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17-18|06|2011 RALLYE DE ORENSE
La primera mitad del nacional de asfalto concluyó en Orense con el tercer triunfo de Fuster-Aviñó y una auténtica debacle para el resto de aspirantes a las primeras plazas. Pons-Haro se salieron cuando trataban de remontar después de perder el liderato a causa de un pinchazo mientras que ni Hevia-Iglesias ni Vallejo-López lograron siquiera tomar la salida a caua de sendas roturas de motor en el shakedown. La segunda plaza acabó en manos de Senra-Vázquez, que a punto estuvieron de quedar fuera en el último enlace, completando el podio Jonathan Pérez-Enrique Velasco.

CRONICA

Piensas en el rallye de Orense y la primera palabra que le asocias es ‘calor’. Un calor poco menos que inevitable por diputarse en pleno mes de junio en una zona en la que, en esta época del año, las temperaturas suelen ser siempre altas. Además, el año pasado, el rallye orensano fue ‘caliente’ no sólo a causa del sol sino, también, por la agria polémica Nupel-Vallejo. Un ‘calor’ que nos dejó muy mal regusto en lo que se refiere al comportamiento de ciertos aficionado pero que tuvo su parte positiva en el cerrado duelo deportivo que protagonizaron Pons y el de Meira.

Un año después, el cambio no pudo ser más radical en casi todos los sentidos. El viernes por la tarde, cuando llegamos a Expourense, no sólo no hacía excesivo calor sino que corría una fresca brisa y el cielo estaba cubierto de unas nubes bastante oscuras que auguraban un fin de semana mucho menos caliente en lo que a lo climatológico se refiere. A nivel ‘pasional’, la temperatura era, afortunadamente, también mucho más baja, sin que esta vez hubiese que asistir a episodios más propios de ultras futboleros que de aficionados a los rallyes. Y a nivel deportivo, de camino a Orense habíamos recibido noticias que ‘enfriaban’ también el ambiente, ya que tanto el Skoda de Hevia como el Lotus de Vallejo se habían roto en el shakedown. Y aunque en el equipo gallego intentaban una reparación de emergencia, al final lo dos coches se tenían quedar inmóviles dentro del recinto ferial sede de las asistencias, lo que dejaba al rallye sin dos de los pocos aspirantes que este año hay a las primeras plazas en cualquier prueba de un nacional que no está sobrado de protagonistas precisamente. Y eso que esta vez teníamos, al menos, un invitado especial, el portugués Magalhaes, inscrito con un EVO X de ARVidal y dispuesto a volver a mezclarse en la lucha con los tenores del Campeonato de España, como ya había hecho en Canarias al volante del 207 S2000 de Peugeot Portugal.

Clara victoria de Fuster-Aviño que recuperan el liderato en la general del campeonato de España

Un pinchazo retrasó a Pons-Haro cuando aun eran líderes, y una salida de carretera en el Cañón les dejó fuera cuando intentaban ser terceros

Segunda posición con suspense para Senra-Vázquez, que casi se quedan 'tirados' en el enlace previo a la última especial

Otro podio para Pérez-Velasco, que se consolidan en la tercera plaza de la general

Con tan sensibles bajas antes siquiera de empezar, el rallye ya arrancaba algo frío cuando a las ocho y media de la tarde del viernes se iniciaba el tramo espectáculo en el polígono de San Ciprián. El recorrido, con un par de zonas de tierra, era similar al del pasado año y, por tanto, con sus mismas virtudes y defectos. En el haber estaba la importante labor promocional que permiten estas especiales, ideales para acercar los rallyes al que no es seguidor habitual, y el hecho de que, al cobrarse entrada, unos muy módicos 3 euros (10 en la tribuna) por los dos días (esta vez se repetía el sábado), sirviese para ayudar a la organización en eso cada día más difícil en cualquier prueba del nacional: cuadrar las cuentas… ¡o al menos intentarlo! En el debe, el muy escaso espectáculo que, lógicamente, ofrecían unos pilotos para los que este tipo de pruebas son de esas en las que hay mucho que perder y muy poco que ganar.

Aun así, en rallyes como los de hoy en día, en que cada segundo cuenta, los casi 11 que se dejaba Fuster, lógicamente superprudente en la tierra con el Porsche, respecto a Pons, que atacaba todo lo que podía en esos metros fuera del asfalto en los que su experiencia mundialista y las cualidades del Fiesta S2000 le daban ventaja, no dejaban de tener su importancia. En sólo 2 kilómetros, Xevi aventajaba con claridad también al resto de posibles aspirantes a las primeras plazas, encabezados por Magalhaes, a 4.1 segundos en lo que sería su única prestación digna de reseñar, y por Meira, a 5.8 y muy motivado y con ganas de reivindicarse del ‘affaire’ del Rías. Al respecto, llegábamos tarde, por poco, a la ‘demostración’ que en la asistencia de RMC se le hacía, ante varios testigos, al Delegado Técnico de la española de cómo la ya famosa ‘prueba de la pelota’ no es tan relevante como su informe de Vigo hizo ver y algún que otro medio de comunicación dio a entender. Lástima que para Meira y Roberto Médnez el daño ya estuviese hecho, aunque al menos les quedaba la satisfacción personal de dejar claras cierta cosas ante quien correspondía.

La superespecial transcurría sin más incidencias que el ‘apuro’ sufrido por el cordobés Germán Leal, cuyo Swift se quedaba ‘atascado’ en la primera zona de tierra, siendo ‘rescatado’ por prensa y comisarios, y el ‘geyser’ que provocaba uno de los BMW del certamen autonómico al terminar un ‘cero’ justo sobre una tapa de registro del sistema de riego. El tramo nos servía de aperitivo del rallye, sustituyendo a la siempre aburrida ceremonia de salida y teniendo, además, la ventaja adicional de permitirnos obtener ya un buen montón de fotos e imágenes de vídeo, lo cual siempre viene bien, y más en este caso en que nuestro cámara Jose (acompañado esta vez también por Corsino) no iba a poder seguir todo el rallye ya que el sábado a mediodía emprendería ruta camino de Candelario para cubrir la subida de la localidad salmantina que había contratado nuestros servicios de vídeo.

Pero antes tocaba ‘rematar’ el viernes con una buena ‘cena de equipo’, la más numerosa de la temporada ya que por fin coincidíamos todos los ‘habituales’ en los rallyes del nacional y junto a nosotros estaban de nuevo los gallegos (Chapi y Nacho) y se reincorporaban los madrileños (Miguel y César). Como siempre ocurre en estos casos, la sobremesa era larga con los rallyes, la F1 y demás temas del mundo del motor como eje de las diferentes conversaciones… hasta que alguno advertía de lo temprano que tocaban diana al día siguiente y ya nos íbamos todos al hotel para dormir las pocas horas que quedaban antes del inicio de la jornada del sábado.

Al igual que en Cantabria, me tocaba ‘guardia’ todo el día en la asistencia, atendiendo los Twitters, así que volvía a tener esa visión del rallye tan tremendamente limitada que supone no ver siquiera en un par de curvas a sus protagonistas y que me deja sin ‘sensaciones de cuneta’ que transmitir en estas líneas. A cambio, tenía la ventaja que siempre da estar todo el día ‘conectado’ y cerca de los equipos: saber enseguida y muy de primera mano lo que iba ocurriendo. De todas formas, las horas transcurren con exasperante lentitud en la asistencia, y el hecho de estar en un recinto cerrado como el de Expourense, aunque sea ventajoso para el trabajo y para protegerte del calor o de la lluvia, acrecienta aun más la sensación de que el tiempo no pasa.

Viendo las características de los tramos, el primer bucle, con Toen y San Pedro de Rocas, debía de ser ya una muy buena referencia de lo que podía dar de si el rallye, visto como un más que presumible mano a mano entre Pons con el Fiesta S2000 y Fuster con el Porche. Un duelo que se presentaba, además, como una reedición del que la inesperada tormenta de verano truncó en el Rías, con Xevi buscando sacar ventaja por la mañana, aprovechando los dos pasos por el algo más revirado Toen y la repetición de la superespecial ‘mixta’, y con Miguel intentando compensar lo que perdería en ese terreno con lo que podría ganar en San Pedro de Rocas para, de ese modo, llegar al mediodía ‘en los tiempos’ y asestar el golpe de gracia por la tarde en las dos pasadas por el Cañón do Sil, donde al volante del 911 iba a hacer estragos si esas nubes que habían amenazado el viernes no volvían el sábado con peores intenciones.

Finalmente, el balance de ese primer bucle del sábado, aunque deparaba el esperado reparto de scratchs entre Pons y Fuster, era en realidad favorable al del Porsche, que sumaba casi 9 segundos menos en el cómputo de tiempos de los dos tramos, lo que le situaba a sólo 2.2 del liderato cuando los equipos retornaban por primera vez a la asistencia. El tercero ya estaba a casi medio minuto, y era Víctor Senra, para el que ser de la partida ya había sido un triunfo, al haber acabado de montar los últimos componentes del  nuevo motor de su 306Maxi apenas unas horas antes del tramo espectáculo del viernes. Tras el Kit Car se situaban los dos restantes S2000 en liza, los Peugeot de ‘los Pérez’, con el asturiano Jonathan por delante del andaluz David, que retornaba al nacional tras su ausencia en las dos pruebas anteriores.

Sexto era Meira, al que la rotura de un palier lastraba en San Pedro de Rocas, obligándole de nuevo a iniciar una remontada para estar en las posiciones que le correspondían. Unas posiciones en  las que tampoco estaba Magalhaes, que marcaba cronos lejanos a los de cabeza debido a problemas de transmisión en su EVO que no tendrían solución y le acabarían llevando a la retirada poco después sin haber podido mezclarse en ningún momento en la lucha por los puestos de podio.

Cuarta posición absoluta para Vinyes-Mercader, claros vencedores en 2RM y la Challenge Hankook

Un toque cuando trataban de remontar el tiempo perdido por una rotura de palier obligó a abandonar a Meira-Bañobre

Ramos-Costoya lograron una inesperada quinta posición, ganando además el grupo N y la EVO CUP

Un pinchazo en el último tramo les costó a Marbán-Ferrero dos puestos en la general y el triunfo entre los Mitsubishis

 

Si la espera a que retornasen los coches tras su temprana partida de Expourense se había hecho larga, los veinte minutos de asistencia pasaban volando, demostrando una vez más eso de que cuando estás entretenido el tiempo corre más deprisa. Al frenesí de actividad que supone siempre la llegada de los coches a sus respectivos ‘boxes’, seguía enseguida esa tensa calma que se adueña del parque de trabajo cada vez que lo abandonan. Tocaba otra vez ‘enchufarse’ a la radio, a internet y al teléfono para seguir el segundo bucle, en el que se repetían Toen y San Pedro y se añadía el segundo paso por la superespecial como último obstáculo para los participantes antes de la larga pausa del mediodía.

En Toen, Pons apretaba al máximo y aumentaba en 4.6 segundos su ventaja sobre Fuster, que le seguía, paciente como un depredador a su presa, afilando ya las garras. La diferencia acumulada por Xevi era de 6.8, poco más de la mitad de lo que Miguel le había sacado en el primer paso por San Pedro de Rocas, así que la repetición de la larga, rápida y complicada especial, llena de mil trampas (¡y más aun en la segunda pasada!), ponía muy en peligro el liderato del catalán. Un liderato que Xevi no podía siquiera defender, ya que era el primero de la larga lista de víctimas que, en forma de pinchazos, se tomaban las muchas piedras que hacen honor al santo que le da nombre. El catalán y su copiloto se tenían que parar a cambiar la rueda, y aunque lo hacían realmente rápido, retornaban a la carretera ya por detrás tanto del Porsche de Fuster como del 207 de Jonathan Pérez, lo que significaba ceder más de dos minutos, caer hasta la sexta posición de la general y decir adiós a toda opción de victoria.

Viendo a su rival parado en la cuneta, Fuster no necesitaba ya forzar, y aunque empeoraba casi en medio minuto su crono anterior, aun marcaba el segundo mejor tiempo, sólo superado por Meira, que estaba en plan ‘full atack’ en busca de recuperar el tiempo perdido a causa de la avería del bucle anterior. El rallye quedaba ya poco menos que sentenciado a favor del levantino y su Porsche, que se lo tomaba de nuevo con calma sobre la tierra de San Ciprian para llegar al reagrupamiento de mitad de rallye como sólido líder, aventajando en casi 40 segundos a Senra y en alrededor de un minuto a Jonathan Pérez y a Alberto Meira, que ya estaba a poco más de un segundo del asturiano. En esa pelea faltaba ‘el otro Pérez’, David, que intentando mantenerse ‘a tiro de podio’ se había dejado la copela de un amortiguador de su 207 en una de las traicioneras cunetas de San Pedro de Rocas, por lo que tras el EVO X del vigués se abría otro importante hueco de casi un minuto respecto a Pons, quinto pero a casi 2 del primer puesto, el único resultado que le valía para sumar puntos a su total de la primera mitad de temporada.

Evidentemente, ahora y sabiendo lo que pasó después casi se podría decir que a Xevi y RMC les hubiese merecido más la pena ‘marcharse para casa’, pero tanto el piloto como Roberto Méndez no son precisamente de los que se rinden a la primera, así que aunque ganar estaba poco menos que imposible, la decisión era clara, había que seguir en carrera y tratar de remontar lo más posible, al fin y al cabo los rallyes no acaban hasta que se llega a la meta y todavía quedaban muchos kilómetros por la tarde, más de 120 para ser exactos.

Lo que restaba por recorrer eran dos duros bucles de tres tramos, con el precioso y temible ‘Cañón do Sil’ en medio de los de ‘Vilariño Frío’ y ‘Luintra’. Fuster tenía bien claro que su terreno era el ‘Cañón’, donde marcaba un claro scratch, distanciando en más de 20 segundo a Senra y Pons, que le habían precedido en apenas 6 en ’Vilariño’, con Xevi dos décimas por delante de Víctor. El catalán marcaba también el mejor crono en Luintra, pero aun era cuarto de la general, con Senra manteniéndose fuera de su alcance, teniendo en cuenta las diferencias del primer bucle y el tiempo a recuperar, y con Jonathan Pérez también todavía por delante, aunque rebasar al asturiano parecía sólo cuestión de tiempo. En esa pelea por los escoltar a Fuster en el podio faltaba ya Meira, que se pasaba de frenada al inicio de Vilariño Frío, tocaba contra una piedra y dejaba maltrecha la suspensión delantera derecha de su EVO X, viéndose obligado a abandonar.

Tras salirse por la mañana, Antxustegui-Suárez remontaron por la tarde para acabar sextos de la general y segundos de 2RM

Pujol-Rosell se impusieron en el grupo R2 y acabaron terceros de la Hankook

En su retorno al nacional, Adrián Diáz, copilotado por Tome, fue segundo de los R2

Suárez-Carrera eran líderes de los Fiesta R2 cuando un pinchazo les retrasó y otro en el siguiente tramo les obligó a retirarse

El último bucle arrancaba igual que el penúltimo, con Pons marcando el scratch por delante de Senra, y con Fuster tomándoselo aun con más tranquilidad, siendo incluso superado por Jonathan en el parcial. Algo que el de Benidorm se podía permitir dada su ventaja y lo que venía después, el segundo paso por el ‘Cañón’, en el que, de nuevo, marcaba diferencias más que apreciables. Pero la noticia no era que el piloto del Porsche elevase su ventaja ya a más de un minuto diez sobre el segundo de la general, Senra, sino que quien aspiraba a situarse tercero, Pons, no llegaba a la meta. Mientras en la radio se esperaba la llegada de Xevi al control stop, en la carpa de RMC sonaba el teléfono de Roberto Méndez, y cuando le escuchábamos decir ‘¿estais bien?’ teníamos claro lo que había pasado, ¡Pons se había salido! El Fiesta S2000 se había ‘ido para abajo’ como muy gráficamente explicaba Fuster en la meta, sin daños alguno para piloto y copiloto y con no demasiados destrozos en la mecánica pero, obviamente, el abandono era inevitable.

Con la retirada de otro de los ‘tenores’ a falta ya sólo de un tramo, las posiciones se presentaban más que definidas… ¡pero aun quedaba suspense! En la meta de Luintra, Fuster se mostraba lógicamente satisfecho con su victoria y lamentaba el infortunio de sus rivales, nombrando a Senra entre los que habían tenido mala suerte. Inicialmente no le dimos importancia, pensando que se había tratado de un ‘lapsus’ de Miguel… pero no, el levantino sabía muy bien lo que decía ya que había visto parado el 306 de Senra, con problemas eléctricos, en el enlace previo al tramo final. Algo que se confirmaba poco después, cuando llegaban a meta los siguientes, Jonathan Pérez y Joan Vinyes, comentando ambos también el hecho. Pero cuando parecía que el rallye perdía otro de sus protagonistas, Víctor y el Maxi aparecían milagrosamente en el control de salida, penalizando un minuto por retraso y lanzándose ‘a tumba abierta’ para lograr el scratch y conservar aun, por apenas unos segundos, la segunda posición que tanto trabajo les había costado lograr hasta entonces.

La llegada ‘en tiempo’ de Senra al control horario final significaba la confirmación definitiva de que Víctor ‘salvaba’ la segunda plaza, quedando Jonathan Pérez en la tercera. El asturiano volvía a hacer un rallye inteligente, sabiendo dosificarse en los tramos largos, en los que los frenos de su 207 S2000 le hacían sufrir más de la cuenta, y consiguiendo su tercer podio de la temporada. Un resultado que le consolida en una inesperada tercera posición de la general del campeonato que tratará de defender en la segunda mitad de la temporada, con dos rallyes ‘en casa’ como factor adicional a su favor.

Si ‘Yoni’ repetía el resultado final del Rías, lo mismo pasaba con Vinyes, otra vez en el límite y más allá de lo que se puede lograr con un S1600. El andorrano era de nuevo cuarto, volviendo a ganar ‘como de costumbre’ entre los dos Ruedas Motrices y en la Challenge Hankook, dos certámenes en los que no va a tener rival.

Segundo en ambas clasificaciones terminaba su compañero de equipo, Gorka Antxustegui, aunque no sin sufrir y tener que remontar. El piloto vasco se salía por la mañana en el segundo paso por San Pedro de Rocas, pensando inicialmente que ahí acababa su rallye. Pero tras comprobar que no se había roto nada en el tren delantero del Swift, que estaba ‘empanzado’ en la cuneta, Gorka y Gabri podían retornar al asfalto y empezar, a partir de ahí, una continua remontada que les acababa por llevar a la sexta plaza de la general y a su ‘lugar natural’ entre los 2RM, la segunda plaza tras Vinyes.

Entre los dos Suzuki concluía el EVO X del gallego Ramos, ganador de un tan apretado como extraño duelo con el Mitsubishi de Marbán, en el que, tras la temprana retirada de Mantecón (problemas de motor en el enlace al primer tramo del sábado),  el ya comentado abandono de Meira, y el similar de los Pais (víctimas también de un toque), ambos se jugaban la supremacía tanto en la EVO CUP como el grupo N. Una supremacía que parecía clara para el madrileño hasta que problemas de transmisión le dejaron sólo con tracción trasera en el segundo bucle de la mañana, lo que reducía su ventaja sobre el gallego a sólo 4.1 segundos al mediodía. Por la tarde, la diferencia oscilaba entre un máximo de 12.3 tras el primer paso por Vilariño Frio y un mínimo de 1.2 después de la repetición del mismo tramo, ganado cada uno al otro poco menos que ‘por turnos’ en cada tramo. Aun así, parecía que Marbán tenía la situación controlada, iniciando la última especial con dos segundos y medio de ventaja y, sobre todo, con su rival dándose poco menos que por satisfecho con el resultado. Y más tras hacer Ramos un trompo en el tramo final que, sin embargo, era mal menor ante el pinchazo sufrido por Marbán, que tenía que detenerse a cambiar la rueda, perdiendo cuatro minutos y cayendo hasta la séptima plaza de la general, lo que dejaba finalmente el doble triunfo EVO CUP-Grupo N en manos de su sorprendido rival.

Carchat-Ribeiro no sólo ganaron la Swift sino que acabaron en un incríble décimo puesto de la general scratch

Monarri-Sanjuan acabaron segundos de la Copa Suzuki pero fueron excluidos en las verificaciones técnicas

Pazó, copilotado esta vez por Seoane, heredó la segunda plaza y sigue líder de la general aunque con un sólo punto de ventaja

La exclusión de Monarri permitió a Viloria-Fariñas lograr su nprimer podio en la Swift

Tampoco faltaban los golpes de efecto en uno de los grupos que se presentaban, a priori, como más interesantes, el R2. Con cinco idénticos Fiestas de RMC en manos de Ferrán Pujol, Borja García, José Antonio Suárez, Adrián Díaz y Eugenio Peláez, teníamos en Orense algo así como ‘lo que pudo haber sido y no fue’ de la prevista copa R2MC que finalmente no salió a la luz. Junto a ellos, el Twingo de Rubén Gracia, dispuesto a sumar puntos para el nacional de la categoría aunque el rallye orensano no puntuase para el monomarca de Renault, conformaban un interesante rallye dentro del rallye en el que pronto destacaban, sobre todo, Pujol y ‘Cohete’. Ambos (y Borja García) rodaban en el mismo segundo en el tramo espectáculo, repitiendo los dos primeros igualdad en Toen, siempre con el catalán por delante y el asturiano apenas a unas décimas. Pero en el primer paso por San Pedro, mientras José Antonio sufría problemas con los interfonos, que ya le habían incordiado también en el tramo anterior, y tocaba ligeramente doblando un trapecio, Pujol, se ‘metía por donde no debía’, como nos confesaba con sinceridad, pinchando y perdiendo casi cuatro minutos. Peor le iba a Borja García, que rompía un palier y volvía a quedarse fuera demasiado pronto, justo lo que menos necesita el valenciano, que quiere hacer kilómetros y conocer lo mejor posible el nacional de rallyes con vistas a repetir experiencia la próxima temporada, ya con más aspiraciones.

El percance del catalán dejaba al asturiano en cabeza, seguido de cerca por Adrián Díaz, a 11.5. Una diferencia que desaparecía por completo en la repetición de Toen al pinchar ‘Cohete’ y ceder el liderato al gallego. Un pinchazo que dejaba a José Antonio sin rueda de recambio para la repetición del temible San Pedro de Rocas… en el que volvía a pinchar lo que le obligaba al abandono. Pero el líder de R2, Adrián, también pinchaba, pasando la primera plaza a manos de Gracia… por poco tiempo. El embrague del Twingo empezaba a fallar en el primer tramo de la tarde, y el resto del rallye se convertía en un calvario para el madrileño, que no podía defenderse ante los Fiesta, debiendo conformarse con acabar como fuese, finalmente tercero de R2 y undécimo scratch, sumando al menos un buen puñado de puntos para seguir como claro líder del certamen.

La larga serie de incidentes sufridos por los los protagonistas del grupo R2 hacía que, de algún modo, las desgracias ‘se compensasen’ lo que devolvía al liderato al que lo había ocupado inicialmente, Ferrán Pujol. El catalán rodaba al ataque y acababa por recuperar la primera plaza por la tarde, tras superar a Adrián Díaz, manteniéndola ya hasta el final para acabar, además, en una notable octava posición de la general, justo por delante de su compañero de equipo, que también se metía entre los diez primeros.

 

Gracia-Sanjuán acabaron undécimos de la general y terceros de R2 con el Twingo

Los portugueses Magalhaes-Grave no brillaron debido a problemas mecánicos en su EVO X, retirándose pronto

Tampoco llegó a mitad de rallye el 207S2000 de David Pérez-Alberto Chamorro, que sufrió la rotura de una copela.

Victoria en el rallye autonómico para el C2 de Marcos y Alberto Bello

 

El puesto que quedaba en el ‘top ten’ lo ocupaba, contra todo pronóstico… ¡el ganador de la Swift! Que un Suzuki de la copa se ‘cuele’ entre los diez primeros de la general dice mucho, tanto de lo muy rápido que lo llevó su piloto, el ya nada sorprendente Joan Carchat (definitivamente, el andorrano anda… ¡y mucho!) como del triste estado en que se encuentra el nacional de asfalto. Sin apenas élite y con una ‘clase media’ poco menos que inexistente, los coches de una copa como la Suzuki pueden aspirar a puestos absolutamente impensables lo cual, evidentemente, no deja de ser un síntoma claro de que ‘algo no marcha’ en este campeonato.

En todo caso, ni eso es culpa de Carchat y sus rivales ni debe servir para quitar mérito al fantástico rallye que se marcó Joan. Tras los podios de Villajoyosa y el Rías, el andorrano se confirma como uno de los candidatos al título del monomarca de Suzuki, aspirando a suceder en el palmarés a Pujol igual que ya hizo en el del Volant RACC catalán, del que ambos proceden.

El rallye de los Swift no estuvo tampoco exento de interés, polémica y hasta drama. Empezando por esto último, la nota triste del día fue el tremendo accidente de tráfico sufrido por Lluis Pérez y Nico del Corral, golpeados por el coche de un espectador en el enlace tras el primer tramo del sábado, del que salían como segundos de la clasificación. Por fortuna, Nico ya está de vuelta a casa y Lluis evoluciona favorablemente de sus heridas, así que esperamos verles a ambos pronto en acción otra vez, será el mejor modo de olvidar este mal trago.

La polémica vino al final del rallye, cuando el Swift de Monarri, que había logrado, por fin, un resultado más acorde a lo que se esperaba de él desde que anunció su participación en la copa, era excluido por irregularidades técnicas. Un auténtico jarro de agua fría para el madrileño, al que no le están saliendo las cosas como se esperaba en un certamen en el que ganar no es tan fácil. Algo que sirve, de paso, para valorar el claro triunfo que, en su día, logró Esteban Vallín, cuyos resultados eran los que la mayoría esperábamos que emulase Monarri, dada su innegable rapidez y experiencia.

La exclusión del madrileño dejaba la segunda plaza en manos de Pazó, lo que servía al gallego para seguir líder de la Swift pese a un rallye que se le complicaba al ser otro más de las múltiples víctimas de pinchazos, en su caso en el primer paso por Luintra. Pablo fue uno de los que lideraron la Suzuki, y otro que tuvo aun peor fortuna fue Víctor Pérez, que se acabó saliendo en ‘el Cañón’ cuando era tercero, tras haber cedido el liderato precisamente en la pasada anterior por un tramo que, definitivamente, fue maldito para el cántabro.

El análisis de la Swift nos lleva ya al final de una crónica que pone cierre a una primera mitad de temporada en el nacional de asfalto que nos deja con una extraña sensación. El campeonato está en horas bajas, no hay dinero, no hay patrocinadores, no hay apenas ‘coches gordos’ y, lo que es peor, me da la sensación de que, salvo en contadas excepciones, no hay ni ilusión. Cuando se pasan tantas horas en la asistencia como las que estoy pasando este año te llevas al final del día una sensación de ‘cansancio general’, casi diría que de ‘tristeza’, hasta de ‘depresión’. La mayoría son conscientes de que esto ‘está muy mal’ y muchos siguen porque ‘hay que seguir’ pero sin ver nada claro el futuro, no ya a largo plazo sino a medio o corto. Por ello, pienso que la pausa veraniega nos viene a todos muy bien para ‘recargar energías’ y tratar de encarar con más ganas la segunda mitad de temporada. El campeonato todavía puede estar realmente interesante entre Fuster y Pons, y aunque el resto poco o nada tengan ya que decir en la lucha por el título, si que esperamos que puedan, al menos, animar los rallyes que restan y hasta poder convertirse en jueces del campeonato. Para todo ello nada mejor que volver a la acción, a mediados de agosto, en Ferrol, un rallye donde las sorpresas nunca faltan, con sus tramos sucios, ratoneros, rotos… un poco ‘de los de antes’. A ver si dentro de un par de meses podemos decir que las cosas empiezan a mejorar.

FOTOS: CÉSAR RODRÍGUEZ (WWW.ASFALTOYTIERRA.COM)