error ante la cercanía de Lewis y ahí perdió la carrera. Por si fuera poco, una avería en su Mercedes lo dejó fuera poco después y acerca todavía más a Hamilton a ese séptimo título mundial que va a lograr este año para igualar el otro récord de Schumacher que parecía imposible.

Tras el inalcanzable británico, Verstappen no se rindió nunca con el RedBull y acabó segundo, con vuelta rápida incluida en el último giro .

Tercero concluyó Ricciardo, logrando ese podio con el Renault que llevaba acariciando varias carreras y consiguió pese al ataque de Sergio Pérez, cuarto con el Racing Point.

La quinta posición fue para el único McLaren en meta, el de Sainz, que ganó posiciones con buen ritmo a medida que caían otros aspirantes a un buen resultado, como su compañero Norris, que había clasificado mejor y llegó a rodar tercero, o Albon, otra vez lejos de sacar el máximo partido del RedBull.

Cerca del español termino Gasly en el sexto puesto, aprovechando bien ese último 'safety car' muy al estilo americano para agrupar el pelotón a falta de pocas vueltas.

Séptimo cruzó la meta Leclerc, que había hecho el milagro de situar cuarto al Ferrari en parrilla, algo imposible de repetir en la distancia de la carrera.

A continuación se clasificó Hulkenberg, llamado a última hora para sustituir a Stroll. Sin poder probar nada, el alemán había sido último en la Q1 pero remontó de forma constante para acabar octavo.

Cerraron los puestos de puntos Grosjean con el Haas, otro de los que sacaron partido del coche de seguridad al final, y Giovinazzi, que se impuso en una curiosa lucha fratricida entre los Alfa Romeo y el Ferrari de Vettel, de nuevo lento y cometiendo errores.

GRAN PREMIO de PORTUGAL

12ª prueba - 25 de octubre del 2020 - Portimao

El de Portimao es un circuito moderno pero tiene características de esos viejos tiempos que tanto añoramos en ocasiones, recordando las cosas mejores y olvidando las peores. De las primeras hay en el asfalto del Algarve ese continuo sube y baja que le imprime carácter. Entre las segundas está su relativa estrechez, que complica aún más esos adelantamientos que siempre han sido un bien escaso.

Unido todo ello a su novedad como escenario para un Gran Premio de Fórmula 1, la expectación por el estreno de la pista portuguesa en una carrera del mundial estaba más que justificada. Si, además, se añaden unas gotas de lluvia para dejar el asfalto en ese estado que lo hace inadecuado tanto para los neumáticos rayados como para los lisos, el resultado fueron unas primeras vueltas de espectáculo total. Con todos los monoplazas calzados con 'slicks', los que habían optado por el compuesto más blando tenían esa pizca más de adherencia que echaban en falta los que llevaban los más duros.

Las inusuales circunstancias las aprovecharon a la perfección y más que nadie tanto Carlos Sainz como Kimi Raikkonen. El español de McLaren protagonizó unas vueltas iniciales fantásticas en las que pasó del séptimo puesto en parrilla a liderar la carrera. Hazaña que tal vez le costó luego caro en lo que respecta a la duración de los delicados Pirelli marcados en color rojo. En todo caso, soy de la opinión de que siempre es preferible en estos casos pecar por exceso, y jugársela llamando la atención, aunque no acabe saliendo del todo bien, que por defecto y permanecer en un prudente pero gris anonimato. El resultado final, sexto, probablemente habría sido el mismo con una carrera totalmente en seco, sin esos adelantamientos de las primeras curvas, pero no habría dejado iguales sensaciones.

Más memorable, si cabe, fue el giro inicial del finlandés de Alfa Romeo, que en una vuelta de videojuego adelantó a diestro y siniestro para situarse sexto desde el decimoséptimo lugar que ocupaba en la formación de salida. Fueron un par de minutos que nos recordaron a su velocísima versión de los años de McLaren, cuando sólo la fragilidad mecánica de aquellos rápidos pero delicados monoplazas creados por Adrian Newey le impidió ser campeón del mundo mucho antes de que lo fuera años después, demostrando entonces más cabeza y paciencia con el Ferrari para sacar partido de aquella temporada de 'guerra civil' entre el bicampeón Alonso y el debutante Hamilton en el equipo de Ron Dennis.

Eso sí, una vez que la humedad se evaporó por completo del asfalto, se puede decir que las aguas volvieron a su cauce. Los Mercedes dominaron como era de esperar, Hamilton pudo una vez más con Bottas como es poco menos que inevitable, salvo error del británico (algo cada día más raro) o jornada especialmente inspirada del finlandés (no tan abundantes como le haría falta). Ni una ni otra cosa ocurrió, así que las dos 'flechas negras' firmaron otro doblete para la marca de la estrella, por delante del siempre tenaz Verstappen, tercero con el Red Bull, y de un Leclerc de nuevo brillante al volante del Ferrari rojo mate.

El monegasco, en la cuarta posición, fue el último que terminó en la vuelta de los líderes. El resto, concluyeron encabezados por Gasly, magnífico de nuevo con el Alpha Tauri. El francés le ganó la partida con decisión en el giro final a Sergio Pérez, lo que acabó costándole dos puestos el mexicano de Racing Point, superado también en última instancia por Sainz.

Los Renault, con Ocón esta vez por delante de Ricciardo tras haber sido más rápido el sábado el australiano para entrar en la Q3, ocuparon el octavo y noveno lugar. El último punto lo sumó Vettel, tras rebasar cerca del final a su antiguo compañero en Ferrari, Raikkonen, que terminó sin el premio que merecía una carrera que había empezado de forma tan espectacular.

GRAN PREMIO de EMILIA-ROMAGNA

13ª prueba - 1 de noviembre del 2020 - Imola

El veterano circuito de Imola hace mucho que no es lo que era. Un cambio inevitable después de aquel terrible fin de semana del primero de mayo del 1995. Pero sigue siendo una pista con personalidad, difícil, que perdona muy poco y en la que los errores se siguen pagando aunque, por fortuna (o, más bien, gracias al progreso), el precio sea más asumible que antes.

Era inevitable que el anhelado regreso al trazado de las inmediaciones de Bolonia se viviera con esa extraña mezcla de alegre tristeza que llamamos nostalgia. Y tal vez por ello, aunque la carrera no acabara resultando especialmente excitante, como era de esperar dadas las características del circuito (estrecho y con escasos puntos para permitir los adelantamientos, incluso con la ayuda del DRS), nos dejó buenas sensaciones. Ver a los rapidísimos monoplazas actuales buscar los límites en la Tosa, en Piratella, en Aqcue Minerale o en Rivazza valió por si sólo la pena aunque la emoción del Gran Premio, en lo que a la lucha por la victoria se refiere, terminara pronto y fuera, además, una sutil pelea a distancia en lugar del siempre más espectacular cuerpo y cuerpo.

Con Bottas en 'pole-position' y Hamilton perdiendo el segundo lugar en los primeros metros ante Verstappen, la esperable remontada del rara vez conformista británico se produjo a base temple más que de rabia. Lewis supo ser paciente para conservar sus neumáticos mientras el finlandés y el holandés le precedían en los giros inicial, y cuando estos se detuvieron en boxes para cambiar las ya castigadas gomas, alargar su primer juego a la vez que, con aire limpio, imprimía un ritmo sensacional. Fueron esas ya famosas vueltas suyas de 'hammer time', como las que protagonizaba Schumacher cuando Ross Brawn le pedía por radio al alemán un objetivo que parecía imposible pero él hacía realidad a base de encadenar giros perfectos con una devastadora eficacia.

Por si fuera poco, cuando Hamilton ya había acumulado ventaja suficiente para hacer su parada en boxes y completarla, si nada fallaba, con un doble adelantamiento virtual a Bottas y Verstappen, el abandono de Ocón activaba un 'virtual safety car' y le regalaba unos segundos extra para incorporarse a pista con ventaja. A partir de ahí ya no hubo carrera porque, además, el Mercedes de Bottas acusaba una pérdida de eficiencia en su fondo plano que no sólo le impedía cualquier intento de inquietar a su compañero si no que, además, le costaba temporalmente la segunda posición ante Verstappen. Parecía un golpe de fortuna a favor del piloto de Red Bull, pero un reventón poco después le dejaba fuera y devolvía el doblete a los Mercedes para celebrar la consecución matemática de su séptimo título consecutivo de campeones del mundo de constructores.

La mala suerte de 'Mad Max' dejó un hueco en el podio que ocupó, por segunda vez en las últimas tres carreras, el siempre brillante Ricciardo, que completó otra prueba impecable con el Renault. A ese tercer lugar podía haber aspirado Gasly, extraordinario cuarto en la Q3 pero traicionado demasiado pronto por la mecánica de su Alpha Tauri. O Sergio Pérez, que lo ocupaba cuando quedó libre pero lo perdió al hacer un último cambio de gomas que, a la postre, resultó erróneo y le envió al sexto lugar.

Por delante del mexicano se acabaron colando Kvyat, que tomó el relevo de Gasly en otro fin de semana de buenas prestaciones de los Alpha Tauri para acabar cuarto, y Leclerc, combativo como siempre en una pista de gran significado para Ferrari, no en vano lleva el nombre de su fundador y su prematuramente desaparecido hijo.

Séptimo y octavo concluyeron los McLaren de Sainz y Norris, que esta vez no fueron tan protagonistas como en otras ocasiones pero mantuvieron un ritmo constante y recuperaron, en el resultado conjunto del equipo, un par de puestos respecto a sus posiciones de salida, con más ganancia para el español, que partía por detrás del ingles y terminó por delante.

La clasificación en sus diez primeras posiciones la completaron los dos Alfa Romeo para conseguir su mejor cosecha de puntos en lo que va de temporada, con tres en total, dos para Raikkonen y uno para Giovinazzi.

GRAN PREMIO de TURQUÍA

14ª prueba - 15 de noviembre del 2020 - Estambul Park

Habrá quienes sigan cuestionando todo lo que Lewis Hamilton haga o diga porque no les cae simpático, no están de acuerdo con sus opiniones sobre temas políticos o sociales, no les gusta su estilo de vida o su modo de vestir... o (desgraciadamente aún queda gente tan miserable y estrecha de miras) les disgusta su color de piel.

Pero, más allá de todo ello, respetable en algunos casos, debatible en otros, inadmisible en el último, carreras como la de Tuequía dejan sin argumentos convincentes a los que todavía se empeñan en minimizar sus logros deportivos, quitar mérito a sus triunfos y cuestionar su extraordinario talento al volante. Porque, guste o no, Lewis Hamilton logró su séptimo título mundial triunfando en el Gran Premio de Turquía del modo en que sólo los más grandes, los elegidos, los que tienen ese algo más que diferencia a los buenos de los mejores son capaces de hacer.

En las muy especiales condiciones que se dieron tras el reasfaltado circuito de Estambul durante un lluvioso fin de semana, el Mercedes no era el monoplaza dominante de otras muchas ocasiones. Con margen de sobra en la clasificación del campeonato tampoco necesitaba el británico hacer nada especial para dar otro paso en el camino de la consecución del campeonato. Pero quiso ganarlo a lo grande, celebrándolo desde lo más alto del podio. Y lo consigiuió gracias a una carrera que resume en sus 58 vueltas todas las virtudes de un piloto excepcional. Valor para buscar los límites sobre un asfalto resbaladizo como el hielo y cuya adherencia iba cambiando casi en cada vuelta. Paciencia para, tras un susto inicial, no precipitarse ni en los adelantamientos ni en los cambios de neumáticos. Sabiduría, aliada con memoria, para controlar la situación, recordar otro momento similar de hace trece años, que le costó muy caro en su temporada de debut, y ver más allá incluso que su equipo a la hora de decidir si volver a parar en boxes. Y la mezcla justa de destreza y sangre fría para conservar unos neumáticos que llevó mucho más allá de lo que nadie podía esperar.

El resultado fue una de esas victorias que, por si solas, merecen su sitio en la historia de la Fórmula 1, Que llegara acompañada, además, de la consecución de su séptimo título de Campeón del Mundo, a falta de tres carreras para el final de la atípica temporada del 2020, es la guinda a un triunfo excepcional.

La doble proeza de Hamilton deja, tan inevitable como injustamente, en segundo plano otras actuaciones magníficas como las protagonizadas por Pérez (de nuevo fantástico conservando las gomas para ser el único capaz, junto al ganador, de sólo cambiarlas una vez), Vettel (renacido en las condiciones en las que empezó a brillar en sus tiempos de Toro Rosso, tenaz en la defensa y oportunista en el ataque final), Leclerc (confirmando todo lo bueno que viene dejando ver desde su dominante campaña en la GP2, aunque su ambición por ser segundo le costara el podio) o Sainz (autor de una espléndida salida, abriéndose paso entre una nube de agua para ganar un buen número de posiciones y siempre rápido y constante luego). Ellos fueron, además, los que menos errores cometieron en una pista en la que lo fácil era equivocarse hasta para un fuera de serie como Verstappen, que esta vez recordó al Hamilton de los primeros años, tan veloz y agresivo como propenso al fallo por exceso.

En conjunto, una carrera para recordar y una nueva demostración de la grandeza de la Fórmula 1. Obviamente no todos los Grandes Premios pueden ser tan extraordinarios como el de Turquía, porque eso es imposible. Pero incluso con todos sus defectos, que obviamente los tiene, el 'Gran Circo' sigue siendo el mayor espectáculo del mundo.

GRAN PREMIO de BAHREIN

15ª prueba - 29 de noviembre del 2020 - Yas Marina

De vez en cuando todos nos ponemos nostálgicos con la Fórmula 1 de otros tiempos y caemos en el error de pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor aunque, en realidad, lo que fue es diferente. No falta incluso quien quita mérito o hasta desprecia los logros de los pilotos actuales porque ya 'no se la juegan'.

Evidentemente, el riesgo es mucho menor ahora que en cualquier otra época, como ha ocurrido siempre a medida que, con el paso del tiempo, la seguridad de monoplazas y circuitos ha ido mejorando.

En cada ocasión que tengamos esos pensamientos o escuchemos esos comentarios no estaría de más recordar lo visto hoy en el Gran Premio de Barhein. Porque en el accidente de Grosjean se combinaron dos de las peores pesadillas de esos 'viejos tiempos' que no siempre fueron tan buenos, un coche atravesando un guardarail y el fuego envolviendo los destrozados restos del vehículo. Por fortuna (que siempre influye en estos casos) y, especialmente, porque la seguridad de estos fórmula 1 es infinitamente mejor que cuando les ocurrió lo primero a Rindt, Cevert y Koinig, o lo segundo a Courage, Williamson o Peterson, todo ha quedado en un enorme susto y heridas leves para el piloto francés.

Estas imágenes de Bahrein nos recuerdan a todos que el riesgo sigue siendo alto y que en cada Gran Premio se la juegan todos, desde el primero hasta el último. Menos que hace diez años, y mucho menos que hace cincuenta, sin duda, porque los tiempos cambian y el progreso ayuda a disminuir el peligro y miniminar los efectos de cualquier accidente.

Sin embargo, ver ese progreso como algo negativo no me parece una opción admisible. Por mucho que podamos añorar algunas cosas de las carreras de otras épocas, el precio que se debía de pagar era excesivamente alto en demasiadas ocasiones. Las llamas, el Haas partido en dos y sus restos calcinados, empotrados contra el que tantas veces ha sido mortífero guardarail, son algo absolutamente inusual hoy día pero eran de lo más habitual años atrás, y con muy trágicas consecuencias casi siempre, en esas carreras que, por eso mismo, no eran, ni mucho menos, tan magníficas y mejores en todo respecto a las de ahora como en ocasiones nos empeñamos en añorar.

Lo que si se mantiene, porque está en la esencia del automovilismo, es ese viejo lema del circo según el cual 'el espectáculo tiene que continuar'. Por eso, superado el mal trago de los minutos iniciales, y mientras un helicóptero trasladaba a Grosjean a un hospital cercano, en el que deseamos tenga una estancia breve, se dio una segunda salida para seguir donde todo había quedado, como suspendido en el aire, mientras conteníamos el aliento esperando conocer las buenas noticias que pronto llegaron sobre el estado del francés.

Una vez reanudada, la carrera tuvo poca historia en lo que respecta a la lucha por la victoria. Hamilton volvió a salir bien y aunque Verstappen intentó inquietarle era imposible que el veloz holandés de Red Bull pudiera poner en aprietos al implacable británico de Mercedes. Tras ellos, con Bottas fallando estrepitosamente una vez más, quedaba un hueco en el podio que se había ganado Sergio Pérez por méritos propios pero que se esfumaba en la humareda desprendida por el motor de su Racing Point a muy pocas vueltas del final.

El tercer puesto lo heredaba Albon, lejos de nuevo de sacarle al Red Bull el rendimiento que consigue su prodigioso compañero de equipo porque, probablemente, como pasa con Bottas en Mercedes respecto a Hamilton, nadie que no sean Max y Lewis es capaz de lograrlo de forma tan eficaz y, sobre todo en el caso del ya siete veces campeón del mundo, tan machaconamente constante.

Por detrás del tailandés concluían cuarto y quinto los dos McLaren, tras una buena carrera de Norris y una excelente de Sainz. El joven británico completaba su buena actuación del sábado con oficio de veterano y el cada vez más experto español se reponía perfectamente de la desafortunada avería sufrida en la Q2 para acabar quinto, remontando a paso de carga desde la decimoquinta posición.

Sexto terminaba Gasly, salvado por la campana en forma de neutralización con coche de seguridad bajo la que concluyó la carrera y que impidió a Ricciardo rebasar al piloto de Alpha Tauri. El australiano de Renault se tuvo que conformar con la séptima posición, dos por delante de su compañero Ocón, que por momentos le precedió y no le ayudó precisamente cuando el ritmo y las estrategias de ambos eran diferentes, mejores además en ambos casos para su siempre rápido y sonriente compañero de equipo.

Entre los dos monoplazas franceses se clasificó Bottas después de una carrera pésima con ese Mercedes que en sus manos no parece tan invencible. La jornada del finlandés se resume en dos malas salidas y una falta general de ritmo y de decisión a la hora de adelantar que le impidió terminar donde las prestaciones de su coche deberían haberle llevado.

Cerró las posiciones de puntos Leclerc en otro fin de semana a olvidar para Ferrari, con los dos coches fuera de la Q3 el sábado y sin ritmo alguno el domingo.

GRAN PREMIO de SAKHIR

16ª prueba - 6 de diciembre del 2020 - Yas Marina Perimetral

La variante perimetral del circuito de Bahrein no es un 'oval' pero acabó deparando una carrera al más puro estilo del reino de este tipo de pistas, la Indycar estadounidense. El Gran Premio de Sakhir terminó siendo una espectacular locura, con un resultado absolutamente inesperado.

El garrafal error de Mercedes en el cambio de neumáticos extra realizado a sus dos pilotos durante la última intervención del coche seguridad (un 'pit-stop' siempre puede salir mal ¡que razón tuvo Hamilton cuando no quiso aquella parada 'gratis' en Turquía!) evitó lo que iba a ser un claro doblete de las 'flechas negras'.

Hasta ese momento, Russell, magnífico en su estreno al volante del monoplaza de Hamilton, dominaba a Bottas, de nuevo muy por debajo de lo que se debe esperar de un piloto que cuenta con el mejor coche de la parrilla.

Aún así, con el pelotón agrupado por el 'safety-car', ambos tenían opción a recuperarse en las vueltas finales, que afrontaban desde el cuarto y quinto puesto. El joven británico lo estaba haciendo, tras aprovechar un fallo del finlandés y superarlo sin contemplaciones antes de pasar a Ocon y Stroll. Le faltaba alcanzar a Pérez, extraordinario en su remontada desde la última posición, a la que le había relegado la embestida de un excesivamente ambicioso Leclerc en la primera vuelta, que acabó además con la carrera de Verstappen.

Pero para ganar hace falta también una pizca de fortuna. Incluso muchas veces basta simplemente con no tener mala suerte.

Un pinchazo detuvo el ataque final de Russell cuando la diferencia que le separaba de Pérez se iba reduciendo a ritmo más que suficiente como para pensar que, después de todo, iba a debutar en Mércedes con victoria.

No iba a ser fácil, porque 'Checo' estaba dispuesto a defenderse hasta el final. Pero no le hizo falta. Una semana después de que le hiciera una faena, dejándolo sin un merecido podio, la caprichosa Diosa de ojos vendados se ponía de su parte y le daba vía libre hacia ese ansiado triunfo que ha devuelto la bandera mexicana a lo más alto de la Fórmula 1 cincuenta años después del segundo y último triunfo del inolvidable Pedro Rodríguez.

En el podio le acompañaron los otros dos pilotos que optaron por la estrategia que al final resultó más efectiva, hacer sólo una parada en boxes en una carrera que, sobre el papel, era más propicia para dos cambios de neumáticos. Segundo terminó Ocón, rápido y efectivo con el Renault, y tercero Stroll, de nuevo fallando en los momentos cruciales de final de carrera pero, al menos, salvando el tercer puesto para completar el mejor resultado de su equipo desde que se llama Racing Point.

A continuación se clasificó Sainz, autor de una carrera impecable con un McLaren que no era tan veloz esta semana como la anterior y primero de los que sustituyeron dos veces las gomas. Un grupo que rodó toda la prueba muy junto y sin apenas cambios de posición, con Ricciardo ganando la partida a Kvyat en la pelea por el que acabó siendo el quinto lugar. El ruso de Alpha Tauri, que por momentos amenazaba a Sainz, al final cedió también ante Albon, sexto después de otra actuación gris con el Red Bull.

Los Mercedes terminaron octavo y noveno, con un desastroso Bottas, totalmente perdido en las vueltas finales, justo por delante del tan brillante como desafortunado Russell, que al menos sumó sus primeros puntos a base de volver a adelantar con furia tras su último retorno a la pista. Las posiciones de puntos las cerró Norris, que remontó desde la última fila de la parrilla de salida después de fallar en la Q2 y sufrir una penalización por cambio de motor.

GRAN PREMIO de ABU DHABI

17º prueba - 12 de diciembre del 2020 - Yas Marina

El Campeonato del Mundo de Fórmula 1 del 2020 ha terminado en Abu Dhabi con un resultado lleno de contrastes respecto a lo que ha sucedido a lo largo del año. En Yas Marina el dominio total ha sido de Verstappen con el Red Bull para cerrar una temporada de clara superioridad por parte de Mercedes. Y tras el holandés han acabado los dos pilotos de la marca de la estrella en el orden opuesto al que han ocupado en la lucha por el título, con Bottas superando en esta ocasión al ya campeón Hamilton, que ha dado la sensación de no estar al cien por cien físicamente. Cerca del británico ha terminado Albon, en una de sus mejores actuaciones con el segundo Red Bull pero, una vez más, muy lejos de su extraordinario compañero de equipo.

A continuación se han clasificado los dos pilotos de McLaren, con quinto lugar para Norris, que ha sacando excelente partido del motor más fresco, y sexta posición para Sainz, otra vez muy sólido. El joven inglés, cuarto el sábado en la Q3, ha completado un muy buen fin de semana, al estilo de los que protagonizó a principio de campaña, y el español ha cerrado una segunda mitad de temporada convincente y llena de resultados positivos. Entre los dos han logrado, además, que su equipo arrebatara el tercer puesto en el mundial de constructores a Racing Point, que ha pasado de la euforia por el triunfo de Pérez la semana pasada a la decepción siete días después por el temprano abandono del mexicano, cuando remontaba de nuevo desde el fondo del grupo, y la gris actuación de Stroll, que sólo ha podido ser décimo.

Delante del canadiense han acabado los del Renault, con Ricciardo en el séptimo lugar a base de ser uno de los pocos con estrategia diferente, ya que no aprovechó la intervención del coche de seguridad para cambiar neumáticos, y Ocón en el noveno, intercalándose entre ambos Gasly. El francés ha mostrado ritmo y agresividad para meter al Alpha Tauri en los puntos, de los que han quedado lejos los Ferrari, en un triste final de año que resume la muy floja temporada de la histórica escudería italiana, relegada al sexto puesto en el mundial de constructores. Una posición en la que hasta ahora había acabado sólo dos veces, en el 1962 y el 1973, y que es la segunda peor de su larga trayectoria, tras la desastrosa décima que ocuparon los 312T5 de Scheckter y Villeneuve en el 1980.