A finales del 2018, la subida a Les Revoltes d'Ibi se estrenó con una primera edición valedera para la Copa de España de Escuderías de Montaña, paso previo antes de entrar el año siguiente en el calendario del Campeonato. Desde entonces, salvo la inevitable cancelación del 2020 a causa de la pandemia, la prueba alicantina ha sido cita fija del certamen. Tanto en el 2019 como en el 2021 fue, además, la prueba de cierre de la temporada.

Un puesto en el calendario que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Entre estos últimos están el depender de como se haya desarrollado la campaña para que la participación de habituales del campeonato sea mayor o menor en función de si quedan muchos o pocos títulos por decidir. Y, también, la incertidumbre que las más variables condiciones atmosféricas propias de octubre pueden producir. Por todo ello, la organización del Automóvil Club de Alicante optó por cambiar la fecha de la prueba al mes de junio, de forma que este año ha pasado a ser la tercera de la temporada y se ha disputado con garantía de sol y altas temperaturas a lo largo de dos jornadas en las que Ibi y sus 'Revoltes' volvieron a ser un magnífico escenario en el que disfrutar del automovilismo de montaña.

CATEGORÍA 2: YA LO DECÍA FANGIO

Juan Manuel Fangio dijo alguna vez 'había que ganar corriendo lo menos posible'. Una filosofía basada en lo innecesario de asumir más riesgos de los estrictamente necesarios para conseguir la victoria. Se trataba de un planteamiento especialmente sabio en una época de las carreras tan peligrosa como la de los años cincuenta, en la que el extraordinario piloto argentino fue el incuestionable número 1.

Algo así aplicó el actual número 1 de la montaña española, Javi Villa, en la subida a Les Revoltes d'Ibi. Sin el acicate de medirse con los mejores del Campeonato de Europa que le había hecho buscar los límites en el Fito, el piloto asturiano sabía que en la prueba alicantina tenía la victoria asegurada salvo errores propios o fallos de la mecánica. Se podía decir que su único rival era Gonzalo Díaz, para quien terminar segundo por detrás de su amigo y compañero de equipo tiene sabor de victoria en su primera temporada compitiendo en montaña.

Los demás, encabezados por los máximos aspirantes al triunfo en la (mal llamada) categoría de 'monoplazas' del certamen de la Comunidad Valenciana, Carlos Archiles, con una Norma de motor 2 litros, y Alex Monfort, con un Demon Car CM+, tenían en la lucha entre ellos su principal reto.

Por ello no es de extrañar que Javi y Gonzalo optaran por ahorrar en neumáticos, montando los usados en el Fito, y por no forzar la mecánica, eligiendo un mapa motor menos exigente que no pusiera a prueba el turbo de sus propulsores en el tórrido calor del fin de semana. En esas condiciones, el actual campeón sumaba su tercer triunfo de la temporada en el nacional pero se quedaba a un par de segundos de su récord del trazado establecido el pasado octubre con la versión anterior del BR53. Y, al igual que en Estepona y el Fito, el segundo puesto en la Categoría 2 lo ocupaba el nuevo aspirante, con el único borrón, el primero que comete, del toque sufrido en la manga final del domingo cuando trataba de mejorar su crono de la oficial del sábado, en la que, a la postre, ambos acabarían por conseguir su mejor tiempo del fin de semana.

El mayor interés estaba, por tanto, en la doble pelea por el tercer escalón del podio de la Categoría 2 y el más alto en la de 'Monoplazas' del campeonato valenciano. Una pugna en la que Archiles acababa por imponer la mayor potencia de su Norma pese a los esfuerzos de Monfort, que el sábado cedía sólo 89 milésimas a base de ir al límite con el Demon pero el domingo acababa a más de dos segundos ante el 'arreón' final de su rival, que incrementaba el ritmo a medida que iba haciendo kilómetros con la 'barqueta' que pilota este año en sustitución del Speed Car GT1000 con el que venía compitiendo hasta ahora.

CATEGORÍA 3: LA BATALLA Y LA GUERRA

Una guerra está compuesta de unas cuantas batallas. Ganarlas todas es poco menos que imposible por mucho que los contendientes traten de lograrlo. Algo especialmente cierto si las fuerzas de los rivales están equilibradas y cualquier pequeño factor puede decantar la balanza a favor o en contra. Aunque la lucha por el Campeonato de España de Montaña de la Categoría 3 no sea una guerra, cada prueba del certamen se asemeja a una batalla entre los aspirantes al título, repartidos en dos bandos, correspondientes a dos fabricantes, BRC y Silver Car, que, salvo la sorprendente irrupción de Ferré con el Speed Car en la atípica temporada del 2020, acaparan las victorias desde hace más de una década.

En Ibi se alcanzaba la mitad de campaña y, luego del triunfo de Mario Asenjo con el CM navarro en Estepona, contestado por Benito Pérez al vencer con el modelo asturiano en el Fito, tocaba desempatar salvo que Garikoitz Flores diera la sorpresa y consiguiera esa primera victoria que lleva tiempo persiguiendo Talex, el tercer fabricante en liza. Pero la fortuna no está del lado de 'Gari', que sufría problemas de motor el sábado y quedaba fuera de toda opción antes siquiera de intentar ver si podía tener alguna posibilidad.

El duelo volvía a ser, por tanto, entre los BRC y los Silver Car. Del lado asturiano, Benito Pérez llegaba a Ibi en busca de su segundo éxito consecutivo y Javi Rodríguez estaba decidido a mezclarse en la pelea aprovechando que, por fin, se iba a rodar todo el fin de semana sobre seco tras la lluvia que en un momento u otro le había complicado las cosas en las dos pruebas anteriores. Del lado navarro, Mario Asenjo estaba en su prueba talismán, donde había logrado su primer triunfo en el nacional tres años antes y se había proclamado Campeón de España hacía apenas unos meses, y Edgar Montellà partía con la ventaja de llevar su coche sin los lastres que se aplican a los tres primeros en cada prueba al no haber logrado ningún podio hasta entonces.

Sobre el papel cualquiera de los cuatro podía ganar. El sábado tomaba la delantera Benito, que batía el récord de la categoría para situarse en cabeza con algo más de un segundo sobre Mario, seguido por Javi a menos de una décima mientras Edgar se dejaba casi dos segundos y medio. El domingo, con el calor apretando cada vez más, la segunda oficial era dominada por los pilotos de los BRC, con el tinerfeño setenta y un milésimas por delante del asturiano, que se mantenía al frente de la tabla en la suma de tiempos, y ambos distanciando al cántabro en casi un segundo, dejándose el andorrano otro par de décimas más.

Quedaba sólo una manga y Asenjo, pensando en ganar la guerra, decidía dar por perdida la batalla, conformarse con la tercera posición y ahorrarle una subida a las gomas que, por reglamento, todos ellos tendrán que usar en la presumiblemente muy calurosa Chantada. Ni Benito Pérez ni Javi Rodríguez mejoraban sobre el achicharrado asfalto en esa última subida, lo que definitivamente adjudicaba la victoria al asturiano, y aunque Edgar Montellà si lograba limar algunas décimas a su registro previo, le faltaban todavía unas cuentas para escapar de ese cuarto puesto al que parece condenado este año.

Con todo ello, Benito Pérez sumaba su segunda victoria de la temporada, pasaba a ocupar el primer puesto en la general del campeonato y subía además al podio absoluto de la prueba, en el que completaba un triplete asturiano, que era póquer para Bango Racing Cars con el cuarto puesto absoluto que conseguía Javi Rodríguez. Definitivamente, la 'batalla' de Ibi se había decantado con claridad del lado de BRC. Ahora falta por ver quien acabará ganando la guerra a final de temporada.

CATEGORÍA 1: EN OTRA DIMENSIÓN

Cuando en la temporada del 2013 José Antonio López-Fombona trajo a la montaña española el Audi A4 DTM su dominio fue tal en la categoría de los vehículos 'carrozados' que, el año siguiente, cuando cambiaron los reglamentos con el retorno de las 'barquetas' y se dividió del certamen en tres categorías, el espectacular modelo germano fue considerado un 'silueta' en lugar de un 'turismo' y encuadrado junto a los CM para alivio de los competidores a los que había arrasado sin piedad.

Nueve años después, plenamente avalado por la normativa del 'Performance Factor', creada para que cualquier 'carrozado' pueda competir en la montaña europea independientemente de su procedencia, el asturiano vuelve a pilotar un Audi procedente del famoso certamen alemán de turismos. Se trata, además, de la última versión realizada por la marca de los cuatro anillos antes de que el DTM pasara en el 2021 a disputarse con modelos del grupo GT3, convirtiendo en codiciadas piezas de museo a los espectaculares 'clase 1' que lo habían protagonizado hasta entonces.

Con su nuevo RS5, Fombona ya había dado un aviso en el Fito, cuando, pese a estar todavía muy lejos de sacarle todo el potencial, acabó ganando la Categoría 1 tanto en el europeo como en el nacional a base de aprovechar la última manga del domingo, la disputada sobre piso en mejores condiciones.

En Ibi, con mejor asfalto, sin humedad alguna y en un trazado sobre el que en el 2019 consiguió uno de sus triunfos más memorables, cuando ganó el Campeonato de España por 20 milésimas a base de ir a por todas sobre piso deslizante con el nada permisivo Lamborghini Huracan, Fombona ha dejado claro que, en circunstancias normales, nadie va a hacerle sombra esta temporada. El veterano gijonés le va cogiendo cada vez más el punto a la última generación del Audi DTM y en la subida alicantina logró una victoria tan rotunda o más que las logradas hace nueve años con la versión anterior.

Mientras sus máximos rivales, Humberto Janssens, con el Porsche, y Gerard de la Casa, con el Ford Fiesta WRX, no lograban acercarse a menos de dos segundos del récord de la categoría establecido el año anterior por 'Lolo' Avilés camino de la victoria con el Ginetta GT3, Fombona lo destrozaba a la primera el sábado, rebajándolo en un par de segundos que le situaban con casi cinco de margen respecto al lejano dúo perseguidor, en el que el granadino, que no acababa de encontrar la adherencia que buscaba en sus gomas, aventajaba en cinco décimas al andorrano, para el que domar el rabioso modelo procedente del rallycross resultaba una dura tarea en comparación con el pilotaje dos años antes del Subaru WRC.

El domingo, Fombona sentenciaba en la segunda oficial arañándole otro segundo y seis décimas a su registro de la víspera, lo que convertía la manga final en mero trámite en lo que respecta a la lucha por la primera posición. La victoria era suya, segunda consecutiva y definitiva demostración de que al volante del RS5 DTM ha entrado en otra dimensión totalmente fuera del alcance de sus oponentes. Para estos quedaba en juego el segundo puesto, que otorgaba también el triunfo en la clase 2 en la que están encuadrados sus vehículos, pero ni Janssens ni De la Casa conseguían mejorar sobre el muy caluroso asfalto de la última subida lo que daba por bueno el resultado de la anterior, en la que el andaluz había batido de nuevo al pirenáico, esta vez por algo más de un segundo.

Por detrás del trío de cabeza, Alberto Rodríguez conseguía situar en la cuarta posición de la Categoría 1 su impecablemente presentado VW Golf TCR pese a problemas de embrague que le complicaban el fin de semana. Quinto concluía el catalán Xavier de la Vega, que va a más en cada prueba desde su estreno en el nacional en Estepona. El de Castellar del Vallés situaba su SEAT León Supercopa por delante del Mosler de Raúl Borreguero, que terminaba el fin de semana de su retorno al nacional tras cinco años con el susto de la rotura de una llanta en la última subida de carrera, lance que, por fortuna, no tenía mayores consecuencias al producirse a baja velocidad en el cruce de la parte inicial del trazado.

Completada con calor en Ibi la primera mitad de la temporada, el Campeonato de España de Montaña AUTOhebdo SPORT iniciará la segunda ya en pleno verano, a finales de julio, en la subida gallega de Chantada, otra cita en la que las altas temperaturas están poco menos que aseguradas.

Fotos: DelJjr Photography Sport