Había muchas ganas de volver al Fito. Aunque fuera sin apenas público y con la tan molesta como, por el momento, imprescindible mascarilla. Incluso pese a que los pronósticos meteorológicos anunciaran lluvia para todo el fin de semana. Dos años sin ver a los mejores del europeo se habían hecho largos. Y, además, la inscripción del nacional y el regional también estaba llena de alicientes.

Luego, una vez allí, acabaríamos experimentando la mezcla de sensaciones que nos suele dejar casi siempre la prueba de Arriondas. Con menos lluvia, por fortuna, el interminable sábado era un calco del vivido dos años antes, lleno de retrasos a causa de numerosos parones causados por los incidentes propios de la competición, no siempre resueltos con la rapidez que a todos nos gustaría. El resultado era que, de nuevo, los principales competidores del europeo renunciaban a la última subida del día.

El domingo, sin lluvia y con menos de la mitad de participantes, al no salir ya los del regional, la dinámica era similar aunque el mejor tiempo y el hecho de que la acción termine con la contemplación de los mejores siempre deja un buen sabor de boca al acabar. Que este año ese último bocado fuera más escaso y menos sabroso no deja de ser una consecuencia de la situación que llevamos viviendo desde hace ya más de un año y ante la que no nos queda otra que tratar de seguir adelante, apechugando con sus inconvenientes mientras esperamos que se restablezca definitivamente la normalidad.

Para lo demás ya se sabe, 'el Fito es así'... pero aunque ese resignado comentario nos consuele, en una especie de aceptación de los defectos de alguien a quien quieres, no debe de servir como excusa para no buscar soluciones. Con la más que probable reducción del número de pruebas del Campeonato de Europa a partir del año próximo, es evidente que si queremos seguir disfrutando de nuestra cita anual con la montaña europea, el Fito tiene que ser mejor.

CAMPEONATO DE EUROPA, CATEGORÍA 2: NADIE QUEDÓ CONTENTO

El espectacular duelo que habían protagonizado una semana antes Simone Faggioli y Christian Merli en el estreno de la Rampa de Boticas en el Campeonato de Europa era el mejor reclamo para acudir al Fito. La lucha entre los dos pilotos italianos en el técnico, empinado y rápido trazado portugués, en el que ambos superaban con holgura los 150 kilómetros por hora de velocidad media, se había decantado en la suma de tiempos de sus dos mejores mangas a favor del piloto de Norma por sólo 32 milésimas. Una diferencia que, traducida a distancia, sería algo así como ver entrar en meta a los dos en paralelo, con el frontal de la M20FC de Faggioli asomando apenas un metro por delante del de la FA30 de Merli.

El Fito tenía que ser el segundo asalto de esa pugna que, un año más, les enfrenta en las subidas europeas. Así lo demostraban las dos mangas de entrenamientos en las que ambos participaban el sábado. En la primera, bajo la lluvia, Faggioli era el más rápido. En la segunda, con el asfalto algo menos mojado, se imponía Merli. Todo apuntaba a un domingo espectacular, con los dos empleándose a fondo en las tres subidas de carrera que decidirían el resultado. Desgraciadamente nos íbamos a quedar con las ganas.

Ello fue así porque, aunque nos empeñemos en pensar que todo es ya más o menos normal, la realidad es que todavía, por muchas precauciones que tomemos, ninguno estamos libre del peligro invisible que nos sigue acechando. Así que, más allá de los discretos eufemismos que casi todos hemos utilizado estos días para referirnos a las causas de la no participación el domingo de Faggioli, su compañero de equipo De Gasperi y sus compatriotas Bormolini y Napione, resulta evidente que la incidencia que los mandó para casa fue similar a la que ha afectado estos últimos meses a otras competiciones, desde la Fórmula 1 a la liga de fútbol. Que en este caso se haya optado en la mayoría de los casos por un prudente silencio se debe, muy probablemente, a que esta especialidad deportiva en la que estamos inmersos no tiene la relevancia que otras y, por tanto, no se puede permitir el más mínimo paso en falso que ponga en peligro su paulatino pero aún precario retorno a la normalidad. No en vano, el Campeonato de Europa ya ha sufrido este año la anulación de tres de sus doce pruebas inicialmente previstas.

El caso es que, sin Faggioli en liza, el segundo día de competición deparó un desenlace que no dejó contento ni al vencedor ni al ausente ni a los que esperábamos su duelo. Merli no tuvo el más mínimo problema para marcar el mejor tiempo en las tres subidas oficiales y repetir, de modo mucho menos satisfactorio, eso sí, el triunfo que ya había logrado en la anterior edición del Fito mientras Faggioli estaba ya camino de casa, con la duda de si podría participar el siguiente fin de semana en la Sarnanno-Sassotetto, prueba de apertura del Campeonato de Italia, y nosotros nos quedábamos con las ganas de ver otra espectacular lucha entre ambos por la victoria.

Con el primer puesto poco menos que decidido antes de empezar, el interés estaba en la pelea por los otros dos escalones del podio. O, más bien, por el orden en que los ocuparían Javi Villa y Sebastien Petit. Con el asfalto húmedo de primera hora de la mañana la ventaja era para el asturiano y su BRC BR53. Pero a medida que se iba secando el piso crecían las opciones del francés y su más potente Norma de motor V8 y 3000 centímetros cúbicos de cilindrada. Sin embargo, aunque Sebastien lograba batir a Javi en la última manga, ya con el recorrido seco en su mayoría, Javi mantenía buena parte de la ventaja acumulada en la anterior y se adjudicaba el doble premio de terminar segundo absoluto y ganar el grupo E2-SC.

CAMPEONATO DE EUROPA, CATEGORÍA 1: EL ASTURCÓN Y LOS PURA SANGRE

La entrada en vigor de la normativa del 'Performance Factor' en la categoría de 'carrozados' del Campeonato de Europa abre este año el certamen a vehículos que hasta ahora no podían competir en el mismo. De momento, en ese atípico arranque de temporada que ha supuesto para el europeo la anulación de las subidas de Rechberg y Col de Saint Pierre para iniciarse en las dos citas ibéricas, han sido todavía pocas las nuevas incorporaciones, pero no hay duda de que estas son de calidad.

En el Fito, al espectacular prototipo con base Mitsubishi EVO VII del suizo Bratschi, el poderoso Porsche GT2 del francés Nicolas Werver, la última evolución del Lamborghini Huracan de Fombona y el Skoda Fabia procedente del rallycross del eslovaco Jan Milon, ya presentes la semana anterior en Boticas, se unían otro coche nacido para las frenéticas pruebas que mezclan tierra y asfalto, el Ford Fiesta ex-oficial que estrenaba Gerard De la Casa, y el Audi R8 GT3 de Ronald Garces, vigente subcampeón de Francia en la categoría que allí se denomina 'producción'.

Vehículos todos ellos con potencias en torno (o por encima) de los 600 caballos que no iban a resultar fáciles de controlar sobre el resbaladizo asfalto de la cara sur del Sueve. Un escenario en el que, si hablamos de equinos, se desenvuelven mejor los asturcones, acostumbrados al terreno tortuoso y agreste, que los pura sangre, más habituados a las rápidas pistas de carreras. En el Fito se puede decir que había un asturcón, el VW Polo N5 de Alberto Ordóñez. Un coche menos veloz en seco, dada su menor 'caballería', pero con tracción total que lo hace especialmente eficaz sobre mojado en manos del joven piloto de Bimenes.

Fialmente, la tan anunciada lluvia sólo estuvo presente al principio de la jornada del sábado, dedicada en el europeo a los entrenamientos. El domingo, cuando se decidía el resultado con la suma de los dos mejores cronos de cada piloto en las tres subidas oficiales, la nubes que cubrían el cielo sobre Arriondas no dejaron caer ni una sola gota. Aún así, el asfalto conservaba un buen número de zonas húmedas en la primera, lo que aprovechó Ordóñez para situarse a menos de una décima de Bratschi, claro favorito al contar también con tracción integral, como el Polo N5 del asturiano, y bastantes caballos más incluso en la configuración de motor utilizada en el Fito, con 650 en lugar de los alrededor de 800 que puede llegar a producir su 'hillclimb monster'.

De todas formas, al no llover, el recorrido se iba secando y las mangas decisivas serían las dos siguientes. En la segunda, Bratchi volvía a situarse en cabeza, siendo ahora la segunda posición, a un segundo y medio, para Garces, que empezaba a asomar con el Audi tras haber pasado desapercibido hasta entonces. Ordóñez se mantenía en la lucha con el tercer mejor tiempo, a poco más de dos segundos del líder y deseando que cayera aunque fuese un breve aguacero antes de la manga final.

Desafortunadamente para las opciones del 'asturcón', el cielo se iba despejando y en la subida final los más potentes 'pura sangre' podían, por fin, desplegar gran parte de su velocidad. Con sus poderosos 'traseras calzados con 'slicks', Werver y Fombona batían por fin a los '4x4'. Pero las diferencias que conseguían eran mínimas respecto a Bratschi y Ordóñez, que en un último esfuerzo volvía a pegarse al suizo, del que le separaban esta vez sólo nueve milésimas. El que cedía algo de terreno, en cambio, era Garces, que mantenía en su R8 las gomas para piso mojado y acababa justo a continuación, completando un apretado grupo de cabeza, con menos de un segundo separando a los cinco primeros clasificados.

En la suma de tiempos, la victoria era, por tanto, para Brastchi, mientras que Ordóñez lograba recuperar la segunda posición que había ocupado a primera hora de la mañana y Garces se tenía que conformar con la tercera, por delante de Werver y Fombona.

CAMPEONATO DE ESPAÑA, CATEGORÍA 2: TAMPOCO TUVIMOS EL DUELO QUE ESPERÁBAMOS

Todavía muy presente en nuestra memoria el emocionante desenlace del nacional de montaña del 2018 en la Santa, el muy deseado retorno de Joseba Iraola al nacional con la Nova de motor V8 presagiaba un interesante duelo entre los dos últimos campeones de la que ahora se denomina categoría 2: el piloto vasco, vencedor entonces, y Javi Villa, ganador en el 2019 y el 2020. En el Fito, especialmente si llovía, el asturiano era el favorito y acabaría haciendo honor al pronóstico. Pero, al igual que en el europeo, aunque por motivos muy diferentes y más propios de la competición en este caso, también nos quedaríamos sin presenciar la lucha entre los dos máximos aspirantes al triunfo.

El sábado, mientras Villa situaba su BRC muy cerca de los inalcanzables Faggioli y Merli en la lluviosa primera subida de entrenamientos, la Nova de Iraola alcanzaba a duras penas la meta. La centralita no funcionaba bien y pese a todos los esfuerzos de su equipo y la ayuda de los técnicos de la marca francesa no era posible encontrar una solución así que, muy a su pesar, Joseba tenía que izar la bandera blanca y marcharse para casa antes de tiempo.

Pero el box del piloto vasco no era el único en el que se trabajaba de firme en la tarde del sábado. Unos metros más allá, la actividad bajo la carpa de Bango Racing Cars era igualmente frenética. Aunque Javi había completado la primera subida del día con un crono magnífico, a apenas tres segundos del logrado por Faggioli y a menos de segundo y medio del de Merli, su BR53 había llegado herido a la meta. Un diente del desarrollo se había roto y eso acababa por desencadenar en más desperfectos que obligaban a su equipo a sustituir el motor. Teniendo en cuenta que esa no es tarea fácil y que en el Campeonato de España la última subida del sábado era ya de carrera, la tensión para el asturiano era máxima y a Javi no le quedaba más remedio que esperar ansioso mientras avanzaba la tarde y sus mecánicos ponían de nuevo el BRC en orden de marcha para la primera oficial del CEM.

Finalmente lo lograban y su piloto recompensaba el esfuerzo marcando el mejor tiempo con algo más de dos segundos y medio de ventaja sobre Raúl Ferré, que tenía un estreno mucho más plácido con el Silver Car CS. La nueva 'barqueta' del fabricante navarro funcionaba como un reloj durante todo el fin de semana y su joven piloto andorrano se adaptaba a las mil maravillas a las diferencias de pilotaje entre el Speed Car con el que se proclamó campeón el año pasado en la categoría de los CM-Promoción y el estilo que exige un vehículo de este tipo, equipado además con un motor 1,1 turbo, notablemente más potente que el 1000 atmosférico de su veterano GTR.

El domingo, ya con todo a punto en el BR53,Villa incrementaba su ritmo y las diferencias sobre Ferré crecían a casi cinco segundos en la siguiente manga oficial y a más de trece en la última, ya con 'slicks' sobre seco. Así que, después del susto del sábado, Javi acababa logrando la victoria con holgura. La segunda posición en la suma de tiempos era para Raúl, acompañada del primer puesto entre los inscritos en la nueva Copa de España de Montaña Norte, que iniciaba su temporada también en el Fito.

El podio de la categoría 2 lo completaba Alexis Vieitez, que se imponía en el duelo entre la media docena de 'barquetas' con motor dos litros presentes en la prueba. Al volante de una veterana Norma, modelo del 2003 propiedad de su padre, el campeón gallego de montaña era tercero en las tres mangas de carrera para acabar en igual posición en la general de la categoría y ser quinto absoluto del nacional.

CAMPEONATO DE ESPAÑA, CATEGORÍA 3: PROFETA EN SU TIERRA

Hace dos años, en la última edición del Fito, Benito Pérez había retornado a la montaña después de larga ausencia logrando cronos de podio del Campeonato de España de los CM-Promoción con un veterano Silver Car S1. El año pasado, en la corta 'mini-temporada' 2020 del nacional, se había ido acercando cada vez más con un BRC B49 a los cronos del dúo de cabeza formado por Ferré y Asenjo. Por todo ello, con el andorrano militando ahora en la categoría 2, parecía evidente que, más allá de los 'veteranos' de los CM-Promoción, Garikoitz, Montellà y Arkaitz, si alguien podía plantar cara al cántabro en las rampas que parten de Arriondas ese tenía que ser el asturiano.

Y, en efecto, así era. Desde el lluvioso sábado empezaba a quedar claro que Benito estaba decidido a pelear por el triunfo con Mario. En las dos subidas de entrenos el mejor crono era para el del BRC aunque las tornas cambiaban en la oficial, cuando el del Silver apretaba a fondo y se situaba en cabeza con más de cuatro segundos de ventaja. Una diferencia importante desde el punto de vista de la moral pero sin valor alguno de cara a la clasificación al celebrarse las subidas de carrera del domingo con piso mucho más seco.

En esas condiciones, la victoria se iba a jugar en las dos mangas finales. Y en la primera era el turno de Benito, que superaba a Mario por algo más de dos segundos. Una diferencia que el cántabro no conseguía enjugar en la última, la que tenía lugar sobre asfalto en mejores condiciones. Asenjo conseguía el único crono por debajo de los tres minutos que se lograba en la categoría en todo el fin de semana pero le faltaban algo menos de siete décimas para consumar la remontada. Pese a haber sido el más rápido en dos de las tres subidas de carrera, el cántabro se tenía que conformar con la segunda posición y el asturiano lograba su primera victoria en el Campeonato de España, acompañada además del tercer puesto absoluto del nacional.

Por detrás del inalcanzable dúo de cabeza, Toni Arrufat, en su primera presencia en el Fito, superaba al resto de habituales de la ahora denominada categoría 3. El catalán, becado por su federación para competir en el nacional con un Silver Car S3, iba a más a lo largo del fin de semana y, tras haber terminado cuarto la jornada del sábado, por detrás de Montellà, lograba el tercer mejor tiempo en las dos mangas de carrera del domingo para terminar completando el podio de los CM-Promoción.

CAMPEONATO DE ESPAÑA, CATEGORÍA 1: SORPRESA REPETIDA NO ES SORPRESA... ¿O SÍ?

La victoria en la categoría de 'carrozados' del nacional lograda en la anterior edición del Fito por Alberto Ordóñez había sido una sorpresa. Relativa, en realidad, porque conociendo su rapidez, las características de su Polo N5 y lo resbaladizo del trazado en cuanto caen cuatro gotas su triunfo no se debía de calificar como sorprendente. Dos años después, con el asfalto en condiciones similares, su nombre ya estaba en todas las quinielas de favoritos aunque en esta ocasión, dado el mayor nivel de 'maquinaria' en manos de sus rivales, tal vez con no tantos motivos.

Porque para ganar en la que ahora se llama categoría 1 en el Campeonato de España (para igualar su nomenclatura al europeo), Ordóñez iba a tener que superar a Fombona y su Lamborghini, con menos peso y mejor aerodinámica que entonces, a Gaig con un potente Porsche GT3, a Janssens con la no mucho menos poderosa versión Cup 2015 del deportivo germano, a 'Lolo' Avilés con el Ginetta que Aznar llevó al título hace tres años, y a De la Casa con su nuevo y espectacular Fiesta recién llegado del mundial de rallycross.

Sin embargo, por diferentes motivos, ninguno de ellos lograban el fin de semana perfecto que si conseguía Alberto y en el que se acabaría basando su victoria pese a que la lluvia le ayudaba mucho menos de lo esperado, ya que en realidad sólo aparecía en la jornada inicial, que dominaba por completo, marcando el mejor tiempo en todas las mangas.

En cambio, no todo iba tan bien para sus rivales. Para empezar, el sábado por la tarde, en la que era primera subida de carrera del nacional, De la Casa sufría un escalofriante accidente en la rapidísima zona inicial del Fito. Su Ford se descolocaba en la veloz derecha tras la 'rectona' y el resultado era un tremendo impacto que mandaba el coche por los aires y del que, por fortuna y porque estos vehículos 'de fábrica' están muy bien hechos, el andorrano salía sólo con una rotura de muñeca.

Además del inevitable abandono de Gerard, el incidente tenía como consecuencia que Fombona, el siguiente en tomar la salida y último que faltaba por competir entre los 'carrozados' del nacional, debía repetir ascensión. Con el piso muy sucio en la zona del golpe, el gijonés, que se había situado justo tras Ordóñez en las dos de entrenos, cedía un tiempo precioso y sólo podía ser quinto, superado por Gaig, Janssens y Avilés.

En todo caso, al igual que en las otras categorías del Campeonato de España, la carrera se iba a jugar en las dos restantes mangas de carrera del domingo. Y sobre el asfalto cada vez más seco las opciones de Ordóñez se reducían. Al de Bimenes no le quedaba otra que salir a fondo en cada manga. El resto no dependía de él. Alberto cumplía su parte, con magníficos cronos en todas las subidas del segundo día de competición. En la segunda de carrera del campeonato de España, todavía con algunas zonas húmedas en el trazado, su tiempo era el mejor de todos. A algo más de segundo y medio se situaba Janssens, calzado con unas gomas rayadas que no estaban en su mejor momento. Un segundo más cedía 'Lolo' Avilés, el único que se atrevía a montar lisas, elección que, visto lo visto, todavía no era la mejor. Y a más de cuatro concluía Fombona, perjudicado esta vez por las banderas amarillas que señalizaban el lugar donde había quedado el Porsche de Gaig tras un toque que impedía al catalán defender su segundo puesto de la víspera.

En la manga final, ya con los coches más potentes calzados todos con 'slicks', a Ordóñez le tocaba defenderse y lo hacía a las mil maravillas. Sólo le superaba Fombona, que completaba por fin una ascensión 'limpia' pero no podía recuperar el tiempo perdido en la anterior y tenía que conformarse con el tercer puesto en la suma de tiempos. Por detrás de ambos en el último parcial del día, y por delante del gijonés en el total del fin de semana, acababa Janssens, con la duda de si los menos de tres segundos que le separaban del triunfo se habían quedado por el camino junto a los trozos de la parte delantera izquierda de su Porsche, dañada en un toque en la parte alta de la subida definitiva. Y para 'Lolo' Avilés y Jordi Gaig eran la cuarta y la quinta posición, sin que ninguno de los dos pudiera recuperar en la última manga las opciones perdidas en la anterior.

Así que, después de todo, volvía a vencer Alberto Ordóñez. Su triunfo, por repetido, no era esta vez una sorpresa aunque, en realidad, tal vez resultara más sorprendente incluso que el de hace dos años. Y, desde luego, tanto o más meritorio.

CAMPEONATO DE ASTURIAS: NIVEL NACIONAL

Los participantes en el certamen asturiano dilucidaban la segunda cita de la temporada en la jornada del sábado. Para ellos sólo era de entrenamientos la primera subida del día, mientras que las dos restantes ya contaban como mangas oficiales, a diferencia de lo que ocurría para los asturianos que también competían en el nacional y optaban además a puntos del regional. En su caso, la segunda de la jornada era de entrenos en un certamen y de carrera en otro. De todas formas, y aunque lógicamente algunos forzaran menos en la que no era oficial del campeonato de España, cuatro de ellos acabarían por ocupar las cuatro primeras posiciones de la clasificación.

La victoria, al igual que hace dos años, era para Benito Pérez, ganador absoluto y de la categoría 1 del Campeonato de Asturias, en el que era el primer doble éxito de un fin de semana memorable para el riosellano. Segundo de la general, y primero en la categoría 2 del regional se clasificaba Alberto Ordóñez. Tras ellos, Fombona era tercer 'scratch' y segundo entre los 'carrozados' mientras que Adrián Atidiello situaba su Silver Car S2 en la cuarta posición absoluta, segunda de la categoría 1.

El primero de los que sólo competían en la subida del sábado acababa siendo José Alberto Gutiérrez 'Fontín', quinto 'scratch' y tercero de la categoría 1 con un Talex CM+. En la categoría 2, ese honor le correspondía al madrileño Javi García, tercero con su bonito EVO VI, siendo el mejor asturiano en la tabla de los que sólo participaron en el regional el siempre rápido Hugo Piñera, cuarto de 'carrozados' con su SEAT León. Por último, entre los incluidos en el grupo E1-FAPA, que da cabida a los vehículos no pertenecientes a ninguno de los admitidos en la categoría de turismos, el mejor registro final lo consiguió el sevillano Carlos Bacas con uno de los siete AX que se juntaron en el Fito para rememorar los tiempos de la Challenge Citroen en la primera mitad de los noventa.