Pasado y presente se daban la mano en los prolegómenos del rallye de Avilés Histórico. La presencia de Antonio Zanini para conmemorar su triunfo junto a Josep Autet con el inolvidable Ferrari 308 GTB en la edición del 1984 del entonces llamado rallye de San Agustín acaparaba toda la atención el viernes por la tarde en el Parque del Muelle, escenario en esta ocasión de la ceremonia de salida.

Cuarenta años después de aquel rallye ganado por la mínima en la última especial, el expiloto sigue siendo tan popular y carismático como siempre mientras que el copiloto continúa en activo. Tanto, de hecho, como para proclamarse campeón de España de su categoría al día siguiente después de un rallye que no será tan recordado como el de cuatro décadas antes pero que no por ello estuvo exento de épica debido a unas condiciones atmosféricas más propias de finales de otoño que de principios de verano.

La lógica se impone

El piloto más experimentado compitiendo a bordo del coche más moderno tiene que ser, por lógica, el gran favorito en una competición que mezcle participantes de muy diferente nivel y vehículos de edades muy distintas. Por eso el gran favorito, tanto para ganar en Avilés como para adjudicarse a final de temporada el nuevo título absoluto del CERVH era Manuel Muniente. Copilotado de nuevo por el gallego Diego Rodríguez Louzao en su BMW M3 E36, el piloto catalán cumplía el pronóstico en lo que respecta a imponerse en la prueba y daba un importante paso adelante para hacerlo también en lo que respecta al campeonato.

La victoria en el rallye avilesino llegaba después de liderar de principio a fin pese a sumar sólo uno de los cuatro 'scratch' en los lluviosos tramos de la mañana. El mejor crono logrado en el paso inicial por Tamón-Serín le otorgaba suficiente ventaja para resistir en las tres siguientes especiales pese a no ser el más rápido en ninguna de ellas y llegar a la asistencia con casi medio minuto de margen.

Por la tarde, las nubes se tomaban un respiro después de haber estado soltando agua en notables cantidades hasta cerca del mediodía y el piloto catalán y su copiloto gallego no daban opción. Se anotaban el mejor tiempo en las cuatro especiales disputadas sobre los siempre difíciles, pero menos mojados, La Peral-Santoseso y Grado-La Mortera para acabar ganando el rallye por casi minuto y medio y la categoría 'Pre 2000' por cerca de seis.

El doble triunfo de Avilés que sitúa a Muniente al frente de la clasificación del campeonato absoluto y como líder virtual en el de 'Pre 2000', del que es segundo en puntos totales. En el primer caso, las tres victorias de Extremadura, Reus y Avilés, unidas al segundo puesto en Pravia , compensan ya el 'cero' debido a su abandono en el Costa Brava, que no se puede descontar en el nuevo certamen que une a todas las categorías de velocidad con rango de Campeonato de España (es decir, 'Pre 81', 'Pre 90' y 'Pre 2000'). En el segundo, la consistencia de Óscar García y Adelina Bassas, terceros de la categoría en la prueba asturiana, hace que el andaluz y la catalana sigan por delante en puntos totales, pero con dos descartes posibles a final de año y tres triunfos ya conseguidos, Muniente se acerca a la renovación del título de pilotos en la última categoría incorporada al CERVH.

Así que, después de todo, con más o menos lluvia, apenas si había suspense ni sorpresas en cuanto al nombre de los ganadores absolutos y en 'Pre 2000' duraba poco. Más alternativas deparaban la segunda posición de la general y la primera en 'Pre 90', que se jugaban entre tres equipos de esta categoría. De entrada la ocupaban Miguel Ángel García y Mónica López, dispuestos a aprovechar el piso mojado para compensar la menor potencia pero mayor agilidad de su VW Golf de tracción delantera ante los 'traseras' de sus rivales, el Ford Sierra Cosworth de Jordi Ventura - Josep Autet y el BMW M3 E30 de Cele Foncueva - Guifré Pujol, más poderosos pero también más delicados de llevar sobre asfalto deslizante. El de Trevías y su copiloto se permitían incluso el lujo de marcar un 'scratch' absoluto en el primer paso por Ferroñes-Corvera, pero la mecánica de su Golf les traicionaba en el segundo y aunque llegaban a la asistencia del mediodíaa, lo hacían ya en la sexta posición de la general y perdiendo el liderato en 'Pre 90' que habían ostentado hasta entonces. Además ya no serían de la partida por la tarde lo que, de todas formas, resultaba irrelevante a efectos de la lucha por el título de la categoría ya que al no estar registrados en el certamen eran 'transparentes' a efectos de puntuación.

La pugna por el segundo puesto absoluto y la victoria en 'Pre 90' se centraba entonces entre los catalanes del Sierra y el asturiano con 'copi' catalán del M3. Por la mañana Ventura y Autet habían marcado dos 'scratchs' consecutivos en el segundo bucle con los que compensaban en cierto modo el tiempo perdido en la primera especial, cuando problemas de visibilidad al empañarse la luna delantera les habían llevado a hacer un recto y dejarse un buen puñado de segundos. En conjunto el balance a su favor al mitad de rallye respecto a Foncueva y Pujol era de tres décimas de segundo. Diferencia mínima que podía augurar una bonita lucha por la tarde. Pero, en realidad, la pelea que más interesaba al equipo del Ford era contra Antonio Sainz y Carlos Cancela, que eran cuartos de la general con el Subaru Legacy y los únicos que podían impedirles asegurarse el título de su categoría si terminaban por delante. Así que con casi un minuto y cuarto de margen en ese apartado, Ventura y Autet optaban por la decisión más lógica, se aguantaban las ganas de seguir echando carreras con Foncueva y Pujol (que ya no tendrían obstáculo alguno camino del primer puesto en la categoría, segundo absoluto), se limitaban a completar las cuatro especiales de la tarde si asumir riesgos que pudiesen poner en peligro el resultado que necesitaban, y alcanzaban la meta de Avilés con la certeza matemática de ser ya Campeones de España de 'Pre 90' a falta aún de dos pruebas para la conclusión del campeonato.

Lo mismo lograban Joan Riberas y Álvaro Menéndez, que les seguían finalmente en la tabla del rallye tras arrebatar el cuarto puesto de la general en los tramos de la tarde a Sainz y Cancela. El catalán y el asturiano se habían quedado pronto sin sus máximos rivales en 'Pre 81', Francisco López y David Fernández, traicionados por el embrague de su Ford Escort en la primera especial. A partir de ahí las cuentas para Riberas y Menéndez estaban muy claras, una nueva victoria en 'Pre 81' les proclamaba campeones por tercer año consecutivo. El triunfo llegaba además por amplio margen y con el premio extra para el copiloto avilesino de lograrlo en casa.

Otro título que se resolvía en Avilés era el del Trofeo de España 'Classic Siluetas'. El desenlace era de lo más brusco ya que se producía al abandonar Darío Calviño y Raquel Rodríguez tras una aparatosa salida de carretera en la sexta especial. El hijo del fabricante de los 'Ya-Car' y su copiloto lideraban hasta el momento del accidente por delante de Dani Remuiñán y Álvaro Cerqueiras, que completaban el rallye y con los puntos del primer puesto quedaban ya fuera del alcance de sus compañeros de equipo y únicos rivales en la categoría.

Más a última hora todavía era el cambio de líder que se daba en 'Classic'. Por la mañana, Pau Romero y Tania Comellas habían sacado partido de las adversas condiciones atmosféricas para situar su Peugeot 205 con diez segundos de ventaja sobre el Porsche 997 de Miguel Otegui y Giovanni Breda. En el primer bucle de la tarde, ya sin lluvia, el piloto vasco y su copiloto reducían prácticamente a cero esa diferencia, dejándola en sólo dos décimas a falta del bucle final. Quedaban sólo las segundas pasadas por La Peral-Santoseso y Grado-La Mortera, para las que los catalanes del Peugeot optaban por montar 'slicks' mientras sus rivales eran más conservadores y calzaban su GT con gomas rayadas. Los cronos del primer tramo daban razón a la elección más arriesgada y la ventaja de Pau y Tania se elevaba a casi seis segundos. Pero en el último, cuando faltaban apenas tres kilómetros, un problema con la palanca de cambio les acabó costando una salida de carretera y tener que conformarse con llegar a meta para, al menos, terminar segundos y continuar con opciones al título de la Copa de España 'Classic', cuya clasificación siguen liderando en puntos totales pero con dos victorias frente a las tres que ya suman Otegui y Breda.

Rallye muy diferente pero los mismos ganadores

Del sol de Reus a la lluvia de Avilés, del asfalto más adherente de Cataluña al más rebaladizo de Asturias, las diferencias entre las dos últimas pruebas del CERVH 2024 eran notables. Sin embargo, en Regularidad Sport y Regularidad acabó deparando el mismo resultado en lo que a los ganadores se refiere.

En la categoría de las medias más altas Jaime y Enrique Carbonell llegaban a la villa avilesina con dos victorias consecutivas en su haber y poco menos que la obligación de lograr una tercera ante la ausencia de los vencedores de las dos primeras pruebas del año, Fran Martínez y José Manuel Villamayor, por compromisos personales del piloto, y el paso a la catergoría 'Classic' de velocidad de los terceros en discordia en lo que iba de temporada, Asier Santamaría y Roberto Rentería. Y, en efecto, los hermanos mallorquines se imponían por tercera vez consecutiva este año.

Dicho así, y echando un vistazo a la clasificación final (en la que lograban un amplio margen), y a las parciales (con siete 'scratchs' en solitario y uno compartido para el equipo del Sierra) puede pensarse que fue fácil. En realidad sólo lo pareció. Porque no sólo ganar si no, simplemente terminar, tenía poco de fácil en este lluvioso Avilés del 2024. Especialmente por la mañana, las condiciones de los tramos eran de esas en las que lo fácil era cometer un error y los Carbonell no fallaron en ningún momento. Además, este rallye les había dejado disgustos en forma de dos abandonos, uno por salida de carretera y otro por avería cuando iban en cabeza. Así que hasta que no alcanzaron el parque cerrado de la Plaza de España no las tuvieron todas consigo pese a los más de cincuenta puntos de ventaja sobre un dúo tan experimentado y buen conocedor de los tramos como el formado por Odón Muñiz y Roberto Rodríguez, margen que es buena prueba de que no se fueron paseando precisamente. Al claro triunfo de los mallorquines, primero en la prueba de casa de su equipo, 'Cosmos Racing', le faltó, al igual que en Pravia, la guinda de los puntos extra del TC-plus, de nuevo cancelado para los participantes de las categorías de regularidad tras tener que neutralizarse por un accidente de un competidor de velocidad. Una circunstancia que podría resultar decisiva en el desenlace del campeonato, cuyos títulos se jugarán definitivamente los Carbonell con sus rivales asturianos del Pancho Villa Rally Team en las dos pruebas que cerrarán la temporada después del verano.

Por lo que respecta a la categoría de 'Regularidad', la repetición del resultado del Costa Daurada llegó después de un rallye lleno de alternativas. De entrada la primera posición la ocuparon Gustavo Alija y Víctor Suárez. Los asturianos se encontraban como pez en el agua sobre el muy mojado asfalto de los tramos de la mañana hasta que una avería en su Peugeot 205 los dejó fuera de combate poco después del kilómetro ocho de la cuarta especial. Apenas unos metros más del segundo paso por Ferroñes-Corvera recorrió el único equipo que había repetido victoria en lo que va de campaña, el formado por Rufino Sasián y Eloy Dehesa. Los cántabros, de vuelta a la acción tras su ausencia de Reus por compromisos familiares, eran segundos cuando cedió un palier de su Porsche y tuvieron que retirarse también.

El abandono de los dos equipos que ocupaban las dos primeras posiciones dejó vía libre al que los estaba siguiendo más de cerca, el de los ganadores en Cataluña, Darío José García y Emilio Pascual. Haciendo buen uso de su experiencia como piloto de Todo Terreno bien acostumbrado a pisos deslizantes, el madrileño llevaba con mano firme el BMW en unas condiciones nada apropiadas para un propulsión trasera y una vez alcanzado el liderato al final de los tramos de la mañana, lo mantenía en los ya no tan mojados de la tarde para lograr el segundo triunfo consecutivo junto a su copiloto bilbaíno.

Con la victoria de Avilés, Darío y Emilio pasan a ser los nuevos líderes del campeonato, arrebatando la primera posición a Toni Verdaguer y Toni Grau. Los catalanes terminaron cuartos, precedidos por los dos primeros equipos del certamen asturiano, los formados por Manuel Ángel López-'Moi' Barreiro y Andrés Triviño-Juan Pablo Martín. Todo un mal menor, ya que a efectos de puntuación para el campeonato concluyeron segundos, un resultado que parecía impensable por la mañana, cuando sufrieron muchísimo con su Porsche 944 patinando más de la cuenta a causa de un calzado nada eficaz para las condiciones del piso.

Peor le fue a otro de los equipos que llegaban a Avilés en los puestos de cabeza del campeonato, el de los Lantres. La pareja de Burdeos padeció ya desde la ceremonia de salida un problema de embrague en su Peugeot 205 que a duras penas les permitió concluir octavos, quintos en lo que a equipos registrados en el CERVH se refiere por detrás de los madrileños Luis Miguel Perea y José María Sánchez, que se llevaron los puntos de la tercera posición después de un meritorio rallye en un tramos nada propicios a su voluminoso Mercedes, y de los asturianos Helena García y Jesús Saiz, que lograron su mejor resultado del año con el Golf.

Con dos victorias tanto para Darío José García-Emilio Pascual como para Rufino Sasián-Eloy Dehesa y tres segundos puestos y dos cuartos para Verdaguer-Grau, estos tres equipos serán los que lucharán por los títulos de 'Regularidad' cuando el campeonato inicie su sprint final en Tenerife a principios de septiembre antes de completarse el primer fin de semana de noviembre en el Rías Altas coruñés.