Cuatro años después el nacional de montaña volvía a Ibiza para cerrar la temporada en las bonitas rampas de la subida de Sa Cala. Para nosotros se trataba de un retorno muy especial, al que dedicaremos capítulo aparte los próximos días dejando esta crónica para lo que fue el desarrollo meramente deportivo de la prueba, en la que se tenían que decidir los títulos que quedaban en juego, los de las categorías I y II, GT e Históricos. Realmente, el primero era el que estaba más en el aire, con Fombona liderando en puntos netos, seguido a sólo dos unidades por Aznar. Teniendo en cuenta el apretado sistema de puntuación de este año, ello significaba que al asturiano, en virtud de su mayor número de victorias, le bastaba ser segundo los dos días para lograr su sexto título consecutivo aunque el almeriense venciese los dos días y le empatase en la suma final. Algo que parecía perfectamente al alcance del pentacampeón nacional… pero que no lo iba a ser tanto como tendríamos ocasión de comprobar a lo largo de un fin de semana en el que el duelo Fombona-Aznar iba a ser nuestro principal foco de atención.

En las otras categorías aun por decidir la situación estaba ya bastante más decantada. De hecho, en la II, la reservada a los CM, bastaba con que se publicase la lista de inscritos para que quedara ya resuelto el campeonato a favor de Oscar Palacio antes siquiera de iniciar el viaje a las Baleares. El asturiano había aprovechado a la perfección la ausencia de Aritz Egozkue en Peña Cabarga para culminar la remontada de las dos citas anteriores y ponerse en cabeza de la clasificación con amplia diferencia. Así que la no inscripción del navarro en Ibiza le daba definitivamente el título a Oscar, que llegaba a Ibiza como primer campeón de España de la categoría II, título que este año estrenaba la hasta ahora denominada Copa de España CM.
En GT, Ángel Castro tenía las cuentas bien claras, con acabar segundo en las dos fases de Ibiza se llevaría el título aunque Raúl Borreguero ganase los dos días… y con sólo ellos dos participando en su grupo, acabar segundo y terminar eran sinónimos, por lo que, salvo ‘desastre’, el madrileño tenía el título también más que encarrilado. El otro galardón por decidir era el de Históricos, con Goyo Castro como líder virtual pero Miguel Ángel Clemente como gran favorito, ya que una vez aplicados los descartes de una fase A y una B de diferentes meetings, era el almeriense del 124 el que tenía toda la ventaja.

Los restantes grupos, el N y el A, estaban ya resueltos hace tiempo a favor de los únicos participantes en cada uno que han seguido el campeonato en su totalidad, ‘Viti’ Pardeiro y Juan José Abia. De todas formas, ambos eran de la partida también en Ibiza junto a todos los nombrados anteriormente que aun se jugaban algo en sus diferentes campeonatos y que componían el grueso de ‘peninsulares’ en la subida ibicenca. A ellos se añadían sólo el cántabro Pedro Bueno, en busca de los puntos suficientes para terminar tercero en la general de los CM con su veterano BRC 02, y los otros dos habituales participantes de la categoría de históricos, Rafael Serratosa y Antonio Noguera. El resto de inscritos en la corta lista compuesta por apenas 40 unidades, eran pilotos locales, la mayoría encuadrados en el certamen regional balear, en el que se incluían hasta varios carcross y unos cuantos turismos de autocross, algunos de los cuales aparecían inicialmente, y para  nuestra sorpresa, en la lista del nacional aunque, finalmente, eran ‘reubicados’ en la del regional tras las verificaciones.

Justo el extremo opuesto de la ‘zona de asistencia’, en lo alto del camino que desemboca a escasos metros del arranque de la prueba, estaba el otro aspirante al título, Aznar, superconcentrado y supermotivado. El almeriense tenía claro su papel, había que ganar los dos días como única opción real de llevarse un título que ansiaba más que nadie, y para ello se había preparado a conciencia, llegando a Ibiza un día antes de lo habitual y haciéndose con una buena provisión de ‘dunlops’ nuevecitas, que ‘tomaban el sol’ al lado de su coche, preparadas para ser utilizadas en las mangas oficiales de los dos días. Un detalle, el de la previsión de Aznar a la hora de proveerse de los neumáticos más adecuados, que un par de horas después iba a convertirse en una de las claves en la resolución del campeonato.

El resto de habituales del nacional se repartían en el espacio entre ambos contendientes por el título, preparándose en un relajado ambiente de ‘fin de curso’ en el que cada uno se buscaba sus propios alicientes una vez que, a efectos de los diferentes campeonatos, poco quedaba ya por resolver, como explicábamos más arriba. Casi todos se aprestaban a completar el trámite final de la temporada sin más metas que disfrutar de la subida aunque uno en particular, ‘Viti’ Pardeiro iba a tener por fin un rival a su altura tras varias carreras corriendo contra si mismo. Y es que en la subida de Ibiza no podía faltar el rápido piloto local JJ Fernández, que volvía a la acción tras nueve meses sin competir después de cerrar con mal sabor de boca (y un fuerte golpe) la pasada campaña en Denia. En las rampas de Sa Cala, JJ es toda una referencia con su EVO IX así que el duelo entre los dos era otro de los puntos de interés de la prueba.

Las dos mangas de entrenos de la fase A discurrían sin más sobresalto que el fuerte golpe que se daba el BRC de Pedro Bueno contra el talud situado al exterior de la rápida primera curva del trazado, que el cántabro afrontaba, con las gomas frías, demasiado deprisa. Los desperfectos en el CM eran considerables, pero ni el piloto ni su mecánico se rendían, dedicando toda la tarde del sábado a reparar lo que parecía irreparable para, al menos, conseguir completar el domingo la subida oficial y cumplir el objetivo que les había llevado a hacer el largo y costoso desplazamiento, lograr la tercera posición del campeonato de los CM.

De vuelta a la zona de asistencia antes de la manga final, la principal tarea era conseguir unas hojas de tiempos, lo que era poco menos que una utopía en una carrera que, en lo que respecta a montaje organizativo, era tan modesta (o más) que en su anterior etapa en el nacional, sin cronometraje online ni coche R ni cuenta atrás en el semáforo de salida por no hablar más que de tres elementos poco menos que ‘obligados’ hoy día en cualquier prueba no ya del nacional de montaña sino, prácticamente, de cualquier regional de cierto nivel. No deja de ser un tanto triste que el Campeonato de España haya perdido de su calendario pruebas en las que se cuidaban todos esos detalles (se me vienen a la mente, de inmediato, subidas como las de Arrate o La Santa) y ahora, cuando la escasez de carreras es alarmante, el listón de ‘exigencia’ federativo baje hasta el punto visto en Ibiza el pasado fin de semana. Está claro que la coyuntura es la que es pero ello no hace menos injusta la situación, sobre todo para los que se ‘quedaron en el camino’ estos últimos años.

De todas formas, errores a parte, tanto en los libres como en los oficiales Fombona lideraba por delante de Aznar, con los dos ‘jugando al despiste’ como es habitual en las mangas de práctica de las pruebas de montaña. El gijonés nos comentaba que había subido con unas Dunlop usadas pero que tenía preparadas unas Michelin nuevas para la manga oficial con las que esperaba bajar sus tiempos. Y el almeriense también confiaba en una mejoría en sus cronos en cuanto montase las Dunlop nuevas que esperaban en los calentadores después de haber hecho los entrenos con gomas viejas.

Visto desde la línea de la salida, el primer asalto del duelo final entre ambos parecía decantarse del lado de Fombona, que apenas levantaba en la rápida derecha de final de recta, en la que Aznar tocaba ligeramente el freno. Pero de ahí para arriba las cosas iban a cambiar. El gijonés comprobaba enseguida como el cambio de marca de neumáticos había sido un error, costándole una barbaridad ‘meter’ el Audi en los virajes, como bien se podía comprobar en las imágenes que veíamos después en las grabaciones de vídeo, en las que las gomas del A4 dejaban una vistosa estela de humo en más de un punto del trazado al apurar su piloto las frenadas. El resultado era que, tras otra larga espera para conocer los tiempos, finalmente lográbamos acceder a la clasificación final, encabezada por Aznar, que cumplía a la perfección su ‘programa’, bajando por primera vez en todo el día del 2.20 y logrando ya una de las dos victorias que necesitaba. Fombona, en cambio, empeoraba en casi cuatro segundos su tiempo de los entrenos libres y, lo que era peor para sus intereses, entre su Audi y el de su rival por el título se ‘colaba’ el Mosler de Borreguero, con lo que el campeonato se ponía totalmente al rojo vivo: en un solo intento Aznar había recortado los dos puntos de desventaja con los que había llegado a Ibiza y el domingo ambos contendientes iban a partir empatados y, rememorando la vieja canción de Abba, ‘the winner takes it all’, el que ganase se lo llevaría todo… o más bien el que terminase por delante del otro, sin importar en que posición lo hiciesen.

Centrados en la apasionante pelea por el título absoluto, el resto de cronos nos pasaban inicialmente muy desapercibidos. Pero un estudio más atento de la hoja de tiempos nos mostraba a Ángel Castro en la cuarta posición a apenas tres décimas de Fombona, demostrando que subía fuerte pese a no tener más que terminar y a que dedicaba el fin de semana a probar unas nuevas suspensiones, de las que nuestra maleta se había encargado de llevar un par de sus componentes.

Detrás del Cupra GT del madrileño se clasificaba el EVO IX de ‘Viti’ Pardeiro, otro que no tenía motivos para correr pero lo hacía ¡y de que forma! para superar a JJ Fernández en su particular pelea por el grupo N. El langreano se empleaba a fondo y superaba en todas las mangas al ibicenco que no se explicaba por qué no le salían los tiempos pese a dar lo mejor de si mismo en una subida que conoce a la perfección. Tras ellos, ya sin prisas ni rivales, acababa el 206WRC de Abia, primero de grupo A por delante del vistoso EVO Monster naranja del local Kike Perelló.

Cerrando el repaso a los carrozados, Clemente decidía definitivamente a su favor el título de históricos gracias a su victoria y al cuarto puesto de Goyo Castro, superado también por Serratosa y Noguera, lo que ya convertía en un trámite para todos ellos las mangas del día siguiente. Estos dos últimos se habían visto perjudicados por el inesperado adelanto del horario de salida de los entrenos oficiales, otra de esas ‘cosas raras’ que vimos en Ibiza ya que en las pruebas del nacional el horario es fijo y debe respetarse, pudiéndose producir retrasos por incidencias de carrera pero no adelantos en el mismo, como fue el caso de la segunda subida del sábado.

Por lo que respecta a los CM, la victoria era clara para Oscar Palacio que, sin embargo, se llevaba ‘el susto del año’ en la manga final cuando, a la salida de una curva, se encontraba la carretera  ‘colapsada’ por los otros dos CM en liza, los Silver de Mario Hekke y Gabi Arrabal. Lo que había ocurrido era que el segundo se había visto perjudicado por el ritmo lento del primero, que subía averiado, deteniéndose en vez de continuar como se debe de hacer en estos casos en los que las banderas que se muestran son las amarillas y no la roja. Por fortuna, el incidente se saldaba sin daños, todos eran devueltos a la salida, Oscar y Gabi repetían su ascensión y el asturiano se imponía sin problemas al balear, siendo ambos los únicos clasificados en una categoría que ha tenido una segunda mitad de campeonato realmente pobre y hasta injusta para el campeón, que estaba en clara línea ascendente desde Falperra y que, muy probablemente, hubiese logrado igualmente el campeonato aun con más rivales en liza, lo que le hubiese dado, sin duda, mucha más brillantez a su título.

Cuando llegábamos a la zona de asistencia, el aspecto del Audi era el típico de estas reparaciones de emergencia, con la cinta americana adueñándose de buena parte de la dañada carrocería. El coche iba a estar finalmente listo para competir… pero otra cosa iba a ser su estado una vez en marcha. Definitivamente Aznar pasaba a ser ya el claro favorito, aunque el almeriense no quería vender la piel del oso antes de haberlo cazado y se mostraba cauto, concentrado en su trabajo de seguir a su ritmo y cumplir su objetivo, ganar los dos días. Por su parte, Fombona trataba de poner a mal tiempo buena cara pero creo que era claramente consciente de que el campeonato se le estaba escapando de forma inexorable.

La subida que iba a dictar la sentencia final la veíamos desde el exterior de la rápida primera curva de derechas del trazado de ‘Sa Cala’. La impaciencia por conocer el desenlace del campeonato se acrecentaba por el interminable y desesperantemente intermitente desarrollo de la manga, con varios y largos ‘parones’ causados por diversos incidentes, por fortuna ninguno de ellos con más consecuencias que ‘chapa (o fibra) y pintura). Cuando por fin, a eso de la una y pico, arrancaban los últimos participantes del nacional, bastaba ver como encaraban la recta inicial los Audis de Aznar y Fombona para tener claro cual iba a ser el resultado. Mientras el del almeriense tragaba marchas con decisión camino de ese título que su piloto veía cada vez más cerca, el del asturiano zigzagueaba vistosamente y un penacho de humo se desprendía de su aleta trasera izquierda, síntoma inequívoco de que la goma iba rozando con la carrocería.

Aunque, al igual que el día anterior, había que esperar un buen rato para conocer los tiempos, la incertidumbre no era la misma y el parcial a medio recorrido que nos llegaba vía telefónica (+3 a favor de Aznar) no hacía sino confirmar lo visto en la salida: tras cinco años en Asturias el título de Campeón de España iba a viajar hacia Almería. Finalmente, y en vista de que las hojas de tiempos no acababan de salir pero los coches ya estaban de vuelta, nos asomábamos al furgón de cronometraje, preguntábamos por el resultado y nos daban la confirmación oficial de lo esperado: victoria de Aznar con Fombona solamente cuarto. De nuevo nos tocaba ejercer de portadores de buenas y malas noticias, aunque esta vez diría que las malas ya las esperaba Fombona, consciente de que salir en la manga final había sido el máximo milagro que podía esperar. Las buenas también las adivinaba Aznar pero conocerlas de forma oficial le hacía explotar de alegría ante nuestra cámara cuando le comunicábamos que había ganado y que era el Campeón de España de Montaña 2011 en la categoría I. Un título que el almeriense ha perseguido con fe, constancia y mucho trabajo durante estas últimas temporadas y que supone para él y su equipo el merecido premio a todo ese esfuerzo. Cuando, ya en el parque cerrado, Aznar se bajaba, exultante, de su coche, la primera felicitación que recibía era precisamente la de su rival, Fombona, fundiéndose los dos en un emotivo abrazo que certificaba de nuevo esa deportividad que tanto nos gusta y que, desgraciadamente, cada vez se hace más rara de ver en estos tiempos que corren.

Más aun que el día anterior, nuestra atención había estado tan fija en el duelo Aznar-Fombona (con desenlace inverso en lo que respecta al título de A2, que era para el asturiano) que el resto de resultados nos había pasado muy desapercibidos. Así que mientras esperábamos para hacer las diferentes entrevistas nos enterábamos de que Borreguero había repetido segundo puesto, seguido esta vez por Ángel Castro en la general, resultado que certificaba definitivamente el título de GT a favor del madrileño aunque ambos acabasen empatados a puntos, llevándose el campeonato el del Cupra gracias a su mayor número de victorias parciales.

Quinto era esta vez Abia, que mejoraba con claridad sus cronos de la víspera lo que le permitía superar a los ‘duelistas’ del grupo N entre los que, otra vez, ‘Viti’ se imponía a JJ para completar con una doble victoria de prestigio la temporada de su segundo título nacional de grupo N, categoría en la que, como ha ocurrido en casi todas las de este campeonato, han faltado rivales que siguiesen de forma asidua el certamen y diesen mayor brillo al triunfo del asturiano.

En Históricos se repetía el resultado de la víspera, con Clemente de nuevo imbatible imponiendo su Seat por delante del TVR de Serratosa, el Lotus de Noguera y el BMW de Goyo, en un exacta repetición del resultado de la víspera.

Entre los CM, Oscar Palacio se ponía a si mismo el reto de marcar el mejor crono posible, y a fe que lo conseguía, rodando en tiempo de record en la manga oficial para lograr otra clara victoria por delante de Gabi Arrabal, de nuevo el mejor de los locales y que esta vez ‘aprendía la lección’ de la víspera, y seguía hasta la meta pese a verse perjudicado por las banderas amarillas que anunciaban el fuerte golpe del Speed Car de Moll. Tanto este como el BRC de Mayol no habían podido ser de la partida el sábado a causa de haberse detectado en las verificaciones previas que sus depósitos de combustible estaban caducados, pero una vez resuelta la anomalía participaban el domingo con la desigual fortuna que suponía el accidente de Moll y la tercera plaza de Mayol. Cuarto era Hekke y quinto, subiendo a ritmo lento con su maltrecho BRC, terminaba Pedro Bueno logrando al menos esos puntos que le daban la tercera plaza en la general del campeonato.